La gran pregunta que hay en el ambiente en el país es si es posible recuperar una dinámica económica equilibrada, en medio de riesgos que podrían provenir de un mayor déficit fiscal, un aumento de la deuda y una reducción de los ingresos, principalmente por cuenta de la expectativa de ganar litigios, mientras aún no hay ni una ley de arbitramento aprobada para hacer esa tarea.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se refirió a la economía colombiana, al presentar las conclusiones del llamado Artículo IV, que es con el cual el organismo pasa revista sobre la economía de un país y emite sus recomendaciones.
La visión del Fondo Monetario Internacional, en un momento de alta polarización política en el país, es clave. Más aún, cuando se trata de la economía colombiana a la que muchos ven como sorprendente, pues hay bajo crecimiento, caen las exportaciones, pero la tasa de cambio está navegando por aguas tranquilas y las perspectivas muestran que la inflación seguiría por una senda reduccionista, lo que a su vez podría llevar a que la política monetaria siguiera aflojando las tasas de interés de referencia.
De ahí la importancia de las conclusiones que fueron presentadas por Ceyda Oner, una de las líderes de la misión que participó en la construcción del informe, el cual se elabora luego de una revisión a fondo, no solo con las fuentes oficiales, sino con otros datos desde otras trincheras (los privados, por ejemplo).
¿Qué tan buenas han sido las políticas económicas?
La experta, en primer lugar, destacó como buenas las políticas macroeconómicas aplicadas en el país: “En el último año, el progreso de Colombia hacia una economía más sostenible ha sido encomiable”, lo que atribuyó al manejo aplicado en los últimos años, como estrategia de corrección de lo sucedido en el período de la pandemia. No obstante, al momento de exponer sus perspectivas mencionó el espectro de riesgos que hay en el horizonte. Por ello, dijo que dentro de las conclusiones anotadas para Colombia, luego de esta revisión, empieza por la cautela que debe caracterizar el manejo fiscal, ya que existen presiones para aumentar el gasto, pero hay varias de ellas que son necesarias, en medio de necesidades sociales apremiantes que tiene el país.
Las amenazas son múltiples, “desde los conflictos regionales internacionales, hasta las incertidumbres que generan las reformas sociales y la transición energética” hacen parte de lo que mencionó Oner, como nubarrones que deben ser tenidos en cuenta.
La experta advirtió que se requiere dinamizar la inversión no solo desde el Estado, sino también del sector privado, algo que en el tercer trimestre de 2023 tuvo una fuerte caída y falta ver lo que sucedió en el cuarto y último trimestre, lo que dará a conocer el Dane este 15 de febrero.
Oner se refirió también a los ingresos públicos que tienen cierta incertidumbre, pues las fuentes no están del todo disponibles y el país tiene una discusión alrededor de la Regla Fiscal, que es la que garantiza el manejo sostenible del déficit.
¿Qué dijo del Plan Financiero?
Un déficit más alto, como lo incluyó el Gobierno en el nuevo plan financiero 2024, podría afectar la capacidad de endeudamiento del país, según advirtió Oner.
De las reformas que hacen curso en el Congreso también llamó la atención, teniendo en cuenta que podrían subir el gasto. No obstante, expresó que sobre una nación hay de todo tipo de riesgo que pueden surgir de un momento a otro y llevar a demandar un aumento del gasto. Por ello, aseguró que tener planes que dejen cierto espacio fiscal es adecuado.
Esto dijeron sobre la transparencia del Presupuesto 2024
Como un pilar crítico catalogó la vocera de la misión del FMI el tema de la transparencia de un presupuesto, algo que está en boga en estos momentos en el país, teniendo en cuenta que siguen en vilo 13 billones de pesos de la inversión, alrededor de los cuales no se desagregó con lujo de detalles en qué se van a invertir (solo se incluyó un artículo en el decreto de liquidación del presupuesto en el que se mencionan tres sectores que serían beneficiados con esos dineros). Al respecto, aunque señaló que la Misión del FMI no había entrado en el detalle de la plata involucrada en este caso, dijo que el tema es clave, debido a que tiene que ver con la confianza.
“Es necesario dar información más oportuna, de manera más frecuente, sobre la ejecución”, fue el mensaje que envió Oner para ganar la tan esquiva confianza.
Regla Fiscal: un límite, no una meta
En relación con la ley de Regla Fiscal, y principalmente en cuanto a la idea que sonó en el país de liberarla para aumentar el déficit en un nuevo límite, la experta dijo que la norma colombiana permite flexibilizarla; por ejemplo, si los ingresos del petróleo son menores, habría posibilidades.
Recomendó que la Regla Fiscal sea un límite, no una meta, lo que permitiría flexibilidad en el déficit cuando así se requiera.