Habrá más pobres en América Latina, continente que había logrado avances en superación de la pobreza durante la última década. Pero llegó la pandemia de covid 19, sin previo aviso, y trastocó las cifras.
Ahora, la región cerró el 2020 en 209 millones de pobres, lo que evidencia un aumento de 22 millones de personas más entrando a esa franja socioeconómica.
Así lo reveló un nuevo informe de la Cepal presentado este jueves, en el que el organismo asegura que estos niveles de pobreza y de pobreza extrema no de veían desde hacía 12 y 20 años respectivamente.
Pero ese no ha sido el único efecto de la pandemia, también se ha visto un empeoramiento en los índices de desigualdad y, por supuesto, de las tasas de desempleo, lo que ha afectado en mayor medida a las mujeres.
En parte, este es el resultado de las medidas restrictivas que han tenido que implementar los países para hacerle frente a los contagios de coronavirus y así no saturar los servicios de emergencia.
Sin ayudas estatales hubiera sido peor
Si bien el impacto ha sido significativo, reconocen que los planes sociales desplegados para que las personas pudieran aguantar estas medidas hicieron que los efectos no resultaran peores.
“Los gobiernos de la región implementaron 263 medidas de protección social de emergencia en 2020. Estas alcanzaron al 49,4 % de la población, aproximadamente 84 millones de hogares o 326 millones de personas. Sin esas medidas, la incidencia de la pobreza extrema habría alcanzado el 15,8 % y la pobreza el 37,2 % de la población”, indica el informe.
El panorama ya venía complejo y “la pandemia irrumpe en un escenario económico, social y político complejo: bajo crecimiento, aumento de la pobreza y crecientes tensiones sociales. Además, pone al desnudo las desigualdades estructurales que caracterizan las sociedades latinoamericanas y los altos niveles de informalidad y desprotección social, así como la injusta división sexual del trabajo y organización social del cuidado, que atenta contra el pleno ejercicio de los derechos y la autonomía de las mujeres”, indicó La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.
Según las nuevas proyecciones reveladas en este informe, la región registra una caída del PIB de -7,7%. La tasa de pobreza extrema se situó en 12,5 % y la tasa de pobreza alcanzó el 33,7 % de la población.
“Ello supone que el total de personas pobres ascendió a 209 millones a finales de 2020, lo que corresponde a 22 millones de personas más que el año anterior. De ese total, 78 millones de personas se encontraron en situación de pobreza extrema, 8 millones más que en 2019″, aseguró la Cepal.
Lo peor es la desigualdad
Adicional a esto, el documento indica que las brechas persisten, específicamente entre algunos grupos poblacionales. Por ejemplo, que la pobreza es mayor en áreas rurales, entre niñas, niños y adolescentes; indígenas y afrodescendientes; y en la población con menores niveles educativos.
Bajo esta perspectiva, los Cepal hizo una invitación a los gobiernos de la región para que garanticen la protección social universal como pilar central del Estado de bienestar.
Para el organismo es fundamental que en el corto plazo se sigan implementando transferencias sociales de emergencia. Es decir, pagos directos a la población más vulnerables, tales como el ingreso básico de emergencia (IBE), bonos contra el hambre, entre otros. En el mediano plazo, indicaron que se debe avanzar hacia un ingreso básico universal, que se enfoque sobre todo en la familias con niños, niñas y adolescentes.
Más aún si “hay una injusta división sexual del trabajo y organización social del cuidado, que atenta contra el pleno ejercicio de los derechos y la autonomía de las mujeres”, indica la Cepal, sobre lo cual, Bárcena expresa que “las mujeres son las más afectadas, su salida del mercado laboral ha sido muy contundente”.