El sector inmobiliario muestra buenas perspectivas de crecimiento para este año. Y así lo ratifica un estudio de BBVA Research según el cual esta será la actividad que impulsará la recuperación económica.
De acuerdo con la investigación, este crecimiento estará asociado a las viviendas nuevas de precio medio y bajo. Mientras tanto, las de mayor valor, las usadas y el sector no residencial tendrán una recuperación tardía.
Y es que, efectivamente, el sector de la construcción, pese a la crisis vivida durante los primeros meses de confinamiento en 2020, comenzó a repuntar a finales de año. Tanto es así que se vendieron 200.000 viviendas, todo un récord.
Sandra Forero, presidenta de Camacol, ha insistido en que se prevé la venta de 209.000 casas y apartamentos en Colombia para este año, lo que representaría un crecimiento de 7,4 por ciento respecto a 2020.
En el primer trimestre de 2021, precisa Camacol, se reveló ese dinamismo, pues, en ese periodo, las ventas de vivienda nueva alcanzaron 54.874 unidades, y, por otro lado, arrancó la construcción de otras 38.140. Estos datos, a grandes rasgos, son las mejores cifras de un trimestre durante los últimos dos años.
Las estadísticas indican que durante marzo los colombianos compraron 21.124 unidades VIS y No VIS, con lo cual no solo se logró el mejor resultado histórico, sino también un crecimiento de 85 por ciento frente a marzo de 2020, según datos de Galería Inmobiliaria.
El director de Estudios Económicos de Corficolombiana, José Ignacio López, durante el panel ‘Economía colombiana en el 2021’, aseguró que el panorama para los próximos meses es optimista, y el sector de la construcción será uno de los que tendrán un mayor impulso. “Subsidios, ahorros y preferencias personales han sido los factores que más han impulsado la venta de viviendas, por eso, es importante que se mantengan los incentivos. Para este año esperamos que la inversión en carreteras y el PIB de edificaciones crezcan a una tasa cercana a 7 por ciento”, puntualizó.
Esta notable recuperación del sector obedece, aparte de los esfuerzos fiscales del Gobierno nacional, a la gestión de las entidades bancarias, que han venido implementando medidas de política pública, como el Frech No VIS, el Plan de Alivio a Deudores (PAD), el incremento del tope de valor de la vivienda VIS y las garantías a créditos hipotecarios.
De acuerdo con Hernando José Gómez, presidente de Asobancaria, “De forma paralela, las asignaciones del subsidio familiar de vivienda (SFV), en el marco del programa Mi Casa Ya, muestran un crecimiento sostenido, lo cual puede implicar la necesidad de aproximadamente 60.000 cupos para 2021. Es necesario fortalecer la reactivación del sector durante este año, y eso requerirá de los esfuerzos conjuntos de todos sus actores para garantizar los cupos de SFV, impulsar el programa Frech No VIS y avanzar en cambios normativos”.
Sandra Forero coincide con que es necesario incrementar los esfuerzos para que más colombianos de bajos recursos puedan acceder a vivienda propia: “Para lograr los objetivos trazados, se debe garantizar la disponibilidad de subsidios para la vivienda social, ya que el volumen de ejecución de cupos se duplicará frente a lo previsto”.
Según el ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, la meta gubernamental para la entrega de subsidios Mi Casa Ya en este cuatrienio fue de 255.000, y ya han sido asignados 148.055. “De estos, 60.000 están disponibles para compra de vivienda de interés social (VIS), y 90.000 para inmuebles de hasta 454 millones de pesos. Las ayudas estarán disponibles hasta finales de 2022 o hasta agotar existencias. Esta es una estrategia para reactivar el sector de la construcción”, explicó durante un informe de gestión realizado en febrero pasado.
El panorama
Para Camacol, la oferta de vivienda nueva origina grandes oportunidades, y en la actualidad ese mercado goza de buena salud y crece de manera sostenible. El stock disponible a febrero era de 151.223 unidades en 3.451 proyectos, de los cuales 1.477 están en construcción y 769 ya fueron entregados. La mayoría de esos proyectos están dedicados a VIS, que precisamente es la que jalona el crecimiento.
“Las viviendas de interés social ganaron participación en la última década, desde 50 hasta 70 por ciento, y seguirán siendo un motor hacia adelante junto con las viviendas de medio valor. Por otra parte, se espera una recuperación más lenta en la vivienda de alto valor. Los subsidios son una pieza fundamental para mantener el dinamismo, junto con la capacidad de generar nuevo suelo urbanizable en las ciudades. La demanda potencial por compra y remodelación de vivienda de interés social es enorme, tanto por el déficit cuantitativo como el cualitativo que aún persiste”, señala el documento de BBVA Research.
Para los investigadores de la firma financiera, el mercado de la vivienda usada exhibe perspectivas menos favorables por los altos tiempos de comercialización. Además, es posible que en el ciclo No VIS participen más activamente los inversionistas que aprovecharán los subsidios del Gobierno, afectando directamente la comercialización de las viviendas usadas. “Los constructores, gracias a un ajuste saludable de la oferta, tienen capacidad de crecer en los siguientes años porque lograron desacumular inventarios y mantener la solidez financiera”, dicen.
En cuanto a la construcción de espacios comerciales, las estadísticas muestran que los constructores redujeron significativamente su interés en proyectos no residenciales, debido a que cayó la velocidad de comercialización. Pero, al contrario, la rotación de las oficinas y las bodegas está en un proceso gradual de mejora.
Sin embargo, no es el segmento que más adeptos haya consolidado en los últimos meses. “Hoy por el bajo retorno de inversión (este mercado es principalmente para inversionistas) hay una disminución significativa de nuevas edificaciones comerciales, y lo poco que se está construyendo es el resultado de obras iniciadas en años anteriores. Este tipo de inmueble tardará más tiempo en recuperar su atractivo para generar más inventario en el país”, ratifica Alberto Rodríguez, CEO-presidente de Century 21, en Colombia.
Actualmente, Bogotá concentra la mayoría de la oferta no residencial (61 por ciento de oficinas, 32 por ciento de locales y 69 por ciento de bodegas), seguida por Medellín. También se destaca la oferta de locales nuevos en Cali y Cartagena.
Lo claro, afirma Rodríguez, es que invertir en finca raíz es una de las decisiones más importantes de la vida, no es tan compleja de hacer y tiene un gran potencial de rentabilidad.