Mantener la calma y dar tranquilidad a los mercados e inversionistas en tiempos en los que la recesión se asoma en países como Estados Unidos, mientras que en Colombia la inflación y el dólar sigue golpeando el bolsillo de los hogares; parece ser, por estos días la principal tarea del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien ha tenido que salir a hacer frente a varios momentos de incertidumbre generados por declaraciones de funcionarios del Gobierno nacional y hasta el mismo presidente.
Los contratos de exploración y explotación petrolera, la propuesta de control de divisas o de impuestos a los capitales golondrinas; así como las diversos debates por lo que se vendrá para el país con la reforma tributaria; son algunos de los ejemplos de los ‘tragos amargos’ que ha tenido que pasar este funcionario por el bien del futuro económico de la nación.
Ocampo, quien por muchos es considerado como la combinación de una línea socialdemócrata y un sello de confianza para los escépticos, desde el principio aseguró que no iba a “aceptar locuras” y en las últimas semanas ha resaltado por rechazar varias propuestas de otros integrantes del Gobierno y hasta del mismo presidente Gustavo Petro. Su tarea como moderador en esta administración comenzó muy temprano.
Desde antes de que se posesionara el presidente Petro, el ministro Ocampo ya salía a ‘apagar incendios’ causados por anuncios sin la debida consulta, como el de la ministra de Cultura, Patricia Ariza, cuando propuso un impuesto para los planes celulares desde 38.000 pesos mensuales o en ese momento en el que tuvo que corregir lo que dijo el presidente Petro durante la campaña presidencial sobre el Banco de la República, la necesidad de emitir billetes y el cambio de algunos puestos dentro de la junta directiva.
También lo hizo con la propuesta de detener la exploración de nuevos pozos petroleros en el país. Esto generó pánico entre los líderes del sector de hidrocarburos, pero José Antonio Campo salió a apagar el incendio, apenas fue designado. Desde que comenzó este mandato, José Antonio Ocampo ha tenido que desmentir al Ministerio de Minas y Energía, polémico por sus múltiples salidas en falso en temas que no han sido consensuados con el resto del gabinete.
Esta situación ha llevado a muchos analistas, empresarios, economistas y voceros de los diferentes sectores políticos; a temer porque este personaje se pueda cansar, termine renunciando y en su lugar llegue una persona que no plante cara a los arrebatos del presidente Gustavo Petro y el resto de su gabinete; lo cual sería desastroso para la seguridad económica del país.
La ‘misión imposible’ de Ocampo
En una reciente entrevista con María Isabel Rueda para el diario El Tiempo, el también economista y exministro de Hacienda Rudolf Hommes habló sobre la situación actual jefe de la cartera encargada de las finanzas del país y dijo que tiene muchos “temores económicos” de cara al futuro e hizo un llamado a buscar un acuerdo para “evitar que esto estalle”, haciendo referencia a la crisis económica que está cada vez más cerca.
La preocupación más grande para Hommes se encuentra en el futuro de los contratos de exploración y explotación petrolera y minera en el país, que en caso de ser suspendidos (como se busca desde la actual ministra de Minas - Irene Vélez) terminarían generando una recesión mucho más fuerte que la que se vendrá por cuenta de los aumentos de tasas de interés.
“Cuando el Presidente dijo que le preocupaba la subida de las tasas de interés del Banco de la República, porque era una medida recesionaria, pues mucho más recesionario es suspender la inversión en petróleo y carbón”, dijo el exministro de Hacienda.
Es por esto que, durante su diálogo con María Isabel Rueda, indicó que además de apagar incendios, a José Antonio Ocampo le surgió una nueva tarea al interior del Gobierno Petro, la cual es fiscalizar y evitar que se sigan cometiendo errores por parte de los distintos miembros del gabinete y del mismo mandatario de los colombianos.
“A Ocampo se le ha puesto una tarea imposible, porque él es subalterno del Presidente, pero se supone que va a ser la persona que va a asegurar que no se cometan torpezas. Tarea imposible frente a la manera como está actuando el Presidente. Se necesitarían otros interlocutores”, explicó Rudolf Hommes.
Este analista fue muy insistente en advertir que “los partidos políticos, con excepción de Gaviria, hasta ahora no han dado señal de vida. Probablemente, tendrían que vincularse con los gremios. Pero necesitamos llegar a un consenso. Y no a un enfrentamiento. Se debe negociar con quien se pueda. El ministro de Hacienda tiene, hasta cierto punto, algo de poder, y puede decir, bueno, si no me hacen caso me voy, y eso haría mucho daño”.