Más de 7 millones de personas en Colombia necesitarán ayuda humanitaria en 2023, según un informe presentado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés).
Durante una visita de una semana al país, la subsecretaria General de Asuntos Humanitarios y Coordinadora Adjunta de Socorro de Emergencia, Joyce Msuya, se reunió con representantes del Gobierno, socios humanitarios y donantes para discutir la situación actual y los esfuerzos en curso para abordar las necesidades urgentes de la población.
Msuya elogió los esfuerzos del nuevo Gobierno colombiano en la búsqueda de la paz y el abordaje de las cuestiones de justicia social, económica y medioambiental. Reconoció que el programa de paz en marcha ofrece una oportunidad única para lograr una paz duradera en el país. Sin embargo, a pesar de los avances, los desafíos humanitarios y de protección continúan creciendo, especialmente en las zonas controladas por grupos armados no estatales y debido a los desastres naturales exacerbados por el cambio climático.
Se estima que alrededor de 7.7 millones de personas requerirán asistencia humanitaria en Colombia durante el año 2023. Durante su visita, la subsecretaria General viajó al departamento de Chocó, una de las regiones más afectadas por el conflicto armado en el país. Allí, escuchó testimonios de mujeres sobrevivientes de violencia de género y de comunidades indígenas y afrodescendientes, quienes compartieron el impacto de la violencia en la población civil.
La Sra. Msuya resaltó la importancia de reconocer que las comunidades indígenas y étnicas, que representan aproximadamente una cuarta parte de las personas que requieren ayuda humanitaria en Colombia, son afectadas de manera desproporcionada por el conflicto. Enfatizó la necesidad de centrar la respuesta humanitaria en las necesidades y aspiraciones de estas comunidades, acercando la coordinación a las personas afectadas.
La ONU reafirmó su compromiso de apoyar la respuesta humanitaria liderada por el Gobierno colombiano y contribuir en la financiación de programas destinados a ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad. Recientemente, se asignaron 6.5 millones de dólares del Fondo Central de la ONU para la Respuesta en Emergencias a fin de abordar situaciones de emergencia subfinanciadas.
“A pesar de la violencia, estamos logrando brindar asistencia vital a quienes más la necesitan”, declaró la subsecretaria General. Agregó que es fundamental continuar llegando a las personas vulnerables en todas las áreas del país y asegurar que se satisfagan sus necesidades.
Con esto queda claro que la situación humanitaria en Colombia sigue siendo un desafío, pero los esfuerzos conjuntos de las autoridades, los socios humanitarios y la comunidad internacional pueden marcar la diferencia en la vida de millones de personas afectadas por el conflicto y los desastres naturales. La coordinación y la inversión en programas de respuesta y reconstrucción son fundamentales para aliviar el sufrimiento y promover la paz y el desarrollo sostenible en el país.
De acuerdo con Naciones Unidas, en un contexto en el que más de 7 millones de colombianos necesitarán ayuda humanitaria en 2023, es crucial que se intensifiquen los esfuerzos para abordar las necesidades más urgentes de la población. La colaboración entre el Gobierno, los actores humanitarios y la comunidad internacional es fundamental para brindar una respuesta efectiva y garantizar la protección de los derechos de las personas afectadas.
La situación en Colombia presenta desafíos complejos, especialmente en las áreas controladas por grupos armados no estatales y en aquellas afectadas por los impactos del cambio climático. La violencia continua y los desastres naturales han dejado a muchas comunidades vulnerables y en situación de riesgo, lo que requiere una atención inmediata y coordinada.
Es necesario priorizar la protección de los derechos de las comunidades indígenas y étnicas, quienes sufren de manera desproporcionada los efectos del conflicto. Su participación activa en los procesos de toma de decisiones y la consideración de sus necesidades específicas son aspectos fundamentales para lograr una respuesta humanitaria efectiva y justa.
Por último, esta vocera de OCHA sostuvo que la paz sigue siendo un objetivo prioritario en Colombia, y los avances en el proceso de construcción de paz son alentadores. Sin embargo, es fundamental que estos esfuerzos se complementen con medidas que aborden las necesidades humanitarias inmediatas de la población, especialmente en las regiones más afectadas por el conflicto y los desastres naturales.