La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) actualizó sus proyecciones para el crecimiento económico del mundo en 2021 y 2020 y se evidenció una disminución en el pronóstico de este año y un aumento en el del próximo año.
La entidad ahora cree que el PIB global subirá 5,7 % en 2021, cuando antes estimaba que fuese 5,8 %. Para 2022, la proyección subió desde el 4,4 % hasta el 4,5 %.
“La economía mundial está creciendo mucho más fuerte de lo previsto hace un año, pero la recuperación sigue siendo desigual, exponiendo tanto a los mercados avanzados como a los emergentes a una variedad de riesgos”, dijo la Ocde.
Según la entidad, los países están saliendo de la crisis con diferentes desafíos, que a menudo reflejan sus fortalezas y debilidades anteriores a la pandemia del coronavirus.
“Incluso en los países donde la producción o el empleo se han recuperado a sus niveles anteriores a la pandemia, la recuperación es incompleta, con empleos e ingresos todavía por debajo de los niveles previstos antes de la pandemia”, advirtió la entidad.
La Ocde también dijo que la inequidad en los esquemas de vacunación lo que hacen es fomentar aún más las brechas existentes entre los países de más altos ingresos y las naciones pobres o en desarrollo.
“Las grandes diferencias en las tasas de vacunación entre países se suman a la desigualdad de la recuperación. Los nuevos brotes del virus están obligando a algunos países a restringir sus actividades, lo que genera cuellos de botella y aumenta la escasez de suministro”, señaló la Ocde.
A pesar de las desigualdades en la recuperación económica, la Ocde cree que el PIB del mundo, que en 2020 registró una contracción histórica por las medidas adoptadas para contener el coronavirus, recupera así “su nivel previo a la pandemia”.
El informe advierte que para mantener la recuperación por buen camino se necesitan esfuerzos internacionales más fuertes para proporcionar a los países de bajos ingresos los recursos para vacunar a sus poblaciones, tanto para sus propios beneficios como para los globales.
“El mundo está experimentando una fuerte recuperación gracias a las medidas decisivas adoptadas por los gobiernos en el punto álgido de la crisis. Pero como hemos visto con la distribución de vacunas, el progreso es desigual. Asegurar que la recuperación sea sostenida y generalizada requiere acciones en varios frentes, desde programas de vacunación eficaces en todos los países hasta estrategias concertadas de inversión pública para construir para el futuro”, dijo el secretario general de la Ocde, Mathias Cormann.
La entidad multilateral reiteró que el apoyo de la política macroeconómica sigue siendo necesario siempre que las perspectivas sean inciertas y el empleo aún no se haya recuperado por completo.
“Los bancos centrales deben comunicar claramente sobre la secuencia probable de los movimientos hacia una eventual normalización de la política y el grado en que se tolerará cualquier rebasamiento de las metas de inflación”, dice el texto.
El informe dice que las políticas fiscales deben permanecer flexibles y evitar un retiro prematuro del apoyo, operando dentro de marcos fiscales creíbles y transparentes de mediano plazo que brinden espacio para una mayor inversión en infraestructura pública.
En cuanto a la inflación, la Ocde considera que a pesar de los repuntes que se han visto en el indicador en economías como la de EE. UU. o algunos países emergentes, esta sigue siendo “relativamente baja” en muchas otras economías avanzadas, especialmente en la zona del euro.
“Las perspectivas provisionales dicen que estas presiones inflacionarias deberían eventualmente desaparecer. Se prevé que la inflación de los precios al consumidor en los países del G20 alcance su punto máximo hacia fines de 2021 y se desacelere a lo largo de 2022. El crecimiento de los salarios sigue siendo moderado en general y las expectativas de inflación a mediano plazo se mantienen contenidas”, dijo la entidad.