Las difíciles coyunturas económicas que han dibujado en el contexto nacional en este principio del año, han obligado a distintos sectores vitales para la nación a buscar nuevas alternativas de producción y a la hora de llevar a cabo sus funciones.
Ante este escenario, la venta directa ha surgido como una opción de interés para los comerciantes, esta es reconocida como la venta de productos por parte de empresarios a consumidores sin ningún intermediario y de forma externa, es decir, fuera de alguna sucursal física.
Esta industria se ha encontrado en aumento dentro del territorio nacional, según cifras aportadas por la Asociación Colombiana de Venta Directa (ACOVEDI), el país está entre el top 15 mundial en cuanto al crecimiento y las ventas bajo estos conceptos.
De acuerdo a cifras más profundas de este sector, la ocupación está constituida por mujeres en un 84 % y hombres en un 16 %, y se define como una industria con factores vitales a diferencia de otros rubros como: facilidades de pago, rapidez de compra, variedad de productos, además de brindar una cercanía entre vendedor y comprador que es resaltada como importante para aquellos que participan en esta industria.
A través de estas cifras también es expresado por parte de la Asociación, que el 64,3 % de los compradores creen que la motivación para llevar a cabo esta modalidad de compra se debe a la calidad, el precio y la sostenibilidad, el 34,8 % resalta también las ofertas de productos y sus costos, mientras que un 38,5 % expresa gran importancia en lo referente a los precios, lo que en conjunto se une a la comodidad de no salir de casa y poder comprar productos de manera fácil, accesible y con una alternativa de compra competente frente a las demás industrias.
Las dinámicas de crecimiento de este sector han sido fuertemente impulsadas dentro del país, como lo explicó Elizabeth Acuña, Directora ejecutiva de ACOVEDI: “El amplio crecimiento del sector de venta directa en Colombia y la preferencia como alternativa económica de alto impacto ha generado una corriente en los colombianos para incursionar en modalidades complementarias para la generación de ingresos adicionales, como la venta directa”.
Agregó que “el resultado de crecimiento del sector evidencia además que las zonas más apartadas del país han iniciado procesos de ventas a través de las diferentes plataformas de las compañías pertenecientes a este sector, el cual ha potencializado la comercialización integral de productos de bienestar en la periferia nacional y zonas que antes no participaban tan activamente en esta industria”.
Durante el último año, el crecimiento reportado fue del 8% con más de 6 billones de pesos en ventas, entre los que resaltan los productos de cosméticos y cuidado personal con un 38,82%, ropa y accesorios con un 34,38%.
Finalmente, actores cercanos a esta industria aclaran que es regulada no solo por ACOVEDI, sino también por la Superintendencia de Sociedad y demás entidades que buscan que estas actividades se mantengan de una forma regular y acorde a la ley.
Como lo explicó Acuña: “De la mano con las autoridades sanitarias a nivel mundial, SuperSociedades y otras entidades en Colombia, hemos venido impulsando fuertemente el entendimiento de nuestro sector como un referente ético, de actividad decidida al que hay que dedicarle tiempo e información exacta y veraz. Esto no es de ´varitas mágicas´ o milagros como los muy cuestionados esquemas fraudulentos de captación ilegal, que condenamos y estamos dispuestos a denunciar todos los días, amparados en la ley 1700 de 2013, que además referencia a Colombia como único país en Latinoamérica con esta norma de protección al consumidor”.