Desde el pasado ocho de agosto, cuando se radicó en el Congreso de la República la reforma tributaria del gobierno del presidente Gustavo Petro, varias propuestas han sido descartadas y otras más han ingresado a hacer parte del texto, que se espera que sea aprobado antes de finalizar este año.
Inicialmente, la meta de recaudo de la tributaria era de $25 billones solo en 2023 y para 2026 se estimaba que llegaría a los $50 billones. La mayoría de los recursos vendrían de la renta y patrimonio de personas naturales ($8,1 billones) y los nuevos impuestos al sector minero energético ($7 billones).
Sin embargo, tras las reuniones que se sostuvieron con los coordinadores y ponentes para acordar el texto de la primera ponencia, que fue aprobada en días pasados, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, confirmó que, por los cambios realizados, el recaudo de la tributaria bajó de$ 25 billones a los $22 billones para 2023.
Además, el ministro manifestó el pasado cinco de octubre que el recaudo de la tributaria aumentaría gradualmente hasta llegar a $25 billones en 2026, último año de gobierno del presidente Petro. Este dinero se usará para financiar el gasto social que el país demanda.
En ese momento, el recaudo cayó unos $3 billones porque, entre otras cosas, el impuesto a las exportaciones de petróleo y carbón se cambió por una sobretasa; se hicieron ajustes al impuesto al patrimonio y se redujo la lista de los alimentos ultraprocesados gravados, para evitar una afectación a los hogares más vulnerables y a los tenderos. Además, disminuyeron los umbrales del gramaje de las bebidas azucaradas.
Un nuevo “tijeretazo” a la reforma tributaria
Pero este martes, el presidente Gustavo Petro anunció nuevos cambios al texto de la reforma tributaria de cara a la radicación de una ponencia para el segundo debate en el Congreso de la República. Es de recordar que el proyecto tiene mensaje de urgencia y, por lo tanto, solo tendrá tres debates en total.
Los dos principales cambios tienen que ver con nuevos ajustes a la sobretasa de renta para las exportaciones de petróleo y carbón y la decisión de no gravar las pensiones altas en el país. Esto llevó a que ahora el recaudo de la reforma tributaria sea de $20 billones para 2023 y podría subir a cerca de $23 billones para 2026.
Por lo tanto, desde la radicación de la reforma tributaria y luego de múltiples ajustes, el recaudo ha caído unos $5 billones frente a la propuesta inicial. Incluso, podría llegar a bajar más teniendo en cuenta que aún faltan dos debates por realizar y en los cuales se podrían realizar más cambios.
“La filosofía central de la reforma tributaria consiste en dos aspectos: aumentar la capacidad de pago del país para pagar sus compromisos internacionales y aumentar la justicia social en Colombia. Por eso, los impuestos que se han modificado tienen que ver con las capas de mayores ingresos de la sociedad y no afecta a la mayoría de los colombianos”, dijo el primer mandatario.
Según anunció el presidente Petro, la sobretasa de renta que tendrán que pagar las compañías que producen petróleo y carbón en el país dependerá de los precios internacionales. “Entre más bajo sea el precio internacional, no habrá sobretasa”, dijo.
Esta sobretasa será del 5 %, 10 % o 15 % si el precio del año gravable supera el promedio de los últimos 20 años. Además, el presidente reiteró que las regalías no se podrán deducir del impuesto de renta, tal como se aprobó en el primer debate de la reforma tributaria.
“La mayor parte de este recaudo (de la reforma tributaria) tiene que ver con que el Estado capture una mayor renta si lo precios internacionales son elevados, de sus propios bienes, no son bienes privados, son bienes públicos que son el petróleo y el carbón”, aseguró el primer mandatario.