En las primeras semanas del año, las monedas de Latinoamérica han presentado una ligera estabilidad en su devaluación con respecto al dólar.

El inicio del año arrancó con el anuncio del Banco Mundial sobre el pronóstico del desempeño de la economía del continente, la cual pasó de ser de un 1.6% (el del 2022) para 1.3%, representando una reducción de seis puntos porcentuales; una cifra negativa. “Esta desaceleración refleja tanto los esfuerzos de las autoridades monetarias por controlar la inflación como los efectos secundarios de un panorama mundial poco auspicioso”, indicó el informe del BM.

Además, el informe señala que las economías de los países se encuentra en un estado de fragilidad, la cual se puede ver afectada por cualquier acontecimiento adverso, tales como la inflación no prevista, el aumento de las tasas de interés y las tensiones geopolíticas.

Así fue el balance de apreciación y depreciación las monedas en Latam frente al dólar en promedio en el 2022 | Foto: Semana

Durante el año, los niveles de producto interno bruto (PIB) de las economías emergentes y en desarrollo (como lo son los países latinoamericanos) se situará en un 6%, siendo un nivel inferior a los que preveían antes de la pandemia. Adicionalmente, señalan que las tasas de devaluación de las monedas frente al dólar se mantendrán igual o peor que el año anterior.

“Los países emergentes y en desarrollo se enfrentan a un período de varios años de crecimiento lento, impulsado por una pesada carga de la deuda y escasas inversiones; al mismo tiempo, el capital mundial es absorbido por las economías avanzadas que enfrentan niveles de deuda pública extremadamente altos y tasas de interés crecientes. El bajo nivel de crecimiento y de inversión empresarial agravará los retrocesos en materia de educación, salud, pobreza e infraestructura, que ya son devastadores, así como las crecientes demandas derivadas del cambio climático”, manifestó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial con respecto a los motivos para sostener la desaceleración de las economías.

El real brasilero ha sido la moneda que más ha mostrado mejora frente al dólar en el inicio de 2023. | Foto: Semana

Para el caso de las economías avanzadas, la desaceleración también se presentará, aunque en otro nivel que la de los países en desarrollo y con economías emergentes. El informe señala que estas tendrán una disminución del 0.5%. Esta cifra será la antesala de la segunda recesión económica de la década.

Sin embargo, las primeras semanas del año han significado un buen balance para las monedas de América Latina, a excepción de Argentina y Venezuela. El real brasilero ha sido la que más se ha avaluado, teniendo un aumento del 5.07%. Le sigues la moneda chilena (3.99%), el peso colombiano (3.57%), el peso mexicano (3.32%) y cierra la lista el sol peruano (0.53%). Julio Romero, el jefe de Corficolombiana, apunta en Bloomberg que este fenómeno ocurre por la debilidad global que está teniendo el dólar ante las expectativas de los inversionistas sobre el futuro de la política monetaria.

“Hay una divergencia que el mercado está reflejado en mayor optimismo, en un mayor apetito por el riesgo, ante esa expectativa”, puntualiza Romero. Por otro lado, las materias primas y el precio del petróleo pueden darle la vía libre a China para que vuelva a abrir sus puertas, tras el probable fin de la política de COVID cero. Esta coyuntura también repercutirá en las tasas de conversión y, por ende, en las economías de la región.

Los manifestantes organizan una manifestación para denunciar las continuas políticas de cero COVID del gobierno chino en Seúl, Corea del Sur, el miércoles 30 de noviembre de 2022. (AP Photo/Ahn Young-joon) | Foto: Copyright 2022 The Associated Press. All rights reserved.

Sumado a ello, Sergio Olarte, economista principal de Scotibank Colpatria, sostuvo en Bloomberg que “La consolidación de la desaceleración de la inflación en Estados Unidos, en Europa e inclusive en China, han hecho que los inversionistas internacionales recuperen el apetito por el riesgo en economías emergentes”. Adicionalmente, la desaceleración a nivel global puede ocasionar que los bancos centrales eviten el aumento de las tasas de interés, para que el entorno económico no se vea tan afectado.

Por ahora, restará evidenciar el comportamiento del peso en el transcurrir de enero para tener una proyección de qué puede ocurrir en el resto de los meses del año.