Los países del G7 se comprometieron este viernes 27 de mayo a descarbonizar la mayor parte de su sector eléctrico de aquí a 2035 y a cesar el financiamiento de proyectos vinculados con las energías fósiles este año.
“Nos comprometemos a lograr un sector eléctrico predominantemente descarbonizado para 2035 (...) y a apoyar la aceleración de la eliminación mundial del carbón”, según una declaración conjunta tras una reunión de ministros de Clima y Energía en Berlín.
Para lograr este objetivo, el grupo de países prometieron “poner fin a las ayudas públicas directas para proyectos sin mitigación en el sector de las energías fósiles”, de acuerdo con declaraciones de los ministros.
El término “sin mitigación” se refiere a proyectos que no usen alguna técnica para contrarrestar la contaminación provocada por las emisiones de dióxido de carbono. Esta es la primera vez que las siete potencias industriales (Estados Unidos, Japón, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y Alemania) se comprometen a un objetivo en este sentido.
Cesar los subsidios para proyectos internacionales que usen las energías fósiles fue una de las resoluciones adoptadas por 20 países en la Conferencia del Clima COP26, celebrada en Glasgow el año pasado. Entonces, todos los países del G7, menos Japón, habían adherido a este compromiso.
“Es bueno que Japón, que es el principal financista de los combustibles fósiles en el mundo, se haya unido a los otros países del G7″, le indicó a la Agencia AFP Alden Meyer, experto del centro de estudios europeos E3G.
El G7 le pide a la Opep a actuar “de manera responsable”
Los ministros de Energía de los países del G7 también les pidieron a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) que “actúen de manera responsable y respondan al endurecimiento de los mercados internacionales, donde la Opep tiene un papel clave que desempeñar”.
Los ministros del G7 reconocen que los elevados precios de la energía se sentirán tanto en las economías maduras como en los países en desarrollo, que son importadores netos de energía y cuyos recursos financieros se han agotado. Por esto, es necesario considerar medidas eficaces para frenar el aumento de los precios de la energía sin comprometer los mecanismos clave de la política climática para impulsar la transición energética.
Los miembros del G7 expresaron su disposición a colaborar con estos países para garantizar un suministro de energía global estable y sostenible. Además, supervisarán de cerca los acontecimientos para tomar más medidas concertadas y estrictas si es necesario, incluso con países fuera del G7.
“Actuaremos de manera solidaria y en estrecha coordinación ante posibles interrupciones del suministro y haremos lo necesario para mitigar el impacto en nuestras economías y ciudadanos, especialmente para proteger a los grupos vulnerables”, advirtieron.
Asimismo, los ministros del G7 se comprometieron a continuar trabajando juntos para garantizar la diversificación de fuentes, suministros, rutas y medios de transporte de energía y minerales críticos para desarrollar la resiliencia del sistema y promover mercados energéticos competitivos, fiables y asequibles basados en reglas transparentes.
En este sentido, reiteraron que la crisis actual destaca la necesidad “real y urgente”, así como la oportunidad, de que Europa reduzca su dependencia de Rusia, diversificando el suministro; acelerando el despliegue de servicios limpios, seguros y tecnologías de energía sostenible, y mejorando la eficiencia energética, con un progreso significativo posible para fin de año.
La Opep y sus aliados liderados por Rusia, el grupo conocido como Opep+, mantienen desde hace meses su hoja de ruta para elevar gradualmente su producción conjunta de crudo al considerar que el mercado está bien equilibrado, a pesar del efecto de “factores geopolíticos y cuestiones relacionadas con la pandemia”.
A principios de mayo, decidieron que a partir de junio la producción de la Opep+ pasará a ser de 42.558 millones de barriles diarios, frente a la cuota actual de 42.126 millones. Arabia Saudí y Rusia, asumirán el mayor volumen de producción, con una oferta de 10.663 millones de barriles diarios, respectivamente.
Según las cuotas vigentes a partir de junio, los 10 países pertenecientes a la Opep tendrán que producir un máximo de 25.864 millones de barriles por día, mientras que el resto de naciones podrían bombear hasta 16.694 millones de barriles.
*Con información de la Agencia AFP y Europa Press