El estudio del Dane que nació en el año de la pandemia, el Pulso Social, llegó a la versión que permite comparar lo que ha pasado de puertas adentro en la vida de los hogares durante un año difícil.
La versión presentada este miércoles, por el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, es de julio y permite establecer un comparativo con lo sucedido en 2020, en el mismo mes, cuando el país estaba en el momento más crudo de la crisis provocada por la pandemia.
El primer dato que revela la encuesta es que, el 53,9% de los hogares ubicados en la franja socioeconómica de pobres, dice encontrarse en una situación económica peor a la que tenían hace un año.
En el caso de la población no pobre, aunque el 50% dice estar mejor, no hay que perder de vista que un 40,1% tiene la percepción de estar peor.
También es clave anotar que un 6,5% de la población pobre dice estar mejor que hace 12 meses, cifra que se eleva a un 6,9% en la franja socioeconómica no pobre.
Capacidad de compra más allá de la comida
Según lo que cuentan los colombianos en el estudio del Dane, aunque ahora hay más que tienen ingresos para comprar alimentos y tomar las 3 comidas al día, no les resulta fácil adquirir productos más allá de eso.
En el total nacional, el 74,6% no tiene posibilidades económicas para adquirir productos como ropa, zapatos y alimentos que no sean los estrictamente necesarios. En ciudades como Quibdó (Chocó) esa cifra llega al 95,5%.
De hecho, aunque en general mejoró la situación alrededor del número de hogares que pueden tomar las tres comidas al día, en comparación con lo que sucedía en julio de 2020, aún hay millones de colombianos a los que solo les alcanza para dos.
Mientras en julio de 2020 se llegó a un 88,9% de familias que podían comprar alimentos para las tres comidas, en julio de este año la cifra ya aumentó a 91%. No obstante, aún hay 1.742.098 de ciudadanos que solo pueden consumir dos comidas al día.
Del ingreso y otros datos
1. El 13,4% de los ciudadanos que habitan las 23 principales ciudades del país, declaran que no tienen ingresos que les permitan satisfacer sus necesidades. En consecuencia, mucho menos tienen posibilidades de ahorrar. La mayor cantidad de colombianos en esa situación está en Sincelejo, capital de Sucre (40,3%). En contraste, la ciudad que tiene la menor cantidad de personas sin ingresos es Bucaramanga, con un 2,8%.
2. ¿Tuvo o tiene covid? Aunque la percepción indica que a una gran mayoría de colombianos les ha dado covid-19, el 81% de los habitantes de las 23 principales ciudades dice no haber sido contagiado. En el trimestre mayo-junio, la ciudad en la que más personas dijeron estar presas del virus (en ese momento) fue Montería, con un 25,9%.
3. Intención de vacunación. La aplicación de la vacuna es lo único disponible por el momento para enfrentar el ataque del virus. En Colombia, según lo hallado en la encuesta de Pulso Social del Dane, el 38,7% de la población dice haberse vacunado ya. La buena noticia es que el 48,6% dice estar dispuesto a aplicarse el esquema si estuvieran disponibles las dosis. Pero aún hay un 12,7% que dice que no se vacunaría.
¿Y la salud mental?
En el total de las 23 ciudades más grandes del país, el 4,2% de los hombres se siente recargado con las tareas laborales y el 1,8% de mujeres. Claro está, las cifras son más abultadas en las capitales que concentran la mayor parte de los empleos en el país. Bogotá, por ejemplo, tiene un 22,1% de hombres recargados y un 14,1% de mujeres en esa condición.
Las dificultades económicas, el riesgo latente de un cuarto pico en la pandemia de covid-19, la situación con los empleos ante posibles recortes, son temas que preocupan a los colombianos. Por ello, el 38,1% reportó estado de nerviosismo y preocupación, condición que se acentúa en las mujeres (40,1%), mientras que en los hombres la cifra es de 38,1%.
El 17,3% se declara cansado, también con mayor afectación en mujeres: 19%. Un 13,5% experimenta dificultades para dormir y el 14,8% manifiesta estar teniendo episodios de tristeza.