El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), más de 90 organizaciones y ONG, así como centros de pensamiento y líderes, hicieron un llamado a los bancos centrales y a los supervisores financieros a usar todas las herramientas disponibles para abordar la crisis de pérdida de biodiversidad y cambio climático, “reconociendo los riesgos financieros que estas crean”.

Este llamado a la acción establece pasos tangibles para que los bancos centrales y los supervisores financieros limiten sus impactos ambientales y climáticos, se protejan ante futuros riesgos, y usen su rol en el mercado para influenciar un cambio más amplio.

Además, hace énfasis en que los impactos ambientales actuales generan los riesgos de mañana y, por ende, a los bancos centrales y a los reguladores financieros les corresponde tomar acción preventiva.

“Los bancos centrales y los supervisores financieros están para proveer estabilidad financiera y de precios. Sin una acción urgente que entienda y administre mejor los riesgos asociados al clima y a la naturaleza, estos van a tener impactos macroeconómicos significativos”, aseguró Margaret Kuhlow, líder global de la Práctica de Finanzas de WWF.

Este llamado llega cuando los hacedores de políticas económicas internacionales están por reunirse en encuentros decisivos en los próximos meses, incluyendo la Reunión de Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G20, la Cumbre de Jefes de Estado del G20, la COP27 de cambio climático y la COP15 de biodiversidad.

WWF y las más de 90 organizaciones y ONG urgen a los bancos centrales y a los supervisores financieros a adoptar una naturaleza positiva para 2030, limitando el calentamiento global a 1,5 °C, y lograr emisiones netas cero para 2050 como medidas clave para sus mandatos.

Hasta 24.000 millones de dólares de bienes podrían estar en riesgo con un calentamiento de 2,5 °C. | Foto: © Andy Kenworthy - WWF Colombia

Así mismo, deben impulsar la transformación económica, asegurando políticas monetarias e instrumentos de regulación financiera que reflejen mejor el costo económico y el riesgo financiero de las actividades económicas, empresas y sectores “siempre dañinos para el medioambiente”, ya que estos activos representan los riesgos financieros más altos.

También instan a hacer que todas las instituciones financieras publiquen planes de transición “creíbles” para la biodiversidad y el cambio climático.

De acuerdo con WWF, los instrumentos de política monetaria y regulación financiera deben abordar la importante inestabilidad financiera y de precios causada por la pérdida de biodiversidad y el calentamiento global que seguirá aumentando.

Cada año WWF monitoreará y reportará el progreso de los bancos centrales y los supervisores financieros frente a esta crisis. | Foto: Esteban Vega La-Rotta / WWF

La economía global y el sistema financiero están profundamente embebidos en la naturaleza, pero la naturaleza se está perdiendo a una velocidad sin precedentes. Al absorber los gases de efecto invernadero, los ecosistemas saludables podrían proveer el 37 % de la mitigación necesaria para limitar el aumento global de temperatura a 1,5 °C.

Pero el cambio climático, la pérdida de hábitat y biodiversidad causada por el hombre, como la deforestación y la conversión de la tierra, y otros factores clave de la pérdida de la naturaleza, socavan este proceso y liberan más CO₂ del que se puede absorber.

“Nueva evidencia sobre el impacto de las temperaturas muy altas en los precios también demuestra que las temperaturas extremas tienen efectos notables en la evolución de los precios”, aseguró WWF.

Los niveles actuales de pérdida de naturaleza podrían costarle a la economía global 2.700 millones de dólares anualmente para 2030 y hasta 24.000 millones de dólares de activos financieros podrían estar en riesgo con un calentamiento de 2,5 °C. “Si la alerta global no disminuye, esta podría crear un mundo que no puede asegurarse, debido a los riesgos climáticos y a sus impactos”, advirtió WWF.

Además, aseguró que cada año monitoreará y reportará el progreso de los bancos centrales y los supervisores financieros para dirigirse a la doble crisis por medio del Rastreador de Regulaciones Financieras Sostenibles y Actividades del Banco Central (Susreg). La próxima evaluación será publicada en diciembre de este año.