Uno de los temas más mencionados en el mundo de la energía hoy en día tiene que ver con los procesos de transición que buscan acabar con el uso de combustibles fósiles para dar paso a la implementación de fuentes como los sistemas eólicos, hídricos o geotérmicos; que generan menos emisiones contaminantes y se convierten en alternativas mucho más viables en medio de la lucha contra el calentamiento global.

Tan solo en Colombia, empresas como Ecopetrol vienen desarrollando estrategias como “SosTECnibilidad”, con la cual se está poniendo la tecnología al servicio de los programas ambientalmente sostenibles, principalmente en todo lo relacionado con el uso del hidrógeno, que según los expertos podría convertir al país en un referente de este tema en toda América Latina.

“En Ecopetrol creemos que si hay transmisión, no hay transición. Al final del día, si no tienes la capacidad de sacar los electrones de donde son generados y llevarlos a los mercados, va a ser muy difícil. Puedes tener lo solar y eólico, lo solar, geotérmico y todo lo demás. Entonces tenemos una estrategia y va a cambiar. Es a 20 años y puede ser ajustada de alguna manera modulada, pero creo que la motivación y la intención están ahí”, dijo el Presidente de la petrolera estatal recientemente.

En palabras del presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, “tenemos planes para el hidrógeno, ya producimos hidrógeno azul, estamos investigando el verde y aprobando grandes proyectos para este año y es parte de la conversación en torno a la tecnología y transferencias de conocimiento y financiación. También estamos buscando hidrógeno blanco, estamos buscando solar. El blanco es el que se encuentra en la superficie”.

Si bien las cosas avanzan a buen ritmo, hay ciertos sectores que no están conformes con lo que se ha logrado y exigen una salida mucho más rápida para dejar de usar cuanto antes derivados del petróleo como la gasolina, el diesel u otros tipos de combustibles similares, argumentando que no hay tiempo y que la crisis de calentamiento global exige medidas urgentes para mejorar el medioambiente.

Irene Vélez, ministra de Minas, en Davos (Suiza). | Foto: WORLD ECONOMIC FORUM / VALERIANO DI DOMENICO \r

Un ejemplo de esto se vive actualmente con la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, quien es férrea opositora de la industria petrolera y así lo ha dejado ver desde que llegó a esta cartera. Recientemente, esta funcionaria volvió a encender las alarmas tras señalar que no se entregarán nuevos contratos para exploración de petróleo y gas en el país, apenas dos meses después de que por medio de sus redes sociales había indicado todo lo contrario.

Una transición que tomará tiempo

Para nadie es un secreto que el proceso de transición energética es una urgencia, no obstante, hay expertos que sostienen que esto se debe dar de forma paulatina, ya que de lo contrario se podría generar un desequilibrio en la economía del mundo, puesto que el petróleo es una de las materias primas que más ingresos genera a las finanzas de diferentes naciones.

En entrevista con la cadena CNBC, el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, se refirió a este tema y resaltó que el mundo seguirá necesitando el petróleo y el gas por lo menos 50 años más. Así mismo, recordó que muchas naciones aún no están listas para dar este salto y por tal razón no se puede caer en exclusiones que terminen golpeando la economía.

“Los intentos de los activistas de ESG de cerrar el grifo ahora conducirán a una calamidad y una depresión global. El gas y el petróleo se seguirán usando, para empezar, porque son más baratos y los necesitamos”, explicó este experto.

Las declaraciones del CEO de uno de los bancos más importantes de los Estados Unidos van de la mano con lo expresado recientemente por el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, quien recordó que Colombia depende todavía de las rentas petroleras, así como pasa en gran parte del mundo y que todavía falta mucho para que el mundo pueda dejar de usar el petróleo y el gas como combustibles.

La economía china podría iniciar una senda de recuperación y reconexión con los mercados internacionales para proveeduría y compra de materias primas como petróleo y gas.

Así las cosas, al mundo le quedan por lo menos entre 20 y 50 años más de uso para los combustibles fósiles, mientras que el mundo exige medidas urgentes para proteger el medioambiente.