Los pronósticos para la economía en 2023 hablan de una desaceleración y así lo están confirmando ya los análisis de los expertos.
El famoso índice NowCast Bancolombia, el cual entrega una señal temprana del desempeño de la economía colombiana, estima que el crecimiento en el primer trimestre sería de 1,4 %, mientras que en igual periodo del año anterior, la cifra fue de 8,5 %.
En el trimestre móvil que va de diciembre a febrero, el índice NowCast señala que la actividad económica se expandió en 2,5 % anual.
Según el informe de Bancolombia, que se hace con base en los indicadores que se están dado, se confirma la reducción de los niveles de crecimiento económico, los cuales, se ubican en registros inferiores a las capacidades potenciales.
Y eso que se registró un avance de 20 pb (puntos básicos) frente al trimestre móvil de noviembre a enero.
Agro e inmobiliarias, con mejor ritmo
De acuerdo con el informe, en los primeros dos meses de 2023 se evidenció un mejor desempeño en los sectores agropecuario e inmobiliario.
Por el contrario, se registró menor ímpetu en construcción, recreación, industria, servicios profesionales y servicios financieros. Todas esas ramas de la economía están sintiendo el impacto de las altas tasas de interés en el sector financiero.
Por su parte, pese a que se observó una tendencia de recuperación en el sector minero, es el único en terreno contractivo.
El consumo
En febrero, en Colombia el consumo profundizó la moderación que viene mostrando desde finales de 2022. Esta vez, el resultado estuvo mayormente explicado por la desaceleración del gasto en sectores de servicios.
De acuerdo con un informe del BBVA, este último había tenido una mayor resiliencia y permanecía, hasta enero, en terreno expansivo. Sin embargo, en febrero, por primera vez desde la crisis por la pandemia, cayó en términos reales anuales, arrastrando consigo al total del gasto a números negativos también.
Según el documento, en 2022 el consumo privado tuvo un desempeño excepcional y creció por encima del PIB, repitiendo por segundo año consecutivo estos resultados sobresalientes.
Se redujo ahorro
En ese sentido, el ahorro de los hogares se redujo marcadamente, incluso hasta niveles negativos en algunos momentos del año pasado. Además, las presiones de la elevada demanda interna fueron uno de los determinantes del incremento de la inflación y los consecuentes aumentos de la tasa de interés del Banco de la República.
La decisión buscaba modificar las señales del mercado para los hogares, llevándolos a reducir progresivamente su consumo y el crédito y a aumentar, al mismo tiempo, el ahorro. Con esto, además, se irían disipando gradualmente las presiones sobre los precios internos.
En ese sentido, los datos de febrero del BBVA Consumption Tracker revelan que la desaceleración esperada y deseada del gasto privado se está consolidando. Era esperada porque las decisiones del Banco de la República van encaminadas a este objetivo.
Es deseada porque reduce los desequilibrios entre la demanda y la oferta interna, permitiendo un mejor balance del déficit exterior y de la relación ahorro-inversión.
Se contrajo
En tal sentido, en febrero el gasto total de los hogares se contrajo un 2,7 % anual en términos reales. En enero, el gasto había tenido una expansión del 3,9 % anual real, con una relativa estabilidad en la tasa de crecimiento, luego de que esta tuviera una notable reducción a finales de 2022.
Es decir, recientemente el consumo tuvo dos escalones hacia abajo bien identificados: en el cuarto trimestre del año anterior y este nuevo dato de febrero.
Además, el comportamiento del gasto de los hogares no fue uniforme. El gasto en bienes, que viene teniendo una tasa anual contractiva desde agosto de 2022, cayó 8,7 % anual en febrero (frente a -7,9 % en enero).
Por otra parte, el gasto en servicios se contrajo 3,5 % anual. En este último caso estuvo la principal diferencia con enero, cuando crecía un 10,9 %. Por lo tanto, la fuerte moderación de los consumos en sectores de servicios explica que el gasto total pasara de terreno positivo a negativo entre enero y febrero.
Específicamente, el gasto en entretenimiento y transporte presentó un repunte en el mes. Tanto la variación del gasto online como en el canal físico presentaron retrocesos en febrero; sin embargo, el primero mantuvo una mayor resiliencia que el segundo.
En línea con este comportamiento, el uso de tarjetas de débito y de crédito se desaceleró en febrero, siendo más marcado el retroceso del consumo con tarjeta de débito. Al contrario, el retiro de efectivo en cajeros se aceleró en el mes.
Contracción
Además, se dio una contención del gasto en la mayoría de las ciudades principales, con excepción de Cartagena y Pereira. Este comportamiento se reproduce en el ámbito de los más grandes tipos de gasto analizados: combustibles, vestuario y restaurantes.
Bogotá presentó un fuerte descenso en el crecimiento del gasto, ubicándose en una contracción anual real del 4,0 % en febrero.