Con las intervenciones de la ministra de Minas, Irene Vélez, en ocasiones queda la sensación de, ¿qué fue lo que quiso decir? Lo sienten así los interlocutores, principalmente, los que están involucrados en los mensajes que envía la funcionaria, quien lidera el tema energético en el país y será ahora la encargada de organizar los asuntos relacionados con los subsidios a la gasolina y el ACPM, en el marco del desmonte de esas ayudas que había tenido el precio para los colombianos, pero que llevaron a un enorme déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepec), donde el hueco llegó a los 36 billones de pesos.
Para tratar de cerrar el déficit, el Gobierno empezó un incremento gradual en el precio de la gasolina, para todo el mundo, sin ninguna distinción, pero Vélez se refirió en particular a que dichos subsidios, que cubrieron entre 4.000 y 5.000 pesos el precio real que debió tener el combustible, estaban llegando a grandes consumidores, lo que no tenía ningún sentido.
De hecho, según declaraciones entregadas por Vélez, habrían encontrado que grandes buques vienen a tanquear “gasolina” al país y luego agregó la palabra diésel, con lo cual grandes consumidores se estarían beneficiando del precio subsidiado de los combustibles en Colombia, pues “el beneficio no es solo para la Toyota”, dijo.
Específicamente, la ministra dijo: “Estamos encontrando buques que llegan al país y tanquean con gasolina subsidiada. Con diésel subsidiado”.
Las reacciones no se hicieron esperar. La primera precisión que le hicieron a la ministra, los ciudadanos que opinan luego de sus declaraciones, fue que los buques no tanquean con gasolina, sino con diésel marino.
Terpel, una de las empresas que atiende el mercado de combustible marino de barcos cargueros, dragas, remolcadores y embarcaciones off shore, define este combustible de la siguiente manera: “El diésel marino es un combustible preparado mediante la mezcla de destilados medios, provenientes de la destilación atmosférica del crudo... Está diseñado para utilizarse especialmente como combustible en motores diésel de pesqueros y barcos”.
La realidad de los combustibles del transporte acuático
SEMANA consultó con expertos sobre la forma en que se reglamenta en Colombia el tema de los combustibles que utiliza el transporte marítimo.
Así las cosas, más allá del tanqueo de los buques con gasolina, lo primero en lo que enfatiza Esteban de la Vega, del gremio de exportadores Analdex, es en que “No hay subsidios para los buques”. En el país solo aplica un “ahorro en el pago de la sobretasa” (dicha sobretasa es parte de la fórmula para establecer el precio de combustibles), que, además, es pequeño, equivalente a 3,5 centavos de dólar, lo que, en plata blanca, sería de unos 153 pesos por galón, según explicó el experto.
En el contexto de buques, los grandes consumidores serían pesqueros y embarcaciones de la Armada Nacional, los cuales, en general, si bien pueden aplicar al descuento en la mencionada sobretasa, la gabela está reglamentada en Colombia, de manera que es casi individualizada la evaluación para que un barco pueda obtenerla.
Las normas también contemplan diferencias según la zona geográfica y se establece por cupos, como puede verse en la resolución 240 de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), expedida en febrero de 2023, según la cual “se establecen los cupos de consumo de diésel marino exento de la sobretasa al ACPM para las actividades desarrolladas por las embarcaciones de Bandera Nacional”.
En consecuencia, por ejemplo, si en Bahía Solano hay un determinado cupo, podría darse el caso en el cual la embarcación beneficiaria del descuento pueda adquirir el combustible con el ahorro en la sobretasa, pero solo en la mitad (o en una parte más pequeña) de la cantidad que necesita la embarcación, mientras que la otra mitad la pagaría a precio full.
Otro de los temas que aclararon los expertos es que la flota mercante en Colombia no es tan grande y el beneficio en la rebaja de la sobretasa solo aplicaría para buques de bandera nacional y, con algunas excepciones, en cargueros internacionales que llegan al país y tienen el beneficio, el cual no obstante, es altamente controlado por autoridades, tanto marítimas como de pesca.
Desde el Ministerio de Minas insistieron en que sí habría subsidios y que corresponden a “un cupo de cinco millones de galones al año entregados por los ministerios de Minas y Hacienda. Este volumen va dirigido a las embarcaciones de pesca (buques de máximo 380 toneladas de acarreo), embarcaciones destinadas a las actividades de pesca, de acuicultura y de cabotaje de hasta 300 toneladas de registro neto, según Resolución 40547 del 2022″.
Es clave aclarar que el transporte acuático que opera con gasolina incluye solo pequeñas lanchas de pescadores y algunos guardacostas.
Desmonte de subsidios
En relación con el subsidio a la gasolina que se está desmontando, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que con un incremento de solo 400 pesos por mes, el país se tardaría un año en cerrar el hueco en el Fepec, mientras que si se suben 600 pesos, el tiempo sería de ocho meses.
De igual manera, el funcionario habló del incremento al ACPM, que hasta el momento no se ha aplicado, debido el alto impacto que tiene en la inflación, puesto que le pega de manera directa al transporte de carga y, por esa vía, a los precios de los alimentos.
En consecuencia, esta subida está en revisión y, de darse, se aplicaría desde junio.