La canasta familiar para los colombianos sigue por las nubes. En agosto, mes en el que tradicionalmente los alimentos son baratos, en esta ocasión presionaron el indicador mensual, que se ubicó en 1,02 % frente al 0,45 % que se registró en igual mes del 2021.

La inflación anual se ubicó en 10,84 %, el segundo mes consecutivo con dos dígitos, cifra que fue impulsada por el alto costo de los arriendos y los servicios públicos, además de los alimentos.

Mientras tanto, en lo corrido de este año (en los primeros 8 meses de 2022), el indicador se ubicó en 9,06 % en comparación con el 3,93 % que se registró en igual periodo del año pasado.

El principal responsable del incremento en la inflación colombiana sigue siendo el componente de los alimentos. En agosto, según informe presentado por el Dane, la comida subió en 1,85 %, algo que cambia totalmente la tendencia que se tenía en el país, pues en el octavo mes del año siempre los alimentos eran los que presionaban a la baja el indicador. En la variación anual, los alimentos aumentaron en 25,27 %, cifra que se mantiene alta, pese a que en comparación con julio tuvo una ligera reducción.

De acuerdo con el reporte del Dane, la mayor contribución a este alza, fue de parte de los huevos, cuyo incremento mensual fue del 3,32 %, y aportaron 0,03 puntos. Igual aporte que tuvieron las frutas frescas, cuyo incremento fue del 3,18 % y la cebolla, cuya variación fue del 11,70 %.

A su vez, las papas presionaron un poco a la baja, pues contribuyeron negativamente en 0,04 puntos y la variación porcentual fue del -9,31 %.

Otros precios altos

En los datos de la inflación se retrata la realidad económica que están teniendo los hogares colombianos. Los arriendos están subiendo porque indexan la inflación que es con la cual se calculan los cánones mensuales. En consecuencia, cuando los contratos de arrendamiento se vencen y se renegocian, registran los incrementos que están mostrando las estadísticas. De igual manera, los servicios públicos se están ajustando, debido a que en la época de la pandemia fueron congelados, lo que ha llevado a las empresas prestadores a ponerse al día. Y en el caso de la comida en restaurantes, lo que explica las alzas es el precio de alimentos, el de los servicios y de los combustibles, pues todo se traslada al consumidor.

De acuerdo con la información presentada por Julieth Solano, subdirectora (e) del Dane, además de los alimentos, otros segmentos que ejercieron presiones inflacionarias en los datos individuales del mes fueron los bienes y servicios, lo que muestra el retorno total de la gente a utilizar la oferta de la vida cotidiana (1,54 %).

Por el lado de los restaurantes y hoteles, también pusieron intensidad a la inflación de agosto con un indicador de 1,45 %, mientras que los artículos para el hogar siguieron su tendencia de precios altos, con una variación de 1,33 % en el octavo mes. En este último componente, dentro de lo que más subió de precio fue el jabón de tocador y el papel higiénico.

Cúcuta, la ciudad con más inflación de Colombia

Si las noticias sobre el nivel de precios son desalentadoras para todos los consumidores, se podría decir que son más abrumadoras para los habitantes de Cúcuta, capital que lleva ya varios meses con el triste récord de tener la inflación más alta del país.

Inflación en las ciudades a julio de 2022 | Foto: Dane

En julio el costo de vida de esta ciudad fue de 14,09 por ciento, casi cuatro puntos porcentuales por encima del promedio nacional y casi cinco por encima de Bogotá, la ciudad que registró el nivel más bajo.

“En todo el país, los precios están subiendo porque hay mucha demanda, pero en el caso de Cúcuta hay más presión por las compras que hacen las familias venezolanas de la frontera, que, así sea a través de las trochas, se abastecen de comida en esa capital. Es más, muchos productores de alimentos colombianos han seguido surtiendo a las tiendas y a los comercios venezolanos, así no sea por los conductos regulares”, explica un experto del Banco de la República.

En efecto, la presión del vecino país deja huella económica en las zonas fronterizas, pues los venezolanos también buscan economía, y, aunque los precios han subido en Colombia, la inflación acá es inferior a la del otro lado de la frontera. Estimaciones de LatinFocus Consensus indican que, al cierre del segundo trimestre, la inflación en Venezuela era de 178 por ciento, una cifra escandalosa que, no obstante, es menos mala que la registrada en el primer trimestre, de 284 por ciento.