Finalmente, la junta del Banco de la República tomó la decisión, alrededor de la cual venía presionando el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, junto con otros sectores del país que pedían de manera insistente una baja en las tasas de interés, para no seguir ahogando el consumo de los hogares, que se han mostrado temerosos de tomar créditos caros.
Los integrantes del equipo que maneja la política monetaria en Colombia decidieron soltar un poco el apretón que venían haciendo y bajar las tasas de interés en 0,25 %, con lo cual quedan en 13 %, después de haber permanecido en 13,25 % durante meses, sin que todos los expertos se pusieran de acuerdo en empezar el ciclo bajista, principalmente por los riesgos que hay para que la inflación siga estando en dos dígitos.
La aplicación de la política monetaria, cuyo resultado ha permitido que la inflación baje durante 8 meses, causó estragos en la economía, según algunos análisis.
En primer lugar, el encarecimiento de los créditos en Colombia habría frenado sectores clave como el de la construcción, del que hacen parte obras civiles y vivienda. El cierre financiero de la compra de apartamento o casa, por ejemplo, se volvió difícil, inclusive para las personas que tenían subsidios.
Además, las entidades financieras también se han visto en apuros, con una fuerte reducción en sus utilidades y el riesgo de que la cartera existente se vuelva morosa, ante la imposibilidad de las personas de cumplir sus obligaciones.
El banco defiende el apretón
Entre tanto, para el Banco Central, dicho aumento fue parte de una estrategia con la que buscaban enfriar la economía, disminuyendo el consumo, y así buscar meter en cintura la inflación, que ahora (según el dato de noviembre) se ubica en 10,15 %.
La decisión fue tomada luego de que la junta directiva concluyera su reunión de diciembre, la última del año. Villar tomó la vocería e informó que cinco directores estuvieron a favor y otros dos en contra de la leve baja en las tasas.
Entre los elementos que mencionó Villar, que tuvieron en cuenta los integrantes de la junta, se destaca el dato de inflación, que continuó por la senda decreciente, la cual tomó desde hace 8 meses. En particular, se resaltó la inflación de alimentos, que se ubicó en 8,25 %, inferior en más de 2 puntos porcentuales a la registrada en octubre.
Pero siguen presiones al alza
Aparte de los alimentos, “el rubro de regulados continuó presionando la inflación al alza, debido a los incrementos en los precios de los combustibles y la energía”, sostuvo el gerente del Banco.
En general, las expectativas de inflación –a distintos plazos– mostraron comportamientos mixtos. Así las cosas, “la mediana de los analistas encuestados por el Banco de la República elevó su pronóstico para fin de 2024 de 5,2 % en noviembre a 5,7 % en diciembre. Pero sus expectativas de inflación en un rango de 2 y 5 años permanecieron estables y se ubican en 3,8 % y 3,0 %”, es decir, dentro de la meta del Emisor.
No se amañen, pueda que no sea sostenida la reducción de tasas
Villar aseguró que pese a que se dio una reducción en tasas en esta junta de diciembre, la actividad económica sigue desacelerándose, pues el más reciente dato del índice de seguimiento de la economía registró una variación anual negativa (- 0,4 %), para octubre. De completarse dos trimestres con el mismo comportamiento, los analistas estiman que el país entraría en recesión, lo que, sin embargo, fue desvirtuado por el gerente del Emisor: “no tenemos en el escenario una recesión”.
El vocero de la junta señaló que la baja aplicada no implica que van a estar reduciendo las tasas en todas las juntas venideras. En todo caso, reitera que continuarán monitoreando el panorama.
El equipo técnico del banco recordó que su pronóstico de crecimiento para 2023 es de 1 %, pese a la clara desaceleración de la economía en octubre.
Condiciones externas, mejorando
Respecto al déficit en la cuenta corriente, Villar explicó que el ajuste de la actividad económica hacia niveles más compatibles con la capacidad productiva de la economía ha contribuido a cerrar esta brecha. “Se estima que como proporción del PIB disminuya desde el 6,2 % en 2022 al 2,8 % en 2023. Esta mejora en la posición externa del país hace que la economía sea menos vulnerable ante eventuales deterioros en el contexto global”, comentó.
Finalmente, el gerente del emisor concluyó su intervención, asegurando que las condiciones externas parecen haber mejorado, pues en un entorno de inflación global, se mantiene una tendencia decreciente de este fenómeno.
Se refirió al caso estadounidense, asegurando que la tasa de interés de la política monetaria de la Reserva Federal, según las más recientes proyecciones, tendría un sendero más bajo que el que se había previsto anteriormente. Por esa razón el peso colombiano se apreció frente al dólar y la prima de riesgo soberano de Colombia vio una reducción.
Banco de la República hace un llamado a la cautela frente a la decisión del salario mínimo
La junta también hizo un llamado a los actores que se encuentran definiendo el salario mínimo en el país, pidiendo que el ajuste a este rubro se haga con cautela, para que su aumento no exceda la variación del IPC en 2023. “Lo anterior teniendo en cuenta las ganancias en poder adquisitivo que se obtuvieron en 2023 y que se esperan en 2024 como resultado de la caída prevista de la inflación”.
El banco además reiteró que la decisión adoptada es coherente con el objetivo de llevar la inflación hacia su meta de 3l %. También reafirmó que las futuras decisiones dependerán de la nueva información disponible.