Un informe del Registro Único Nacional de Tránsito (Runt) indica que en 2022 en Colombia existían 18 millones de vehículos, de los cuales más de 8.200 son eléctricos y aunque no es una cifra menor, sí muestra que el país avanza a paso más lento que otras regiones. Tan solo en España, país que posee un número de habitantes similar a Colombia, se vendieron 36.452 carros eléctricos el año pasado, mientras que en toda Europa existen 1,57 millones de unidades.
En medio de la lucha contra el cambio climático, estas cifras llevaron a la Unión Europea a determinar que a partir de 2035 en su territorio quedará prohibida la venta de vehículos a gasolina y a diésel. No obstante, tuvieron que generar algunas medidas excepcionales para ciertas marcas que se declararon en contra del proceso, como Ferrari, por lo que solo se permitirán ventas de vehículos no eléctricos a aquellas compañías que produzcan menos de 10.000 unidades al año o que utilicen combustibles neutros.
Esta normativa surge por la necesidad de reducir la emisión de CO2 y los distintos contaminantes para el ambiente en al menos un 55% en los próximos años, una aspiración que también comparte el presidente Gustavo Petro, quien busca trabajar para reducir las emisiones contaminantes en el país, lo cual se evidencia en su plan de gobierno.
Faltan más
Teniendo en cuenta la cantidad de carros eléctricos y a combustión que ruedan en Colombia, es evidente que se requiere un aumento exponencial en las ventas de eléctricos para cumplir con las metas de reducción de emisiones.
Sin embargo, la principal barrera para aumentar el parque automotor de eléctricos está en la diferencia de precios con los de combustión, que puede ser casi del doble.
Un sondeo rápido evidencia que un carro a combustión se puede conseguir desde 30 millones de pesos, mientras que uno eléctrico, en su rango de precio más bajo, comienza en 60 millones de pesos, aún así el gobierno Petro parece empezar a buscar soluciones para reducir estos precios.
El mes pasado el mandatario se manifestó al respecto, sacudiendo la industria automovilística.
De convertirse esta idea en realidad, bajaría considerablemente el precio a los consumidores finales, pero esto no implicaría seguir los pasos de Europa.
Antecedentes
Si se repasa la historia, se encuentra que Petro mientras ocupaba el puesto de alcalde de Bogotá realizó un proyecto piloto en el año 2013, en el que intentó incluir de manera progresiva taxis eléctricos al servicio de la ciudad, no obstante este no fue exitoso.
El piloto incluyó 50 taxis eléctricos, los cuales poseían algunos beneficios, como por ejemplo, no tener pico y placa, sin embargo, a consecuencia de la pandemia y otros elementos coyunturales para el gremio, al cierre de 2020 solo 27 taxis quedaban operando.
Como político Petro se mostró crítico ante algunos discursos del gobierno Duque durante el año 2018 que buscaban promover los carros eléctricos, pues en su cuenta de Twitter, el hoy Presidente estableció más de una vez que el primer paso para acceder a este tipo de cambios es la transición energética.
Así mismo desde antes de iniciar su gobierno, el actual jefe de Estado ha puesto sobre la mesa la posibilidad de entregar subsidios a los carros eléctricos, al tiempo que se ha negado a prohibir los carros a combustión, a pesar de que en algún momento asomó la posibilidad de empezar a chatarrizarlos.
Quedaría por ver si el Presidente mantiene esa postura o si buscaría medidas más contundentes una vez arranque con su proyecto de transición energética, ¿estará en su mente la posibilidad de acelerar esta transición y afectar a los carros con motor de combustión?