La ola invernal que está azotando a varias zonas del país, desde que empezó el tercer mes del año, ha repercutido en los habitantes de departamentos como Cundinamarca y Antioquia, el primero se vio afectado por estragos en las vías de acceso y el segundo por la pérdida de cosechas de alimentos importantes para el consumo de los colombianos.
Varios cultivos se han visto en total desperdicio debido a la situación climática del Fenómeno de la Niña, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam). En consecuencia, uno de los sectores que se ha mostrado mayoritariamente impactado es el de la economía local, popular, pues se han perdido cosechas de café, plátano y papa en la producción alimenticia del departamento del noroeste de Colombia.
Las precipitaciones aumentan hasta el punto en el que las fuertes lluvias cubren zonas importantes del territorio nacional en materia de utilidad. La temporada seca pasó a un segundo plano y en el Urabá antioqueño la vegetación de plátano se separó de la tierra, al igual que los granos de café que han ido cayendo en cada tormenta.
Al ver que el comportamiento climático no está aportando a la cosecha, Rodolfo Correa, secretario de agricultura en Antioquia, no descarta la idea de que los precios alimenticios incrementan y, por lo tanto, la economía de los colombianos se vea truncada.
“Desafortunadamente todo esto nos perjudica muchísimo porque estas afectaciones van a terminar teniendo repercusiones en el precio de los alimentos, porque también golpean la oferta”, indicó el funcionario.
De hecho, el conglomerado del comité de cafeteros en el país comunicó que por causa de la ola invernal, la producción del grano de café bajó en febrero y, por ende, su comercialización también. Álvaro Jaramillo, director ejecutivo del gremio, sostuvo que hubo una disminución del 16 % de la cosecha parcial.
“Tuvimos, en el mes de febrero del año inmediatamente anterior, un poco más de un millón de sacos frente a que en este momento tenemos un poco más de novecientos mil”, alertó Jaramillo.
Hace unos días, Correa compartió a través de redes sociales que además de evidenciar riesgos y causas de crisis de los agroinsumos, se está trabajando para ayudar a quienes producen alimentos.
“Aquí estamos, trabajando de la mano con los pequeños productores y apoyándolos. Gracias también al Gobierno Nacional, con los insumos que necesitan para poder producir a mejores costos, que esta crisis que vive el mundo de los insumos no sea una excusa para dejar el empuje antioqueño y la berraquera paisa en todo lo que hacemos. Estamos trabajando de día y de noche (...) para lograr que la agricultura en Colombia sea un ejemplo”, manifestó el también Presidente del Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura.
No obstante, la situación que viven varias zonas del país, en relación con el impacto climático, puede incidir en el alza de los precios de los alimentos de consumo diario en muchos hogares. Donde el plátano, el café y la papa son los que, en esencia, figuran en la inflación.
Cabe mencionar que más de 600 familias colombianas han resultado afectadas por las lluvias en marzo. La Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) afirmó que se han registrado 96 eventos en 75 municipios de 11 departamentos, siendo Cauca, Cundinamarca, Antioquia, Chocó, Huila, Tolima y el Eje Cafetero los más afectados durante los primeros siete días del mes.
Durante estos eventos han resultado afectadas unas 693 familias, según un informe preliminar de la entidad, dejando seis fallecidos, cinco heridos y un desaparecido, así como afectaciones en 237 viviendas y 13 más totalmente destruidas. Las altas precipitaciones podrían ir hasta junio, advirtió el Ideam.