El ritmo de producción industrial en Estados Unidos se desaceleró en mayo más de lo previsto, según los datos publicados el viernes por la Reserva Federal (FED, banco central), que también mostraron una caída de la producción manufacturera.
El aumento de la producción total fue de 0,2 % con respecto a abril, cuyos datos se revisaron al alza (+1,4 % frente al 1,1% estimado inicialmente). Esta cifra es mucho menor de lo esperado, ya que los analistas preveían una subida del 0,5 %.
En concreto, la producción manufacturera cayó un 0,1 %, con un fuerte descenso en el sector de la madera (-2,6 %), la maquinaria (-2,1 %) y los productos electrónicos e informáticos (-1,8 %).
La producción de automóviles, que sufrió el año pasado la escasez mundial de semiconductores, también se ralentizó: aumentó un 1,1% tras haber crecido un 3,3% el mes anterior. Además, entre los bienes duraderos, la producción de electrodomésticos disminuyó un 2,5 %.
La producción de servicios públicos (agua, electricidad) se desaceleró bruscamente hasta el 1,9 % tras el 5,5 % de abril (revisado al alza), debido a la caída del 4,5 % de la producción de gas natural y a la ralentización de la producción de electricidad (1,9 % tras un 5,2 %). En comparación con mayo de 2021, la producción industrial aumentó un 5,8 %.
La abrupta alza de los tipos de interés de la Reserva Federal (FED) y las promesas de mayores aumentos alimentan las advertencias de que la única salida al azote de la inflación en Estados Unidos es una recesión.
La FED sigue esperanzada en poder frenar la actividad y la demanda, enfriando el vertiginoso ritmo de la inflación, sin hacer descarrilar a la mayor economía del mundo. Pero crece el escepticismo sobre las posibilidades de éxito.
El banco central estadounidense subió el miércoles las tasas de interés de referencia en tres cuartos de punto, la mayor alza en casi 30 años, e indicó que es posible que se produzca un alza similar en julio.
¿Disenso en la FED por las tasas de interés?
La única integrante de la Reserva Federal (FED) que se opuso al fuerte aumento de los tipos interés de Estados Unidos dijo que disintió porque ese paso “añadiría incertidumbre” e inquietud a familias y empresas.
La presidenta de la Reserva Federal de Kansas City, Esther George, ha sido una firme defensora del alza de la tasa de referencia para frenar la inflación más galopante de Estados Unidos en más de 40 años.
Empero, fue la única integrante con derecho a voto que se opuso al alza de tres cuartos de punto anunciada el miércoles y prefería un aumento de medio punto.
“Con alta inflación y una economía ajustada, los argumentos para seguir eliminando la política acomodaticia son claros”, dijo en un comunicado.
“No obstante, la velocidad para ajustar la política de tasas es importante”, añadió.
La decisión de esta semana, el primer aumento de 75 puntos básicos desde noviembre de 1994, se produjo cuando la FED comienza a reducir la enorme reserva de activos acumulada durante la pandemia.
“Consideré que esa medida se sumaba a la incertidumbre política”, dijo, y agregó que “los cambios significativos y abruptos pueden ser perturbadores para los hogares y las pequeñas empresas mientras hacen los ajustes necesarios”.
Antes de la reunión de política monetaria de esta semana, los miembros de la FED habían anunciado su intención de subir los tipos de interés en 50 puntos básicos, pero el sorprendente resurgimiento de la inflación en mayo cambió su cálculo.
Esta postura agresiva del banco central estadounidense despertó el temor de que la mayor economía del mundo enfrente una recesión en su esfuerzo por frenar el aumento de los precios, exacerbado por la invasión rusa de Ucrania y los actuales confinamientos por el covid en China.
Con información de AFP.