La nueva preocupación que se cierne sobre los colombianos que son usuarios del servicio de transporte público de taxis en las principales ciudades del país, donde millones de personas necesitan trasladarse, motivó un nuevo pronunciamiento del Ministerio de Transporte.

La incertidumbre con el impacto que está causando el precio de la gasolina en Colombia se hizo mayor entre el sector de taxis, pues si un carro particular se puede dejar parqueado, en el caso de ellos no hay alternativa: es su forma de generar ingresos para sus hogares.

Los aumentos en el precio de la gasolina ya se han aplicado durante varios meses y aún falta. | Foto: Peter Dazeley

Con esa prerrogativa, se iniciaron mesas de trabajo alrededor de 17 puntos que inquietan a los taxistas, dos de los cuales son los más álgidos: el de la informalidad del servicio que se presta a través de las plataformas y que constituye para ellos una competencia desigual, y el incremento del precio de la gasolina, lo que ha llevado a que se les encarezca el costo de prestar el servicio.

Ante esa situación, los taxistas, sentados con el Ministerio de Transporte en 17 reuniones, con la amenaza de que realizarán un paro nacional el 9 de agosto, si no tienen una solución, pidieron que les apliquen una especie de exención, de manera que no les cueste tanto tanquear un vehículo.

Sin embargo, este lunes el viceministro de Transporte, Carlos Enríquez, salió a expresar que, si bien están dispuestos al diálogo, también es cierto que hay cosas que no se pueden negociar. Es el caso de un subsidio al precio del combustible, lo que, de primerazo, quedaría descartado.

Lo que sí está en revisión es justamente el tema que prendió las alertas entre los usuarios del servicio, y es la posibilidad de un incremento en las tarifas. Al respecto, el viceministro dijo que tienen en revisión el tema y que, además, se expidió una circular que tiene como objetivo convocar a la participación, hasta el 21 de julio, de todos los que tengan que hacer observaciones alrededor de la medida.

El objetivo es definir cuál sería el mejor camino para aplicar nuevas tarifas, sin que se cause un fuerte impacto en el bolsillo de los colombianos, teniendo en cuenta que los taxistas también están padeciendo el incremento en el precio del combustible.

Viceministro de Transporte, Carlos Eduardo Enríquez Caicedo. | Foto: Semana

Así las cosas, Enríquez dijo que revisará las tarifas del servicio de taxi en las próximas semanas para definir el alza correspondiente.

El funcionario confirmó que hasta el momento ya han tenido casi una veintena de reuniones con los taxistas, diálogos en los cuales ya se ha definido que las tarifas en el servicio de taxi tendrán un alza que aplicará en próximas semanas, luego de que se definan los topes. “En las reuniones con el gremio de taxistas solicitamos la información suficiente para tener todas las cartas sobre la mesa”, argumentó el viceministro.

Enríquez aseguró que ya se han recibido varias alternativas sobre las cuales se dará la negociación, en la que, sin embargo, el Gobierno también hará su propuesta. El objetivo último tendrá que ser buscar el equilibrio, para que no salgan afectados ni los trabajadores que prestan el servicio ni los usuarios.

Entretanto, en lo que no habrá margen de negociación será alrededor de la petición que hicieron los taxistas, para que les den un trato preferencial con las tarifas de combustible.

Al respecto, el viceministro fue enfático en señalar que es algo que está descartado. “Cuando llegamos al Gobierno encontramos un déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los combustibles, que ascendía a 50 billones de pesos. Debemos tener claridad en que no podemos abrir un espacio más que nos permita incrementar esa deuda”.

Enríquez, si bien reconoció que el sector del taxismo tiene diversos problemas, están en la búsqueda de soluciones, por lo cual anticipó que podría haber buenas noticias en los próximos días.

El asunto es de plata. Si se deja de subir el precio de la gasolina se afectan las finanzas públicas; si se continúa, los colombianos podrían no disfrutar por mucho tiempo la inflación a la baja. | Foto: Atilla ALTUN