En un año, desde septiembre del 2021, el Banco de la República ha aplicado una persistente política de incremento en las tasas de interés de referencia y lo volvió a hacer este 29 de septiembre, cuando subió 100 puntos básicos a la cifra que se tenía: 9 %, con lo cual, ahora quedan en 10 %.

Con ello, durante todo ese lapso, las tasas de interés han subido 825 puntos, lo que, sin embargo, no ha logrado frenar el consumo, el cual está apalancado en el crédito, alto que tarde o temprano le pasará una alta factura a los colombianos. “Si hoy hacen un mayor gasto, con créditos, en el futuro tendrán que recortar gastos”, advirtió Leonardo Villar, gerente del Emisor.

La inflación, que es el motivo por el cual el Emisor aplica la política monetaria de subir las tasas de interés (para que se encarezcan los créditos y la gente le ponga freno al consuma), podría aguar la fiesta de diciembre, o al menos hacer pensar dos veces lo que se va a comprar para las celebraciones, pues si ya los precios de los productos están por las nubes, la escalada sigue.

Cuando se pensaba que Colombia podía entrar en una senda de moderación del precio de los alimentos, que era uno de los que más estaba pesando en el indicador (IPC) de los últimos meses, ahora viene el alza en el precio de la gasolina, previsto desde octubre, de forma mensual, hasta que termine el año, para luego tomar una decisión nueva a partir de 2023.

Efecto de subir precio de la gasolina

No obstante, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, dijo que, por ahora, solo con un incremento mensual del precio de la gasolina, sin incluir el ACPM, es poco lo que el precio de ese combustible pondrá en el incremento de la inflación. Hay que recordar que subirá en 200 pesos por galón, a partir de octubre. “El efecto es de menos de 2 décimas”, confirmó el funcionario.

Menor ritmo de la economía

Aún así, el panorama que viene no está para nada despejado. La desaceleración de la economía global es inminente y Colombia no será ajena. Por lo cual, el equipo técnico del Banco de la República también anunció que reduce su pronóstico de crecimiento para el 2023, el cual pasó de 1,1 % a 0,7%. Por el contrario, para el cierre de este año el ritmo de actividad económica en 2022 fue incrementado, de 6,9 % a 7,8 %. “Hasta el segundo trimestre las cifras han sido positivas, pero se empieza a ver señales de desaceleración”, dijo Ocampo.

Salarios y precios

El ministro Ocampo fue uno de los que más se refirió a las circunstancias que rodean una inflación al alza, la cual que no cede terreno. Recordó lo sucedido a finales de 2021, cuando empezó la crisis de suministro, debido a la falta de contenedores para transportar productos por el mundo y los hogares tenían ahorros acumulados de un 2020 sin mucho en qué gastar. Esos hechos, que por demás llevaron a que se diera una recuperación más rápida de la economía, se sumó al fuerte impacto ocasionado por la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que ha presionado los costos y llevado los precios a niveles que ya están siendo insostenible para los hogares.

Tanto así que, el incremento del salario mínimo, que fue superior al 10 %, se lo tragó ya la inflación. Ocampo habló de la indexación de salarios y precios, fenómeno que es muy perjudicial y es una especie de bola de nieve que arrastra todo lo que han en la economía.

“Con una inflación más alta los empresarios comienzan a fijar sus precios basados en la inflación al alza, los trabajadores empiezan a exigir mayores incrementos en los salarios”.

Pilas con los créditos

Lo grave es que suben las tasas, lo que técnicamente se traduce el consumo de los hogares sigue disparado, lo que preocupa, pues la gente está adquiriendo productos a punta de crédito. De hecho, el incremento en la toma de crédito de consumo es de 23 %, algo que ya está revisando la Superintendencia Financiera, según confirmó Ocampo.

El pronóstico de inflación de los analistas, en general, sigue en su senda ascendente, teniendo en cuenta que se mantienen los riesgos externos de una recesión económica y continúa la guerra entre Rusia y Ucrania, que también impacta la inflación global. De hecho, estiman que cerraría el año en 11 %, teniendo en cuenta que el Banco aún puede aplicar otro incremento en las tasas en lo que queda del año.

Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar. | Foto: Banco de la República

¿Cómo votaron?

Según la lectura de la decisión, Villar dijo que fueron seis directores los que votaron a favor de esta decisión, mientras que un miembro de la Junta votó por un incremento de solo 50 puntos básicos.

Dentro de lo que tuvo en cuenta el equipo que rige la política monetaria de Colombia está: “la inflación total en agosto se situó en 10,8% por encima del 9,9% anual esperado por el equipo técnico. La inflación básica (sin alimentos ni regulados) mantuvo una tendencia creciente superior a la estimada, y alcanzó el 6,9% anual en dicho mes”.

Así mismo, las expectativas de inflación de mediano plazo aumentaron y se situaron lejos de la meta de 3% que ha tenido el Banco. “En el caso de los analistas económicos, la encuesta del Banco de la República mostró que entre agosto y septiembre la expectativa de inflación para el final de 2023 pasó de 5,5% a 6,3%, según la mediana de la muestra”.