Los 11 votos negativos presentados en el debate en el Concejo de Bogotá, donde se aprobó finalmente el proyecto conocido como ‘Rescate social’, tienen fuertes argumentos para sustentar su posición.
No se trata de estar en desacuerdo con la aplicación de una política social en Bogotá, enfatizaron, sino, por el contrario, en alzar la voz para expresar que no ven el rescate social con el cual se justificó la adición presupuestal, por $1,9 billones, de los cuales, más de la mitad son para el transporte y, en particular, el rescate del sistema TransMilenio, y no para ayudar a la gente en su necesidad más apremiante: la alimentación.
Otros 26 concejales dijeron ‘sí' al proyecto de acuerdo, lo que condujo a su aprobación. Sin embargo, no hay que perder de vista las sustentaciones de los que no estuvieron de acuerdo.
Entre los 11 votos negativos estuvieron los de concejales de Colombia Humana, incluso del Polo Democrático, que forma parte de la coalición de Claudia López. Dijeron ‘no’ también otros cabildantes como Carlos Fernando Galán y Marisol Gómez.
Algunos se refirieron al Proyecto de Acuerdo como “viciado por irregularidades en el proceso y trámite que se le dio al priorizado, inicialmente en la Comisión de Hacienda y Crédito Público”. Carlos Carrillo, por ejemplo, señaló que no se permitió el debate de cada uno de los artículos, mientras que Susana Muhamad señaló como “inaceptable” el hecho de que hayan aparecido $5 mil millones para la Personería y Contraloría.
Los reparos de Galán
Uno de los mayores críticos del proyecto de acuerdo de Rescate social, de la alcaldesa Claudia López, fue el concejal Carlos Fernando Galán.
Al ser consultado por SEMANA sobre sus razones a la fuerte oposición que lideró en los debates, respondió que “el proyecto, en mi opinión, se vició en el trámite en la comisión, pues en lugar de debatir sobre un pliego de modificaciones concertado por los ponentes (el pliego sí permite, por ejemplo, que se presenten proposiciones sustitutivas en un artículo), se pactó una proposición sustitutiva de todo el articulado”.
Ese accionar, desde el punto de vista de Galán, fue una jugada que cerró posibilidades, puesto que “la sustitutiva no permite modificaciones sobre un artículo”. En ese contexto, agregó que había concejales que tenían proposiciones sobre artículos y “no dejaron debatirlas”.
En realidad es un rescate a TransMilenio
Para el concejal, que está en las filas políticas por un Nuevo Liberalismo, “el Concejo obligó a sincerar el debate: de un rescate social con cerca de $1,7 billones –originalmente– pasamos a un rescate social menor y –más aún– a un rescate al sistema de transporte mayoritario en el proyecto”. Esto, pese a que la adición presupuestal, finalmente, quedó en $1,9 billones.
Desde la perspectiva de Galán, “cuando la alcaldesa presentó el rescate social no mencionó la palabra TransMilenio y Sistema Integrado de Transporte, cuando más del 60 % del proyecto es para eso”.
Al concejal no le cabe en la cabeza que el tema se haya dejado crecer tanto. “Preocupa que el gobierno distrital haya dejado llegar la situación hasta que estamos a semanas de que deje de operar el sistema de transporte”.
¿Y los pobres qué?
El incremento en la pobreza en Bogotá durante la pandemia, que pasó del 27,2 % en 2019 al 40,1 % en 2020, fue una de las razones esgrimidas por la Secretaría de Hacienda en el momento de sustentar el proyecto de Rescate social en el Concejo.
Sin embargo, la almendra del tema se fue encogiendo. La propia presidenta de la Corporación, María Fernanda Rojas, ratificó su apoyo a los elementos del proyecto enfocados a temas sociales, pero votó negativamente los artículos que implicaban trasladar recursos a TransMilenio.
Galán, por su parte, enfatiza en que habrá “menos recursos en 2021 para lo social de lo que anunció la alcaldesa” y se ubicó en el lado de los que no entienden qué tiene que ver con el rescate social la asignación de $5 mil millones para Contraloría y Personería.