Colombia no entrará en recesión en 2023, dice el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. Sin embargo, tampoco hay razones para hacer sonar los bombos y platillos. De hecho, el ´Índice de Seguimiento a la Economía (ISE), de mayo mostró las claras señales de la desaceleración, pese a que la cifra, de 0,65 %, se pasó a terreno positivo, luego de venir de un -0,78 % en abril.
El primer trimestre del año la economía tuvo una nota inesperada: 3 %, que abonó el terreno para que ahora se tenga la expectativa de que podrá soportar el coletazo que podría recibir en el segundo, cuando, si bien la expansión no sería inferior al 1,5 o al 2 %, según los pronósticos, habrá un sector que podría tener problemas y es el de la construcción.
Así lo sostuvo el jefe de la cartera de las finanzas públicas, en un foro internacional en el que se refirió al panorama que espera el gobierno para la segunda mitad de año.
Esa rama de la economía se divide en obras civiles y vivienda, ambas, consideradas como muy dinámicas en materia de generación de empleo. Pero además, cuando están andando, arrastran a otros sectores a su paso.
Según Bonilla, en el caso de obras civiles, la traba proviene de la dificultad para el cierre financiero de los proyectos, y ya la Gran Encuesta Integrada de Hogares, del Dane, ha dado señales del fuerte impacto en el empleo que viene ocurriendo en la construcción.
Por ello, en el segundo semestre, de acuerdo con lo expresado por el ministro, “se le otorgaron funciones a las entidades de la banca pública, para que contribuyan a hacer el cierre de estas obras”.
De igual manera, recordó que la CAF entrará de lleno a Colombia para hacer inversión en infraestructura (concretamente en la línea del metro de Bogotá).
Son $ 3 billones
No obstante, Bonilla también hizo un llamado a la banca comercial, pues aseguró que se requiere juntar al menos 3 billones de pesos para volver a encender esa locomotora (la de obras civiles).
En cuanto a la vivienda para los ciudadanos, el funcionario indicó que “identificó un problema entre el subsidio a la cuota inicial y el subsidio a la tasa de interés”, problema que habría quedado resuelto, desde la perspectiva de MinHacienda: “los dos subsidios funcionan a la par”. Serán 35.000 viviendas como mínimo y máximo 65.000 viviendas, dijo Bonilla.
Lo duro es levantarse
Justamente, el gremio de la construcción, Camacol, puso en la palestra pública la situación del sector vivienda, que requiere una reanimación, toda vez que, en el primer semestre de 2023 se comercializaron 64.266 viviendas, desde una cifra de 137.531 en igual periodo del año anterior, por lo que la caída registrada es de 53,3 %, de acuerdo con las estadísticas del gremio constructor.
“Es importante reactivar las ventas y utilizar el sector como instrumento contracíclico”, dijo el presidente de Camacol, Guillermo Herrera, quien subrayó que, “por décadas, la política de vivienda ha sido uno de los pilares del crecimiento económico del país”.
Un impulso contracíclico necesitaría de recursos adicionales “enfocados en la iniciación de nuevos proyectos, lo cual activará los encadenamientos productivos del sector y estimulará la generación de empleo en la construcción de edificaciones”, dijo el presidente de Camacol.
El líder gremial recordó los datos de Coordenada Urbana, según los cuales, ahora hay 107.339 viviendas de interés social, con más del 70 % de la oferta comercializada.
La expectativa desde el punto de vista laboral sería el impulso de cerca de 200.000 empleos, lo que se convierte en un círculo virtuoso para la demanda.