Los líderes de los países de la Unión Europea (UE) iniciaron esta semana con una cumbre en medio de enormes esfuerzos para superar divisiones y hallar una vía que permita alcanzar un acuerdo sobre un embargo a las importaciones de gas ruso.
Los embajadores de los países del bloque realizaron el domingo una reunión de urgencia, que continuó en la mañana de este lunes, para encontrar camino a un acuerdo, pero fuentes coincidentes apuntaron que no se lograron avances importantes.
La propuesta del embargo al petróleo de Rusia hace parte del sexto paquete de sanciones de la UE, pero se estrelló contra la oposición de Hungría, que se justifica asegurando que esto podría ser una amenaza a la seguridad energética.
Precisamente esta negativa es la que ha llevado a que las conversaciones se extiendan por más de un mes, sin lograr resultados concretos que generen un impacto real en el Gobierno de Vladimir Putin, que mantiene su ofensiva contra Ucrania desde hace más de dos meses.
La idea lanzada para romper el estancamiento es proceder con un embargo “en dos fases”, dijo un diplomático europeo. La primera se concentraría en el petróleo ruso que llega a la UE por vía marítima.
De acuerdo con ese plan se adoptaría una segunda, centrada en el crudo que llega por oleoducto, aunque los detalles en particular sobre los plazos serían negociados “más adelante”, expresó el mismo diplomático.
Además, el acuerdo político para implementar ese plan en dos capítulos sería alcanzado “probablemente esta semana”, añadió.
Piden medidas más ajustadas a la realidad
Al llegar para una reunión en Bruselas, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, fue franca sobre las posibilidades de que en esta cumbre los líderes anuncien una postura definitiva sobre la propuesta del embargo al petróleo ruso.
“No creo que alcanzaremos un acuerdo hoy”, dijo Kallas, quien apuntó que sería “más realista” esperar ese entendimiento en la próxima cumbre europea, prevista para fines de junio.
Un borrador de la declaración de la cumbre, al que AFP tuvo acceso, menciona apenas que los líderes de la UE piden la adopción “sin demoras” del sexto paquete de sanciones, incluyendo el embargo “con una exención temporaria por el crudo entregado por oleoducto”.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, tiene previsto conectarse mediante videoconferencia a la reunión con sus homólogos europeos.
Ya se piensa en un sexto paquete de sanciones
Hungría, un país sin salida al mar, importa el 65 % del petróleo que consume desde Rusia a través del oleoducto Druzhba y, junto con Eslovaquia y la República Checa, han solicitado una excepción a la prohibición de importación.
Diplomáticos dijeron que se ha otorgado un retraso de dos años al embargo a los países afectados, pero que Budapest quiere al menos cuatro años y casi 800 millones de euros en fondos europeos para adaptar sus refinerías.
Reforzado por su reciente reelección, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, envió inclusive una carta al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la que expresó de forma explícita su deseo de que la cuestión del embargo petrolero sea discutida en la cumbre.
Adoptar un embargo “afectaría al menos 2/3 de las exportaciones de petróleo” de Rusia, destacó un funcionario europeo. Entre los puntos técnicos en discusión “debemos tener mucho cuidado de preservar el mercado común”, advirtió.
Además, estas medidas nuevas incluirían la retirada de más bancos de la red interbancaria Swift y la inclusión de nuevos nombres en la lista de funcionarios rusos sancionados.
Con información de AFP.