Las fluctuaciones económicas a nivel mundial han sido una constante durante este inicio de año, las secuelas de las medidas financieras durante la época de pandemia, y la aparición de nuevas coyunturas sociales han puesto en aprietos a diversos gobernantes del plano global.
Mientras China sigue intentando recuperarse de las medidas pandémicas que forzaron un decrecimiento importante en su economía, la cúpula gubernamental estadounidense mantiene sus negociaciones con el Congreso con el fin de poder ampliar el techo de la deuda, situación que de no darse generaría grandes afectaciones económicas a nivel mundial.
Colombia y los países de Latinoamérica no escapan de los efectos que ocasionan estas problemáticas presentadas en otros hemisferios, especialmente si se tiene en cuenta que Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de Latinoamérica.
Estas relaciones comerciales podrían verse altamente afectadas, en caso de que el Gobierno norteamericano no logre un acuerdo que logre solventar su situación con el Congreso, de mayoría republicana, debido al desplome que sufriría tanto el valor del dólar a nivel internacional, como el incumplimiento de gastos en el que caería el Estado estadounidense.
Por su parte, la recuperación de China, con crecimientos de 4,5 % durante este año, tendrá que ser seguida de cerca, si se tiene en cuenta que las actividades comerciales del gigante asiático hacia el continente latinoamericano han tomado gran importancia durante el último tiempo.
De hecho, según datos de la compañía francesa Natixis Investment Managers, que se dedica a la gestión de activos y fondos de inversión, las exportaciones latinoamericanas hacia China pasaron de un 1 % en 2000 al 14 % en el 2020, con intensificaciones en préstamos bilaterales, sobre todo en el sector de las telecomunicaciones.
Sin embargo, para el beneficio de las economías latinas, es necesario que la recuperación China muestre síntomas de mayor impulso, debido a que el volumen de comercio global sigue estando a la baja por parte del país asiático.
En casos concretos de consumo para Colombia, la proyección de que la inflación haya podido llegar a su techo es positiva, lo que daría paso a nuevas fases de la recuperación económica, como lo expuso el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, quien aseguró que “todo indica que el proceso de subida de tasas finalizó”, por lo que el Banco de la República empezaría el descenso de estas para el segundo semestre del año.
De esta manera, y con un panorama positivo, se espera que la economía colombiana permita una segunda mitad del año más estable y con mayores beneficios para la nación, en medio de un impulso que se verá aprovechado por algunas fechas de bonanza para algunos sectores de la economía como las exportaciones, según proyecciones de algunas entidades nacionales, por ejemplo, de Analdex, el gremio de los empresarios del comercio exterior.
“La diversificación de la canasta exportadora no minera puede apoyarse en este tipo de fechas comerciales a nivel mundial, donde compiten productos de varios orígenes. En algunas categorías nos podríamos destacar en calidad para atender nichos de consumo. Por lo general, el segundo semestre del año suele ser más dinámico en cuanto a exportaciones”, expresó Javier Díaz, presidente de Analdex.
Entre estas fechas comerciales del segundo semestre que pueden resaltar las exportaciones están Halloween en octubre, que representa ganancias importantes para las confiterías nacionales (US$ 241 millones).
Por otro lado, el Día del Soltero en China también podría generar ganancias para la economía colombiana durante el mes de noviembre, acompañado por el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, y el Black Friday, lo que representa ingresos económicos para los sectores de productos de moda, tecnología y hierbas aromáticas.
De esta manera, la economía, tras navegar aguas turbulentas durante esta primera mitad del año, podría encontrar algo de calma y utilidad durante el final de 2023.