Así como los empresarios requieren crédito del sistema financiero para desarrollar sus negocios, también les dan crédito a sus clientes para que puedan cancelar en un tiempo determinado los productos o servicios que les venden. Ese crédito se convierte en la cartera por cobrar de muchas compañías que, sin embargo, no está libre de riesgos, pues sus clientes empresariales pueden incumplir en los pagos pactados por liquidaciones forzosas, quiebras o varias moras acumuladas.
Para protegerse de esos riesgos se creó el seguro de crédito, un ramo que según cifras de Fasecolda reportó primas por 41.220 millones de pesos en los primeros tres meses de 2023, lo que implica un crecimiento de 15,36 % frente al año anterior. También está el seguro de exportación, que protege ante un impago de un cliente del exterior. En este caso las primas entre enero y marzo alcanzaron 9.300 millones de pesos, con una mejora anual de 14,98 %.
Para ofrecer este tipo de pólizas las aseguradoras primero evalúan el sector económico de sus potenciales clientes. Así pueden determinar qué tan factible es que se les complique el recaudo de su cartera y un análisis reciente en ese frente indica que el sector de la construcción podría ser uno de los más afectados por esta situación en 2023.
“Existen grandes desafíos que deberá enfrentar esta actividad en el presente año, tales como el alza de las tasas de interés, el aumento en los costos de producción y la incertidumbre en materia de planificación urbana”, explica Manuel Arévalo, presidente y CEO de Cesce en Colombia, una de las empresas que se dedica al seguro de crédito y que es subsidiaria de una firma española del mismo nombre.
Entre los riesgos que pueden complicar la situación financiera de la construcción está el mayor costo del crédito hipotecario para los hogares, lo que puede hacer que aplacen su decisión de compra, complicando los cierres financieros de los proyectos. Si bien las ventas de vivienda están cayendo frente a las cifras de años anteriores, se espera que esto se frene a medida que se destraba el programa de subsidios Mi Casa ya y se estabilizan las tasas de interés.
Arévalo señala que otro factor en contra del sector construcción está en el aumento del índice de costos de edificaciones, que el año pasado subió 9,8%, haciendo que el mercado sea más competitivo y dificultando el traslado de esos costos al comprador.
Por regiones
Si el seguro de crédito se analiza por departamentos, en Atlántico los sectores más fuertes para este tipo de coberturas son los de construcción y plásticos, pero allí los empresarios manejan una cercanía especial con los clientes, “lo que hace que el pago de las obligaciones sea en algunos casos aplazado”, explica el vocero de Cesce.
En el Valle del Cauca, los sectores que más demandan este tipo de seguro son agroindustrial, químico, farmacéutico y manufacturero; asimismo, por la cercanía al puerto de Buenaventura, el sector exportador también lo requiere de manera importante. En Antioquia esta cobertura la buscan especialmente los sectores textil, químico, plástico y construcción.
Se estima que Medellín sea la ciudad en donde más crezca el seguro de crédito este año, con una estimación de 25 %. Le seguiría Barranquilla con 20 % y Cali con 15 %.
Las estadísticas de Fasecolda indican que en seguros de crédito y exportación en el país compiten unas seis aseguradoras y la mayor participación de mercado la tienen Solunion, Cesce y Coface.
En cuanto a la siniestralidad, en el primer trimestre de 2023 se pagaron 8.230 millones de pesos en siniestros por seguro de crédito y 2.410 millones por seguro de exportación, lo que implica alzas de 1,13 % y 145 %, respectivamente.