La economía colombiana desaceleró en el segundo trimestre de 2023. El resultado fue de 0,3 %, impulsado por cinco sectores, cuatro de los cuales son claves para el empleo y el crecimiento que se necesita en el segundo semestre, de manera que se dé la reactivación de la producción.
Si bien el freno se esperaba, pues era lo que buscaba el Banco de la República con el incremento de las tasas de interés, no deja de haber preocupación en algunos sectores, que piden a gritos que se ponga el acelerador, con el llamado gasto contracíclico, es decir, que se ejecute la plata del presupuesto para hacer obras con mayor celeridad, de manera que se inyecte gasolina en la economía.
El propio presidente, Gustavo Petro, hizo un llamado a su gabinete para ejecutar los recursos y sacar adelante los proyectos que cada uno tiene a cargo. El inconveniente a la vista no solo es el complejo engranaje que tiene el aparato estatal para surtir trámites, sino que en el segundo semestre son las elecciones territoriales, las cuales ocupan a los políticos y amarran las manos de la contratación, por la aplicación de la Ley de Garantías.
Pilas con el empleo
En ese escenario, hay que señalar que los resultados del Dane ponen en el visor a Agricultura, Industria, Construcción y Comercio, que son los principales generadores de empleo en el país.
De hecho, el comercio, que tuvo una cifra de -3,2 % en el segundo trimestre; de -1,3 % en los seis primeros meses del año, y de -2,9 % si se compara con el primer trimestre de este año, es el que pone uno de cada tres empleos, según destacó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, gremio de comerciantes.
La industria no levanta cabeza
Como una hermana del comercio, la industria también frenó en seco. En el segundo trimestre de 2023 se contrajo en un 4 %, para un acumulado en los seis meses, de -1,6 %, y de -2,6 % en comparación con los primeros tres meses de 2023.
María Clara Lacouture, presidenta de AmCham, la Cámara de Comercio Colombo Americana, se refirió a la lánguida cifra del PIB en el primer trimestre y enfatizó en que “muestra una clara desaceleración económica. El resultado registrado -en 0,3 % en el segundo trimestre de 2023, sin tener en cuenta los resultados excepcionales durante pandemia, es el más bajo en 14 años, desde el primer trimestre de 2009 cuando fue de 0,2 %”.
Mauricio Hernández, analista del BBVA, puso el foco en lo sucedido con las actividades relacionadas con la producción y el comercio de bienes (excepto la minería), que presentaron caídas. De cara a un segundo semestre que necesita -sí o sí- ser de reactivación, le preocupan las ventas de vivienda y vehículos, pues “siguen en mínimos históricos”. De igual manera, está en el horizonte la confianza del consumidor, “que se mantiene en terreno negativo y decreció en julio”, con lo cual, es complejo reactivar el consumo. Adicionalmente, “está la cartera de crédito (especialmente, la de consumo, moderándose)”, es decir, la gente ya no está comprando ni con las tarjetas de crédito, por temor a los altos intereses.
Agricultura y construcción
Justamente, la construcción, que cayó a -3,7 %, debe ser uno de los bastiones para el crecimiento. En esa rama de la economía están los segmentos de obras civiles, que decreció en -17,9 %: la mayor caída desde la pandemia. Precisamente, alrededor del gasto público en obras civiles, los congresistas han venido poniendo el termómetro en el Legislativo, intentando llamar la atención sobre la baja ejecución del presupuesto en 2023.
El otro componente del sector de la construcción es edificaciones, es decir, la vivienda. En ese sentido, el senador David Luna llamó la atención sobre la preocupante caída de la venta en la vivienda VIS, pues, “detrás de una casa hay familias esperando un hogar”.
Y ni qué decir de la agricultura. El sector que pone empleo, pero que también lleva sobre sus hombros la producción de alimentos, cayó en el segundo trimestre de 2023: -1,4 %.
Para que la economía no entre en recesión
El investigador del BBVA expresa que, todavía, “es difícil encontrar indicadores que señalen el inicio de la recuperación económica” para el segundo semestre del año.
Y Lacouture manifiesta que, “para que la economía no entre en recesión se requiere, de manera urgente, de un plan de choque articulado entre sector público y privado para reactivar sectores como de la construcción que tiene una marcada caída, de comercio y reparación de vehículos e industria manufacturera que están en terreno negativo”.
La directiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana dijo que “la inestabilidad en las actividades de minas y canteras también está generando una influencia importante en el crecimiento económico, por lo que también es indispensable avanzar en una transición energética de forma responsable y paulatina”.