La lucha contra la inflación, en niveles máximos en 40 años en Estados Unidos, podría afectar el crecimiento económico y el empleo, advirtió el jueves el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, después de ser confirmado para un segundo mandato al frente del Banco Central.

“Devolver la inflación al 2 % (n. de la r., el objetivo de la Fed), será doloroso, pero en definitiva, lo más doloroso sería fracasar en contenerla y que quede anclada en niveles elevados”, afirmó Powell en una entrevista en la radio pública luego de ser confirmado por el Senado.

El presidente de la Fed se había manifestado hasta ahora confiado en que el organismo podría detener la inflación sin frenar el crecimiento. “Tenemos las herramientas”, apuntó.

“Nuestro objetivo, por supuesto, es llevar la inflación al 2 %, sin que la economía entre en recesión y conservando un mercado de trabajo bastante sólido”, destacó.

Pero las cosas podrían ser más complicadas de lo esperado. “La cuestión de saber si podremos hacer un aterrizaje suave o no, depende de factores que no controlamos”, señaló.

La Fed comenzó a subir sus tasas de interés para contener la demanda en marzo, para llevarlas la semana pasada a 0,75-1,00 %.

Nuevas alzas son de esperar en lo que resta del año.

“Si la economía evoluciona más o menos como esperamos, sería apropiado que haya alzas adicionales de 50 puntos de base (n. de la r., medio punto porcentual) en las dos próximas reuniones” del comité de política monetaria, destacó Powell, y añadió que “si las cosas van mejor de lo previsto, estamos listos para hacer menos. Si van peor, estamos listos para hacer más”.

El Senado de Estados Unidos confirmó el jueves a Powell para un segundo mandato al frente de la Reserva Federal.

Con un incremento del 8,3 % en 12 meses a abril, la inflación superó las expectativas de los analistas y se mantiene cerca de un máximo en 40 años.

Inflación se convirtió en “prioridad nacional” del gobierno Biden

En medio de un mercado que parece no estabilizarse y que reclama acciones urgentes, más allá del aumento de las tasas de interés, el presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró que “la inflación es su principal prioridad nacional”. Esto en momentos en que el alza de precios pesa en los presupuestos familiares y en su popularidad.

Biden sostuvo que algunas de las “raíces de la inflación” están “fuera de (su) control”, haciendo referencia a las afectaciones por la pandemia de la covid-19 o los efectos de la guerra de Rusia contra Ucrania. Su mensaje se conoce en momentos en que los precios de la gasolina alcanzaron un nuevo récord.

El martes 10, el precio promedio del galón (3,78 litros) de gasolina era de 4,374 dólares, según la asociación de conductores AAA. Supera así el récord precedente del 11 de marzo pasado, luego de la invasión rusa a Ucrania y el inicio de las sanciones contra Moscú, cuando se ubicó en 4,33 dólares. El precio promedio del galón de nafta hace un año era de 2,967 dólares.

Inflación de Brasil trepa en abril, la mayor para el mes en 26 años

La inflación brasileña se ubicó en 1,06 % durante el mes abril, el mayor índice para ese mes desde 1996. En 12 meses, el indicador acumuló 12,13 %, una tasa sin precedentes desde octubre de 2003, cuando había alcanzado 13,98 %. En marzo pasado, la subida de precios minoristas había sido de 1,62 %.

Alimentos y bebidas fue la categoría de mayor peso en el indicador del mes pasado, con un avance del 2,06 %. En particular, subieron productos de consumo domiciliario, como la leche larga vida (10,31 %). Le siguió transportes, con un alza del 1,91 %, influenciada por las subidas de los combustibles (3,20 %).

El dato de precios minoristas de abril está lejos del 0,31 % registrado en igual mes de 2021. Además, supera la expectativa promedio del 1 % entre unas 40 consultoras e instituciones financieras consultadas por el diario económico Valor. Esto, aunque estuvo dentro de los cálculos, que variaron entre 0,60 y 1,24 %.

“Ocho de los nueve grupos de productos y servicios relevados tuvieron alzas en abril”, indicó el IBGE. El índice acumuló 4,29 % en los primeros cuatro meses del año, avanzando sin tregua hacia el techo del 5 % de la meta del Banco Central de Brasil para 2022.