Durante este inicio de año, en medio de noticias económicamente difíciles de encarar para la nación, una de las constantes cada mes ha sido el aumento progresivo al precio de la gasolina, una temática que ha generado fuerte controversia, especialmente entre los conductores que consideran que empieza a ser excesivo.
Desde la cúpula gubernamental, se ha explicado a partir de la llegada del Gobierno Petro al poder, que la razón de este incremento constante se debe a la búsqueda de tapar el hueco de 50 billones de pesos que posee el Fondo de Estabilización de Precios de los Combutibles (FEPC), como lo ha explicado Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda y Crédito Público:
“Financiar ese dinero con el presupuesto implica quitarle recursos a la política social, por eso tenemos que tomar la medida dolorosa de subir los precios de gasolina”, dijo y agregó que esta política se mantendrá por algunos meses más, hasta generar paridad con el precio internacional.
Sin embargo, esto ha generado ya algunas dificultades en el bolsillo de los colombianos, especialmente para los que trabajan diariamente en base al manejo de su vehículo, como el caso de los taxistas, quienes esperaban una tarifa preferencial, que finalmente acabó siendo desestimada de parte de las entidades gubernamentales.
Aún así, prevalece el pensamiento de algunos colombianos que realmente cuestionan si estas maniobras están generando cierto efecto en la problemática presentada, luego de haber completado diez meses consecutivos de aumento con el incremento de este mes de julio.
No obstante, algunas tensiones podrían ser revividas, luego de las observaciones realizadas por los investigadores del Banco de Bogotá, a través de su cuenta de Twitter, el pasado 5 de julio.
La entidad trinó en esta red social explicando lo siguiente: “Cálculos de #IEBdB muestran que, el precio local de la #gasolina debería ubicarse alrededor de 14,000 pesos. 5. Así las cosas, haría falta un ajuste de aproximadamente 1.000 pesos para cerrar la brecha frente a la #gasolina internacional”.
Cabe aclarar que esto contradice la postura del Gobierno planteada desde inicio de año, que asegura que el galón de gasolina debe llegar a un techo de 16.000 pesos, para poder generar una paridad con el precio internacional.
Aún así, es importante mencionar que la entidad aclara que hay otros factores a tomar en cuenta para realizar este cálculo, y que podría explicar la postura que ha sido reforzada por figuras que forman o han formado parte del Gobierno, como en el caso del exministro de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Ocampo.
De esta forma, los investigadores aseguran que hay otros factores a analizar y a prever, como la volatilidad del petróleo en el mercado, y la tasa de cambio, algo que puede generar cambios en el precio del combustible, y que podría entenderse que el Gobierno plantea esta diferencia de valor para el galón, con el fin de generar un colchón que evite cambios de último momento, que obliguen a extender incluso más la temporada de aumentos en el precio de la gasolina.
Si algo está claro es que este costo seguirá subiendo durante al menos un par de meses más, lo que podría continuar generando afectaciones para el bolsillo de los colombianos, que esperan que de parte del Gobierno nacional se promuevan políticas que acaben disminuyendo estas dificultades, o que, en su defecto, este aumento llegue a su fin, permitiendo un alivio para las finanzas de la ciudadanía, que ha sido victima de múltiples dificultades durante este inicio de año.