El saldo positivo de la balanza comercial de la eurozona se contrajo un 45 % en el conjunto de 2021 en comparación con el año anterior, hasta alcanzar los 128.400 millones de euros, según los datos de comercio internacional de bienes que ha publicado este martes Eurostat, la oficina comunitaria de estadística.

En concreto, las exportaciones de la eurozona al resto del mundo se elevaron un 14,1 % en el conjunto del año, hasta 2,434 billones de euros. No obstante, las importaciones crecieron a mayor ritmo, hasta situarse en los 2,305 billones, un 21,4 % más. La actividad comercial entre los socios del euro experimentó un alza del 20,7 % en 2021, hasta los 2,18 billones de euros.

Con respecto a la actividad registrada en diciembre de 2021, la zona euro observó un déficit comercial de 4.600 millones de euros, frente al superávit de 28.300 millones del mismo mes del año anterior.

Las exportaciones en el último mes del año fueron de 218.700 millones, un 14,1 por ciento, al tiempo que las importaciones se elevaron un 36,7 por ciento, hasta 223.300 millones de euros. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

Las exportaciones en el último mes del año fueron de 218.700 millones, un 14,1 %, al tiempo que las importaciones se elevaron un 36,7 %, hasta 223.300 millones de euros. La actividad comercial entre los socios del euro en diciembre fue de 191.900 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 27,8 % frente al mismo mes del año anterior.

De su lado, la balanza comercial de la Unión Europea (UE) arrojó un saldo positivo de 68.900 millones de euros entre enero y diciembre de 2021, un 68,1 % menos que en 2020.

El economista Julián Gómez dijo en un diálogo con SEMANA que este fenómeno se debe a muchos aspectos: “Estamos haciendo una comparación con un año en pandemia donde quizás la UE estaba exportando más para colaborar con sus vecinos; y estaba consumiendo más producto interno en vez de importarlo, lo que generó un superávit muy alto en su balanza comercial”.

Además, Gómez recalca que gran parte de la reducción del superávit comercial se da en los meses de diciembre, por lo que hace énfasis en la crisis de los contenedores. De igual forma, agregó que “el hecho de que el precio de los insumos importados, que se utilizan para la producción interna, sea más alto, genera que el valor de las exportaciones crezca y se reduzca el superávit”, explicó.

Por otro lado, exportaciones del bloque comunitario al resto del mundo en el conjunto del año crecieron un 12,8 %, hasta 2,18 billones de euros; mientras que las importaciones se situaron en 2,11 billones, un 23 % más. La actividad comercial entre los Estados miembros fue de 3,42 billones de euros, un 19,9 % más que en 2020.

Únicamente en el último mes de 2021, la UE contabilizó un déficit comercial de 10.000 millones de euros, frente al superávit de 29.300 millones de diciembre de 2020. Las exportaciones crecieron un 12,5 %, mientras que las importaciones avanzaron un 41,8 %, hasta situarse en 198.200 y 208.200 millones, respectivamente. La actividad comercial entre los socios comunitarios creció un 25 %, hasta 297.300 millones.

Estados Unidos se mantuvo como el país al que más exportaciones dirigió la UE en el conjunto del año, hasta 399.400 millones de euros, un 13,1 % más. Por detrás se situaron Reino Unido, con 283.600 millones (+1,9 por ciento) y China, con 223.300 millones (+10,1 %). A su vez, los Veintisiete importaron bienes principalmente de China (472.200 millones), Estados Unidos (232.000 millones) y Rusia (158.500 millones).

La otra cara de la moneda

El problema de los precios en Europa continúa siendo una realidad. La presidente del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha asegurado que una respuesta apresurada del Banco Central a la escalada de los precios podría resultar contraproducente y ahogar la recuperación económica, sin influir efectivamente en los factores que impulsan los precios al alza como la energía y los cuellos de botella.

“Si actuáramos con demasiada rapidez ahora, la recuperación de nuestras economías podría ser considerablemente más débil y los puestos de trabajo estarían en peligro. Eso no ayudaría a nadie”, advirtió Lagarde en una entrevista con ‘Redaktionsnetzwerk Deutschland’. “Actuaremos si es necesario. Pero todos nuestros movimientos tendrán que ser graduales”, añadió

Lagarde reconoció que la política monetaria no puede influir efectivamente en algunos de los principales factores que empujan los precios al alza, como los cuellos de botella de las cadenas de suministro, los precios del crudo o las cuestiones geopolíticas. | Foto: Getty Images

En este sentido, la presidenta del BCE insistió en que la situación en los Estados Unidos o Reino Unido, donde los bancos centrales han anunciado subidas de tipos inminentes o han dado comienzo ya a las mismas, no se puede comparar con la zona del euro.

“La economía estadounidense está sobrecalentada, mientras que nuestra economía está lejos de eso. Es por eso que podemos, y debemos, proceder con más cautela. No queremos ahogar la recuperación”, afirmó.

Asimismo, Lagarde reconoció que la política monetaria no puede influir efectivamente en algunos de los principales factores que empujan los precios al alza, como los cuellos de botella de las cadenas de suministro, los precios del crudo o las cuestiones geopolíticas.

Con información de Europa Press.