La violencia contra la mujer es uno de los problemas sociales, que más ha llamado la atención en los últimos años en agendas públicas, políticas estatales, además de discusiones propias de la sociedad, quienes en este momento cuestionan los roles de género que se ven en la actualidad. No obstante, Colombia sigue teniendo muchos problemas en esta materia, principalmente si se compara con las cifras a nivel internacional.

Según un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), Colombia es el tercer país con las cifras de violencia de género más altas, dentro de sus naciones miembro.

Violencia mestiza. Hombre afroamericano irreconocible amenazando a su esposa e hija con el puño, madre asustada abrazando a una niña pequeña mientras se sientan juntos en el sofá, enfoque selectivo en la mano masculina | Foto: Getty Images

El balance que presenta la entidad, acoge distintos campos de la vida cotidiana de las mujeres, y se destaca que Canadá es la nación más violenta contra el género femenino, con un 44 %, seguida por Turquía con el 32 %, tercera Colombia con el 30 % (primera de Latinoamérica), cuarta Costa Rica con el 27 % y quinto Estados Unidos con el 26 por ciento.

Comparado con el balance presentado al cierre de 2022, Colombia habría bajado un puesto en el ranking, y disminuido unos siete puntos porcentuales. Aun así, se mantiene dentro de los países con mayor índice de violencia.

En la anterior edición, el presidente Gustavo Petro había dicho que los colegios no estaban formando adecuadamente en temas sexuales a los hombres, y esto sería una de las causas por los altos índices contra la mujer.

“La violencia contra la mujer (VCM) sigue siendo una crisis mundial. En todo el mundo, más de una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja íntima o violencia sexual por terceros en su vida”, detalla la Ocde.

Estas son las implicaciones para la economía de la violencia contra la mujer. | Foto: AngiePhotos

Violencia contra la mujer, un flagelo que afecta la economía

Si bien existen muchos tipos de violencia contra la mujer, la Ocde ha presentado unos parámetros donde se evalúan las implicaciones que estas agresiones, en tema referentes a la economía, y que de hecho existen vejámenes en materia monetaria.

En uno de los informes que presentó la entidad sobre equidad de género en el país, se afirma que Colombia tiene muchos desafíos en materia de empoderamiento social y económico, de las mujeres, por lo que se debe avanzar en la implementación efectiva de políticas y programas estatales, que impulsen una mejora para superar barreras, y tener una mayor paridad.

“La desigualdad de género domina todos los aspectos de la vida social y económica y afecta a los países sin importar su grado de desarrollo. Es frecuente que las mujeres jóvenes que viven en países miembros de la Ocde tengan ahora más escolaridad que los hombres jóvenes, pero las mujeres siguen teniendo escasa representación en los terrenos lucrativos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas”, detalló la entidad.

Para dimensionar algunas de las variables que toma en cuenta la Ocde, según las cifras del mercado laboral presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), las mujeres son las más desempleadas si se analizan las cifras desde el enfoque de género.

Violencia económica, una de las cifras que juega en contra para Colombia en materia de violencia contra la mujer. | Foto: Getty Images

De hecho, dentro del grupo de jóvenes que ni estudian ni trabajan, conocidos como ninis, las mujeres son quienes tienen mayor participación.

Existen otro tipo de violencias monetarias, que lógicamente están sujetas a debate y análisis, pero que si no se excluyeran, como por ejemplo la participación en el mercado laboral, Colombia tendría unas mejores cifras, lo que se podría traducir en un mayor crecimiento económico.

“Las barreras al acceso equitativo a oportunidades de empleo, a finanzas y a derechos sobre la tierra en Colombia son un obstáculo significativo para el avance social y económico de las mujeres, y esto tiene impactos posteriores en su capacidad de acceder a oportunidades políticas”, concluye la entidad.