Expectativa total hay en el país por lo que traerá el nuevo texto de la reforma laboral del gobierno de Gustavo Petro, por lo que el espacio de rendición de cuentas del Ministerio de Trabajo, en el que participó la ministra Gloria Inés Ramírez, llamó la atención.
No obstante, sorprendió el hecho de que, de nuevo, la funcionaria anunció un nuevo plazo para que el proyecto de ley —que fue hundido en la legislatura del primer semestre— llegue de nuevo al Congreso de la República.
Según expresó Ramírez, ahora será en 2 semanas y no la próxima semana, como había anunciado el 7 de agosto.
La pregunta es qué tan avanzada está la construcción del nuevo documento, el cual debería incluir los puntos que quedaron ausentes en el primer proyecto de ley. La iniciativa había sido criticada porque no atacaba problemas estructurales del mercado laboral, como lo es el desempleo, la informalidad, entre otros.
En el primer tramo que tuvo la reforma laboral, desde que salió al ruedo, fue ampliamente criticada porque se enfocaba más en reivindicar asuntos sindicales y desincentivaba la generación de empleo.
Ya se ha venido hablando, desde el Ministerio de Trabajo, de que el nuevo proyecto traerá al menos 12 novedades. En ese sentido, Ramírez mencionó que se está trabajando en una mesa especial para indígenas, por considerar que tienen una cultura distinta, también en lo relacionado con la actividad laboral.
De igual manera, incluirá artículos que atañen a los deportistas, pero, a grandes rasgos, la reforma conservará los lineamientos generales. En consecuencia, la búsqueda, de acuerdo con lo expresado por Ramírez, es “transitar hacia un enfoque de derechos laborales”. Quiere decir que, con el nuevo proyecto, insistirá en promover la estabilidad laboral, lo que en la propuesta original implicaba volver oneroso el despido de un trabajador. Dicho tema fue ampliamente rechazado por el sector empresarial, que es el principal generador de puestos de trabajo en Colombia.
Ramírez también se refirió a que Colombia, con la reforma, buscará encajar más en los acuerdos de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), que fueron asumidos pero no llevados a la práctica. En ese contexto, mencionó la introducción del contrato agrario, también en aras de valorar las diferencias entre las formas de empleabilidad en el campo con las de la ciudad. “La reforma laboral tiene un centro y es el respeto a los estándares individuales”, sostuvo Ramírez.
¿Qué dijo de la reforma pensional?
Durante la rendición de cuentas, la ministra Ramírez también se refirió al otro proyecto que lidera la cartera de Trabajo, y es el de la reforma pensional. En ese sentido, describió los puntos principales y volvió a mencionar uno de los más polémicos, que es el de pasar a cotizantes de los fondos privados de pensiones a Colpensiones. Insistió en lo que hasta ahora ha sido su ‘mantra’ y es que si se baja el umbral, desde los 3 salarios mínimos de ingresos, que serían las personas trasladadas de un lado a otro, la reforma no tendría sentido.
Esto, debido a que el objetivo es reducir el gasto del Estado en los subsidios que se irrigan para financiar las pensiones, lo que termina favoreciendo más a las mesadas altas, mientras millones de colombianos no tienen amparo en la vejez.
Gremios piden concertación
Desde distintas trincheras, los gremios económicos han pedido que las reformas no se defiendan en las calles, como lo promueve el Gobierno, sino en consenso con el sector privado, que es el llamado a generar puestos de trabajo para así mover la economía. Más aún, si se trata de temas que requieren de un análisis técnico, pues ponen en juego la financiación (en el caso de las pensiones) y de la motivación para crear empleo, cuando se habla de la reforma laboral.