Justo el día en que en el Congreso de la República se aprobaba la reforma pensional, en el primero de 4 debates que debe surtir la que es una de las propuestas más importantes para el gobierno de Gustavo Petro, en Cartagena se instalaba la 57 Convención Bancaria, que reúne a representantes de todo el sector financiero del país.
El ahorro pensional es uno de los puntos claves para la economía colombiana. De este depende no solo el aseguramiento en la vejez de millones de ciudadanos, sino también el llamado mercado de capitales, con el cual, se promueve la inversión (con la plata que se maneja en los fondos privados de pensiones) mientras se generan utilidades para que crezcan los recursos de los cotizantes.
Y, precisamente, ese ha sido uno de los puntos álgidos en los debates a la reforma pensional: el ahorro para que siga la inversión.
Por eso hay que subrayar lo expuesto por el nuevo superintendente financiero, César Ferrari, acerca del proyecto de ley que avanza en el Congreso.
Al decir del funcionario, “el ahorro pensional es una obligación parafiscal. Todos contribuimos a poner unos recursos en un fondo y, hasta hace poco, había dos maneras de hacerlo, una, con los fondos privados, donde se acumulaban los recursos en una cuenta individual. Otra, la de ahorrar en el fondo público, el que está a cargo de Colpensiones, para que de allí se financien más adelante los retiros de las personas (del mercado laboral)”.
¿Qué preservar de lo que hay?
En ese contexto, para Ferrari es determinante que esa dinámica se siga generando. “Eso hay que preservarlo”.
Aunque el ahorro para la pensión es una obligación, Ferrari destacó que, “lamentablemente, hay muy poca gente ahorrando, pues, solo los que son formales contribuyen. Ojalá pudiéramos formar una masa más grande, a partir de más gente, formalizándose”.
Seguir ese camino dependerá de “generar un cambio en la estructura de la economía. Si la mayor parte de la economía es intensiva en capital y no en mano de obra, no va a producir empleo para todos”, sostuvo Ferrari.
Por el contrario, si la economía es más intensiva en mano de obra y menos intensiva en capital, “lo que va a provocar es un mayor crecimiento de estos fondos de pensiones”, agregó el SuperFinanciero.
Los microcréditos, muy caros
Ferrari habló de varios focos en los que hay que poner la mirada para hacer las modificaciones necesarias para que el sistema financiero contribuya a que más personas tengan oportunidades de acceso a créditos.
Mientras desde muchos frentes se habla de inclusión financiera, el superintendente puso como ejemplo el caso de los créditos pequeños, que están entre los más caros. “En Colombia queremos que haya mayor inclusión financiera, pero eso solo se logra reduciendo los costos financieros. La gente no va al banco si el crédito es muy caro”, sostuvo.
Usuarios y prestamistas
En busca de una explicación a esa situación, Ferrari dijo que tenía la impresión de que ese acceso frenado por el costo de los créditos obedecía a “la técnica, la metodología y la operación de los bancos para dar estos microcréditos. Como son montos pequeños, la remuneración es baja, por lo tanto, no logran cubrir los costos de otorgar los créditos”.
Desde la perspectiva de Ferrari, las soluciones a esos inconvenientes para el acceso a los microcréditos, estarían a la mano. “Hay experiencias en el mundo que hacen que sean baratos. Son las mismas personas organizadas debidamente las que los aprueban, con lo cual, se genera una fidelización de los prestatarios, puesto que, si uno no paga, al otro no le prestan”.
La economía tiene que crecer
El superintendente financiero se refirió también al crecimiento de la economía colombiana como algo “mediocre” que debe ser cambiado. “Es mediocre cuando lo comparamos con las tasas que se ven en los países asiáticos: ellos han crecido al 10 por ciento y nosotros al 3, y cuando pasamos de esa línea nos damos felicitaciones. China, por ejemplo, pasó de ser paria a ser la más grande economía del mundo en 4 décadas, y nosotros en la misma”, concluyó Ferrari.