Faltaba el pronunciamiento del prestigioso economista y exministro de Hacienda, Rudolf Hommes, sobre el tema de la gasolina, que en los últimos días, había tenido encendido al país y hasta motivó una marcha en diferentes ciudades del país.
El desenlace de la protesta, que primero fue de los taxistas y luego fue promovida desde los estrados políticos por congresistas como Jota Pe Hernández y Jennifer Pedraza y adelantada por gremios de transporte, es que el Ministerio de Transporte prometió analizar la posibilidad de establecer tarifas diferenciales. Es decir, que los taxistas puedan comprar una gasolina más barata, en comparación con el resto de los usuarios de ese producto.
Hommes no se contuvo y, como lo había prometido desde el inicio del gobierno por el cual votó, salió a decir ‘cuidado’.
Para el economista, no suena bien que primero se empiece a establecer una tarifa diferencial con la gasolina para los taxistas, pues eso podría conducir a que mañana suceda lo mismo con los buses y al día siguiente otro grupo salga a reclamar.
“Vamos a terminar con un precio para cada gremio”, dijo Hommes, al tiempo que envió el sablazo: “los gobiernos tienen que tener pantalones”.
Ya el también exministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, se había pronunciado de manera similar, al advertir que la medida de incrementar gradualmente el precio de la gasolina, era coherente con una política fiscal responsable. De hecho, el igualmente economista prestigioso dijo que se trataba de la mejor política fiscal que había tenido hasta ahora el gobierno del presidente Gustavo Petro.
¿Qué pasará con ese camino anunciado, de iniciar diferencias en tarifas de la gasolina?.
¿Por qué se llegó al alza de la gasolina?
El origen de las alzas en la gasolina en Colombia es el déficit del Fepc (Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles), que se creó para estabilizar el precio interno de la gasolina, aunque internacionalmente el petróleo subiera o bajara. La idea era que, cuando aumentara el precio internacional, en Colombia, los ciudadanos no sintieran el golpe, pues en el fondo se ahorraba cuando el precio en el exterior estaba a la baja. Es decir, se suponía que el Fepc se alimentaba de recursos para cuando llegaran las vacas flacas. No sucedió así.
El famoso Fepc fue acumulando un déficit que ahora hay que cubrir con alzas graduales en el precio de la gasolina, según la senda que inició el gobierno desde el año pasado, en octubre.
Hasta el momento, el Ministerio de Hacienda ha dicho la gasolina seguirá subiendo por tres o cuatro meses más; mientras que en el ACPM, el otro combustible que principalmente utiliza el transporte de carga, no ha sido tocado, previendo justamente que podrá golpear más el bolsillo de los colombianos. Como el transporte lleva y trae alimentos y otras mercancías a lo largo del territorio nacional, una subida en el costo de operación de ese servicio, recaerá sobre todo, afectando así al consumidor, que es el que termina asumiendo los costos que vienen a lo largo de la cadena productiva.
En recientes declaraciones del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en entrevista con SEMANA dijo que los dos, gasolina y ACPM, forman parte del déficit del Fepc. “Un poco más la gasolina, porque el consumo de ese combustible en Colombia es hoy de 6,4 millones de galones diarios y el 40 por ciento de la gasolina es importada. El consumo de ACPM es de 5,7 millones de galones diarios y se importa el 20 por ciento. Por esa razón, la preocupación inicial fue con la gasolina”, argumentó.
Acerca del incremento que ha tenido la gasolina, desde que empezó la senda alcista, que es de 4.366 pesos, el funcionario sostuvo: “El precio está llegando a los 14.000 pesos y el valor de referencia que estamos tomando para calcular el cierre del hueco es alrededor de 16.000 pesos. Si miramos el entorno internacional, en Estados Unidos el galón está alrededor de los 18.000 pesos. El ACPM tiene un precio de 9.500 pesos y el internacional está llegando a 16.000, entonces, la diferencia (lo subsidiado) no son 5.000, sino casi 7.000 pesos”.