En el primer round alrededor del proyecto de ley de financiamiento el gobierno cayó a la lona. Pese a que muchos parlamentarios habían adelantado que estaban en contra de la propuesta, no dejó de sorprender que, por mayoría, los congresistas aprobaron el archivo de la iniciativa, con la cual, se pretendía obtener 9,8 billones de pesos para financiar el presupuesto 2025.
La jornada fue de locura. Dos parlamentarios del Centro Democrático: Miguel Uribe y Christian Garcés, presentaron de manera individual, las ponencias negativas, la cual, si eran aprobadas, el efecto sería el hundimiento, y así sucedió.
La votación fue diciente. Como se trataba de una sesión conjunta, entre las cuatro comisiones económicas del Congreso, cada una votaba con llamado a lista y marcación de su decisión.
Así fue la votación
Comisión Tercera de Senado: 8 votos por el sí, implica que era aprobada la ponencia negativa. Se registraron 6 por el no y dos parlamentario dejaron constancia de que se equivocaron al votar: Efraín Cepeda y Juan Carlos Garcés (iban a votar sí al archivo y terminaron diciendo no, creyendo que era no a la ley de financiamiento).
Comisión Cuarta Senado: 8 votos por el sí, igualmente aprobada. Hubo 6 votos por el no y constancia de Juan Diego Echavarría, quien también quería votar positivo al archivo y se equivocó.
Comisión Cuarta Cámara: 16 votos por el sí, avalaba la ponencia negativa. Se registraron 10 por el no.
Comisión Tercera de Cámara: 17 votos por el sí (aprobada la ponencia negativa). Entre tanto, fueron 12 votos por el no.
Confusión
En el debate, que iba a ser el primero de dos que requiere un proyecto como la ley de financiamiento, se presentó una gran confusión.
Tan pronto como fue anunciado que había ganado el hundimiento de la propuesta legislativa, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, pidió intempestivamente la reapertura de la votación, alegando que se había equivocado.
Por un momento no se entendía si su petición era para salvar o terminar de hundir la iniciativa que tenía la misión de completar el presupuesto general. En realidad, lo que buscaba Cepeda era aclarar que él era partidario del no a la ley de financiamiento, pero había votado equivocadamente que al decir no estaba avalando la continuación del debate para que avanzar la propuesta.
Lo que tenía la ley que ahora no se dará
El primer indicio de que el gobierno de Gustavo Petro tramitaría una segunda reforma tributaria en solo dos años de administración se dio con una noticia alentadora: sería para la reactivación económica, por lo cual, se le bajaría el impuesto de renta a las empresas, del 35 % actual, hasta el 27 % en el caso de las Mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas).
Posteriormente, cuando llegó la hora de presentar el proyecto de ley, ya se le había dado el giro: sería una ley de financiamiento, por lo que se puso en el Presupuesto de 2025, que lo recaudado en dicha propuesta sería una de las fuentes de fondeo.
El primer golpe contra el gobierno se produjo cuando el proyecto de presupuesto no fue debatido, lo que automáticamente lo llevó a tener que ser aprobado por decreto presidencial.
El gobierno, representado por el director de Planeación Nacional, Alexander López, sacó un listado de efectos graves que se darán ahora, tras el hundimiento de la ley de financiamiento. Por ejemplo, mencionó que se tendrán que reducir los subsidios a vivienda prioritaria en el próximo año, mientras que el ministro de Minas, Andrés Camacho, sostuvo que se afectará la opción tarifaria, que es la autorización que buscaba el gobierno para poder pagar la deuda pendiente que tienen los usuarios con las empresas distribuidoras de energía, y que les encarece la factura del servicio, principalmente en la región Caribe.
El estrene del nuevo ministro de Hacienda
Durante la jornada, que empezó a las 3 de la tarde en la sesión conjunta, el ministro de Hacienda, Diego Guevara, quien aún ni siquiera se ha posesionado en el cargo, intervino.
Manifestó que era una reforma necesaria, pues los recursos se requieren para aumentar la inversión, que es justamente lo que reclama el país. El rifirrafe no se hizo esperar, luego de que el funcionario sostuviera que el proyecto de ley, era, inclusive, más pequeño que otros que han sido aprobados en el Congreso. En respuesta, el representante a la Cámara Óscar Darío Pérez, salió a decir que no había tal, “el proyecto de ley tiene medidas gravosas”, y mencionó por ejemplo el cambio introducido en el impuesto al patrimonio; el aumento en el impuesto de renta en un 5 %, en uno de los rangos de la tabla del Estatuto Tributario, entre otros.