La inflación que se presentó en el ámbito nacional durante el inicio de este año impactó de manera incluso mayor la desaceleración que ya estaba proyectada desde finales del año pasado, como una de las dificultades a afrontar en este periodo económico.
Sin embargo, los más afectados por esta dinámica monetaria fueron los colombianos, que empezaron a ver cómo sus productos de consumo diario empezaban a subir de precio a causa de una inflación que no cedió hasta meses después.
Esto se sumó a algunas coyunturas sociales y territoriales, que afectaron el campo o el ganado, y generaron, en primer lugar, escasez para algunos alimentos; por otro lado, nuevas presiones económicas para los bolsillos, que cada vez poseían menos fondos para costear los gastos diarios.
Esta problemática se extendió por todo el continente; de hecho, según un estudio realizado por la firma Kantar, estos efectos son compartidos en países como El Salvador, México, Chile, Perú, Argentina y más naciones que fueron analizadas, de acuerdo con las tendencias sociales que se vienen presenciando en estas regiones, encontrando que los precios de alimentos en América Latina han registrado un aumento de hasta el 43,9 % en promedio.
No obstante, algunos alimentos de la canasta básica permitieron que hubiera cierto alivio a nivel nacional y que las presiones cedieran en la alimentación diaria de los colombianos, al menos mientras la inflación alcanzaba su techo.
Según proyecciones y análisis de La República, y realizados a partir de las bases de datos del Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario (Sipsa), entre los alimentos que más bajaron de precio durante esta primera mitad de año resalta el limón tahití, con una caída del 80 % en el costo de su kilo.
Esta lista es complementada por la cebolla, con un descenso del 78 %; la pera nacional, con 71 %; remolacha, con 68 %, y la acelga, con 59 %. En cuanto a verduras, es destacable el descenso en el repollo verde, pimentón, pepino, habichuela y lechuga.
Mientras que para frutas, este descenso se ha resaltadp en el melón, la piña y la papaya. Este descenso ya se viene marcando desde mayo, cuando se explicó que la inflación podría haber llegado a su techo.
De acuerdo con el Boletín de Precios de Productos Agropecuarios, realizado por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra), las frutas frescas, las cebollas y las papas negras presentaron importantes disminuciones en sus precios. Sin embargo, el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, resaltó otros factores:
“Hay un mejor abastecimiento en el país. Los productos como frutas y verduras vienen bajando de precio, hay más cosecha y están llegando a las centrales de abasto y a las tiendas. El país está abastecido y los colombianos están comprando”, aseguró Bonilla de manera optimista.
Las entidades ya han expresado que este descenso progresivo de la inflación no se traduce directamente en que todos los precios presentarán una disminución, sino que los productos podrían seguir un aumento en su costo, solo que a un ritmo más lento. Es un valor que sí presentaría disminuciones progresivas durante el año, en caso de que la inflación continúe su descenso durante los próximos meses.
De esta manera, se espera que ese índice continúe en una tendencia bajista, que permita que los colombianos posean mayor capacidad de gasto y un alivio ante las presiones que protagonizó la economía nacional durante este inicio de año, esperando así un mejor panorama para la segunda mitad de 2023.