Los negocios de los departamentos de Nariño y Cauca envían señales de humo al Gobierno nacional. Este 9 de marzo se cumplen dos meses del cierre de la vía Panamericana, lo que hasta el momento no ha tenido una solución eficiente, pese a que se han habilitado vías alternas. En consecuencia, el desempleo, la inseguridad y el cierre de empresas ha sido incremental y llevó a que Fenalco, a través de su seccional en Nariño, tomara la vocería para hacer un llamado urgente para que activen los alivios económicos para el sector empresarial que han solicitado y se hagan efectivos.
Eugenia Zarama, directora del gremio de comerciantes en el departamento del sur del país, aseguró que el comercio en esa zona del territorio colombiano ha disminuido sus ventas en un rango de entre 50 y 60 %.
El 9 de enero de 2023, un derrumbe se registró en la vía y dejó incomunicado el centro con el sur del país. Una de las grandes afectaciones estuvo en el municipio de Rosas (Cauca), donde fueron atendidas 160 familias del área rural. Sin embargo, la continuidad del cierre vial ha ido haciendo mella en el tejido empresarial de la región, lo que amenaza con consolidar una crisis social, debido al desempleo y la inseguridad.
Los pobladores no dan más con los altos precios para acceder a productos, debido a que cada vez escasean más por la dificultad para transportarlos.
Mortandad de empresas
En general, se han perdido 9.000 puestos de trabajo y, según informe de Fenalco, ya se han cancelado 600 matrículas mercantiles, solo en el departamento de Nariño, lo que significa que ha habido una mortandad de empresas y negocios que no aguantaron la crisis.
Carolina Saavedra, directora financiera de la compañía de construcción Élite S. A. S., dice que, tras dos meses de cierre de la vía, esa compañía ha tenido que despedir al 95 % de su personal operativo. Solo quedan un escaso 5 % que corresponde a la parte administrativa. Como van las cosas, teniendo en cuenta que la compañía se dedica a la producción de concreto y su materia prima principal es el cemento, tendrían que cerrar definitivamente en unos 15 días, porque no hay obras activas y, por consiguiente, al no haber demanda, los costos ya no los pueden sostener.
Según Fenalco, los departamentos de Nariño y Cauca no se han podido recuperar y en este momento alertan por los altos índices de desempleo, inseguridad y cierre de empresas, entre otras dificultades.
Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco nacional, dice que han estado monitoreando la situación a través de las seccionales del gremio en la región y el panorama es preocupante.
“Además de las cifras mencionadas en Nariño, en el Cauca se registran pérdidas por 50.000 millones de pesos y continúan creciendo los índices de inseguridad, un panorama desalentador que amerita una acción más contundente como ya lo habíamos mencionado, como la declaratoria de emergencia económica, social y ambiental para Nariño y Cauca”.
Sin luz al final del túnel
Para los comerciantes, la luz al final del túnel no se ve. Por el contrario, el panorama se agrava por el alza indiscriminada de materias primas que no están llegando fácilmente y de fletes de transporte, que presentan un fuerte incremento.
Es así como, antes de la emergencia, ese costo era de 2.200.000 pesos por 10 toneladas, y ahora la cifra está en alrededor de 6.000.000 de pesos.
Las cosechas valen menos
Mientras tanto, advierte el gremio de comerciantes, las cosechas pierden su valor, como lo evidencia el hecho de que, por una carga de papa que costaba 250.000 pesos, en la actualidad solo pagan por ella 120.000 pesos.
El mayor golpe está en los mercados como los de Bogotá, donde los habitantes siguen pagando precios exorbitantes por el tubérculo, lo que impedirá que, en conjunto, se reduzca la inflación de alimentos.
Sobre todo, porque al igual que la papa, la misma situación la experimentan los productores de café, cacao, sandía y limón Tahití, en la zona, pues se trata de productos de exportación.
El turismo, llevado, y viene la Semana Santa
La ola de afectaciones también está en el turismo, el cual, según Fenalco, se está viendo impactado por la fuerte disminución de viajeros. Es así como, la ocupación hotelera es inferior al 10 %, algo que preocupa, de cara a la llegada de la Semana Santa, que, en el caso del Cauca, es una de las temporadas más fructíferas.
Ante la situación, el comercio en Nariño y Cauca lanza un SOS. Principalmente, porque no se vislumbra una solución en el corto plazo. “Es el momento de implementar alivios tributarios y financieros que permitan que los diferentes sectores puedan sortear este difícil panorama”, dijo Jaime Alberto Cabal.