La caída en el precio del dólar que rompió la barrera de los 4.000 pesos ha generado una sensación de alivio en materia económica en el país. Así como cuando superó los 5.000 pesos y las alarmas se encendieron, la corrección del precio de la divisa ha tranquilizado los mercados.
Le ha quitado presión a la inflación, en especial en las materias primas importadas como fertilizantes y alimentos para animales, al igual que en productos terminados como electrodomésticos y celulares. Pero no es el único factor que está generando un bálsamo en materia económica.
Como señala un reciente informe de Corficolombiana, titulado ‘Alivio en condiciones financieras mejora perspectivas macroeconómicas de Colombia’, las condiciones financieras locales han mejorado más de lo previsto en los últimos meses, no solo gracias a la apreciación del peso, sino también a la valorización de los títulos de deuda pública, en línea con una menor percepción de riesgo país y mejores perspectivas de la economía global.
Para esta firma, “la apreciación del tipo de cambio reforzará el proceso desinflacionario en los próximos meses, especialmente en el componente de bienes, que reemplazaría a los alimentos como la principal fuente de ajuste a la baja. Lo anterior tendría efectos tanto en el componente núcleo como en las expectativas de inflación, dando espacio para que el Banco de la República inicie su ciclo de recortes a finales del año”.
Otros efectos favorables que considera el análisis de las mejores condiciones financieras y cambiarias son la reducción de la deuda del Gobierno nacional central —como porcentaje del PIB—, menores presiones en el pago de intereses de la deuda e incluso el poder reactivar las emisiones en el mercado de deuda corporativa.
Sin embargo, esta tendencia favorable contrasta con los esperados datos de desaceleración económica que han sido más marcados a lo largo del segundo trimestre. A pesar de ello, el sector privado comenzará a incorporar paulatinamente unas condiciones financieras y cambiarias menos adversas, aliviando parte del deterioro evidenciado hasta el momento.
Para Corficolombiana, tras meses de desvalorizaciones y fuerte volatilidad, los activos locales empiezan a descontar una menor percepción de riesgo país en el corto plazo, así como un menor grado de incertidumbre externa. “Esta sorpresa positiva representa un alivio importante para las condiciones financieras y cambiarias actuales y de los próximos meses, pues mitiga parcialmente la presión en materia de costos y financiamiento del sector privado, contribuye a una mayor desinflación de bienes y reduce la presión de la deuda del país denominada en dólares”, explica en el análisis.
Recuerda cómo la semana del 17 al 21 de julio, el precio del dólar se situó por debajo de los 4.000 pesos en varias jornadas consecutivas, los niveles más bajos desde junio de 2022 y acumulando una apreciación del peso cercana al 20% desde finales de febrero.
En el mismo sentido, los TES tasa fija han registrado valorizaciones significativas, lo cual se refleja, por ejemplo, en que la tasa del TES a 10 años en moneda local ha caído más de 320 puntos básicos en los últimos cuatro meses. “Lo anterior representa una mejora significativa para los costos financieros y no financieros de las empresas, si bien los efectos sobre la actividad real tardarán algunos meses en hacerse evidentes en las cifras. Muchas empresas aún enfrentan presiones en su estructura de costos debido al efecto rezagado de los altos niveles de tipo de cambio y tasas de interés que se registraron a finales de 2022 y comienzos de 2023. La buena noticia es que la transición hacia las mejores condiciones financieras ya está en proceso, lo cual supone una mejora para las perspectivas macroeconómicas”, señala Corficolombiana.
Por el lado de la inflación y crecimiento, la firma señala que los datos disponibles del primer semestre de 2023 han estado relativamente en línea con las expectativas, en un contexto de altos costos de financiamiento, elevada carga financiera de los hogares y menor ingreso disponible.
“El enfriamiento de la actividad productiva —concentrado en el 2T23— comienza a tener efectos sobre los precios, con la inflación de bienes como la segunda fuerza de desinflación más importante en lo corrido del año. Hasta el momento, el alivio de los costos y una menor fortaleza de la demanda han explicado parte de la desinflación en bienes”, agrega el estudio.
Desde el punto de vista de la demanda, las cuentas nacionales revelan que desde el tercer trimestre de 2022 inició la moderación del gasto de los hogares en bienes durables y semidurables, a tal punto, que, con cierre al primer trimestre de 2023, el consumo en estos segmentos completó seis meses contrayéndose.
“Nuestro escenario base anticipa que la desinflación de bienes se intensificará durante el segundo semestre, incorporando, además de una menor fortaleza de las ventas, el alivio de las presiones del tipo de cambio. De esta manera, este componente reemplazará a los alimentos como la principal fuente de alivio en materia de precios, revelando una composición de la desinflación más favorable para las presiones núcleo. El alivio de la inflación observada —tanto total como núcleo— es una condición necesaria para que las expectativas de los analistas y del mercado continúen descendiendo”, dice Corficolombiana.
En ese sentido, la apreciación del tipo de cambio mitiga parte de los riesgos en materia inflacionaria, dando un mayor margen al Banco de la República para efectuar recortes en un contexto de desaceleración económica persistente hacia el final del año.
Corficolombiana reconoce que lo ha sorprendido que Colombia haya sido uno de los países que más se valorizó en lo corrido del año. Lo explica por varios factores: la caída superior al 20% en la tasa de cambio desde febrero representa un alivio para la deuda pública, más allá de las inquietudes que ha manifestado sobre las proyecciones del Gobierno en el Marco Fiscal de Mediano Plazo para 2024.
“Al cierre del primer semestre, la deuda pública externa representaba 76.652 millones de dólares, equivalente a 20% del PIB. Aunque a comienzos de año esperábamos una apreciación del tipo de cambio a niveles de $4.400 para esta altura del año (desde niveles superiores a $4.800 en el primer bimestre), lo cierto es que la corrección de la tasa de cambio nos sorprendió. Ahora la tasa de cambio se encuentra $ 400 por debajo de lo que pronosticábamos, es decir, un 10% más baja. Las cuentas del gobierno en el Plan Financiero presentado en enero suponían un nivel similar al nuestro en el precio del dólar, de manera que la apreciación inesperada representa un alivio para las métricas de deuda pública. En particular, la apreciación adicional del peso colombiano frente al dólar implica que la deuda total sea 3,7 puntos porcentuales más bajos frente al escenario que contemplábamos hace seis meses. Lo anterior es una noticia positiva para las cuentas fiscales del país, no solo por el efecto cambiario en el saldo de la deuda, sino también por el perfil de amortizaciones en moneda externa”, explica Corficolombiana.
Adicionalmente, esta entidad señala que la caída en las tasas de rendimiento de los TES también tiene un efecto positivo sobre el endeudamiento interno de la Nación. “La corrección de los TES ha permitido que las emisiones en dicho mercado se hagan a tasas menores a las que se preveían a comienzo de año, lo cual alivia la carga de intereses hacia adelante”, dice. Por ejemplo, Corficolombiana advierte que en 2023 se han emitido tres títulos TES de corto plazo (TCO), los cuales han representado una disminución en la tasa a las que fueron emitidos. De esta forma, el TCO con vencimiento en diciembre de 2023 pasó de 12,748 % a 12,60 %; el título con vencimiento en marzo de 2024 cayó desde 12,03 % a 11,355 % y, por último, el TCO con vencimiento en junio del próximo inició con una tasa de corte del 11,249 % y en la última subasta de la semana anterior cortó en 10,71 %, representando en promedio una reducción de 45 puntos básicos en el financiamiento de corto plazo del país.
“Sumado a esto, en las últimas dos semanas el Ministerio de Hacienda habría estado activo realizando operaciones de canje de deuda, las cuales han permitido que los títulos con vencimiento en 2024 hayan reducido su tasa de rendimiento en 82 puntos básicos y en el acumulado del año el monto en circulación de este título se redujo aproximadamente en $ 6,5 billones. Finalmente, en el mercado de deuda corporativa las valorizaciones que se percibieron en el mercado de deuda pública también se han replicado, pero en una mayor medida”, concluye el estudio.