La reforma tributaria del gobierno Petro se prepara para iniciar su último debate en plenarias del Congreso y, pese a los múltiples cambios que se le han hecho, se mantienen las preocupaciones por el impacto que la iniciativa podría tener en diferentes sectores económicos.
Justamente, la Andi, la asociación que reúne a los principales industriales del país y que ha sido uno de los gremios que más oposición le ha hecho al proyecto, mantiene sus temores frente a lo que finalmente quede aprobado en el Congreso.
Bruce Mac Master, presidente de la Andi, destacó en su cuenta de Twitter las mejoras que ha tenido el proyecto de reforma desde que salió de las comisiones económicas, pero dijo que aún le preocupa el impacto que tendrá la iniciativa sobre el sector minero y el petrolero.
Tras los cambios que se le han hecho a la reforma, el principal temor que persiste frente al proyecto por el lado del sector mineroenergético está en el tema de la deducibilidad de las regalías, lo que para algunos expertos desincentivaría la inversión que llega para este sector, que a su vez es el mayor generador de divisas para Colombia.
Por este motivo, Mac Master hace un llamado ‘reflexivo’ al Gobierno y a los congresistas para que reconsideren los cambios tributarios al sector de hidrocarburos y de minería. “De lo contrario tendremos inmensos problemas de tasa de cambio, de inflación, de empleo y de finanzas públicas”, reiteró el dirigente gremial.
Igualmente, insistió en que en manos de las autoridades económicas y del Legislativo hoy está la estabilidad cambiaria del país, justo en momentos en que la tasa de cambio se ratifica por encima de los 5.000 pesos por dólar.
“Hay que evitar que la devaluación nos conduzca a una inflación desbordada, que en el futuro no tengamos cómo financiar los programas sociales. Es un tema de conveniencia nacional”, puntualizó Mac Master.
Menor monto
Los cambios que hasta ahora se le han hecho a la reforma tributaria han implicado que su meta de recaudo baje de 25 a 22 billones de pesos, una suma que de todas maneras genera preocupación porque se aspira a obtener en medio de un contexto económico complicado tanto a nivel local como internacional.
Afuera la preocupación está en una recesión de los países desarrollados, así como en una galopante inflación, que también se siente en Colombia y que ha obligado a todos los bancos centrales a subir sus tasas de interés.
Dentro del país, hoy uno de los principales motivos de inquietud está en la devaluación del peso frente al dólar, que ya supera el 23 % en lo corrido del año y que implica un empobrecimiento generalizado y mayores presiones en el costo de vida.
En medio de estas tensiones, también se conoció, finalmente, el destino de los nuevos recursos que se obtendrán con la reforma tributaria del gobierno Petro. El primer mandatario fue el encargado de revelar esa información, que hasta hace poco no se había hecho pública.
Serán cuatro los destinos principales de los 22 billones de pesos que se aspiran a recaudar con los cambios en el sistema impositivo.
El primero será la educación y, particularmente, una mejora en el acceso de los jóvenes al sistema. El segundo consistirá en aumentar el acceso a agua potable. El tercero será un subsidio de 500.000 pesos a las madres cabeza de familia y, el cuarto, será el fortalecimiento de la “banca pública”, con el objetivo de que aumente su capacidad de financiación y su cobertura.
La recta final de este proyecto de ley inició el miércoles 2 de noviembre con el debate en la plenaria de Senado desde las 9:00 a. m. y en la plenaria de Cámara desde las 12:00 del día. Gobierno y oposición medirán sus fuerzas en el resultado final de la iniciativa.