La sostenibilidad, el empoderamiento femenino, el límite presupuestal son algunas de las tendencias que estarán presentes en los consumidores de este año, a partir del informe de la firma de Euromonitor.
En primer lugar, la firma internacional Kantar Worldpanel indicó en un estudio reciente que el poder adquisitivo en general de Latinoamérica se redujo considerablemente, dado que los productos de gran consumo en la región se incrementaron en un 30%, una cifra superior a los dos últimos años.
Por otro lado, otra variable de contexto es el crecimiento del empleo informal, debido a que la misma firma expuso que el año anterior se presentó una disminución del 25% del sueldo para los trabajadores formales, por lo cual encaminarse hacia la informalidad ha sido una alternativa de los ciudadanos para mejorar la situación.
Bajo esta coyuntura, queda en el aire la incógnita de cuáles son las claves para que las empresas no pierdan a sus consumidores. En búsqueda de mejorar la calidad del empleo formal y equilibrar el poder adquisitivo, la empresa Euromonitor sostuvo que estas serán las diez tendencias de consumo para este año:
Automatización auténtica
En primer lugar, hay una tasa que afirma que ocho de cada diez consumidores menores a 29 años se sienten cómodos al interactuar con un robot. Por lo que, si el público objetivo son ellos, las inteligencias artificiales, la tecnología o robots deben estar presentes en la cadena de valor.
La tendencia apunta a que en la cadena debe haber una convergencia entre el contacto humano y la experiencia con máquinas. Durante el camino del consumidor, debe haber momentos para fortalecer las relaciones interpersonales con otra persona, pero también otros pasos en los cuales se deje llevar por la tecnología.
Presupuesto limitado
El 2023 traerá en su transcurrir aumentos de inflación, incremento de precios y una eventual escasez de adquirir ciertas cosas, por lo que el costo de vida será mayor. En ese orden de ideas, los consumidores se ven vistos a ser más estrictos con sus gastos, para poder subsistir y, en algunos momentos, dejar a un lado compras que no sean de primera necesidad.
Las empresas deberán ofrecer ofertas y descuentos en mayor cantidad, para que el choque de la baja compra se reduzca y los consumidores puedan seguir adquiriendo lo que les interesa, a pesar de que no sean de primera necesidad. También se puede aplicar la compra en línea, una mecánica que ayudará a las compañías.
Control del scroll
El año anterior indicó que más de la quinta parte de los consumidores borraron sus cuentas en redes sociales y dejaron a un lado las aplicaciones con las que menos interactuaban.
Es por esto que el tiempo que le dedican los consumidores a determinada red social o aplicación es corto, por lo que será clave la optimización de la actividad. Cautivar en el menor tiempo y de la mejor forma al comprador cuando esté viendo la pantalla de su celular, impidiendo que haga scroll sin prestarle atención a la publicidad o publicación.
Eco-económicos
Ligado al aumento de los precios y a un cambio en la calidad de vida, el consumo también estará destinado frente al desarrollo sostenible y ecológico. El incremento del valor de los combustibles, energía, gasolina, entre otros, hace que las personas reduzcan este gasto y prefieran gastar en otras cosas que no tengan tanto impacto y, por consiguiente, con el bolsillo.
El negocio está en la producción de productos básicos que sean sostenibles, o bienes de segunda mano, los cuales no son igual de costosos que los novedosos. En sí, la tendencia le apunta a que los consumidores estarán más al tanto del ecosistema, para que el bolsillo no se vea afectado.
La experiencia digital
Tres de cada 10 consumidores tendrán una consola de videojuegos este año. Para este sector no hay una edad en sí, dado que dependiendo del uso que se le dé, es para cualquier persona. Adicionalmente, los avances que han estado teniendo las compañías de videojuegos en aras de mejorar la experiencia del usuario y darle lo que nunca había tenido, ha mejorado al sector.
Frente a este contexto, las empresas deben apuntarle a, no necesariamente crear videojuegos, sino a que los bienes y servicios que ofrezcan generen la misma experiencia que tienen los usuarios con los videojuegos. Se puede apuntar al lenguaje transmedia o los activos digitales.
Gastar en derroches con prudencia
El gasto discrecional se está transformando en ser más intencional. Adquirir lujos o derroches inteligentes han sido la manera, en algunos casos y cuando se pueda, de hacerle frente al mundo. Sin embargo, las tasas de los bancos y el sistema tradicional de compra/venta es disruptivo con los caprichos.
Por lo tanto, los métodos de pago alternativos, los cuales incentiven a los compradores a adquirir productos que no son del todo necesarios y sin perder la capacidad adquisitiva de los bienes y servicios de primera necesidad, serán la clave.
Rutinas revividas
Los consumidores no quieren estar encerrados, sino que les gusta salir al mundo. Por esta situación, las compañías le han apuntado a la modalidad híbrida, para no mantener hacinados a los empleados en una oficina.
La clave y la tendencia le apuntan a que haya un incentivo para los empleados para que quieran revivir sus rutinas, las cuales tenían antes de la pandemia. Será de vital importancia la confianza que generen en los compradores para que vuelvan a las rutinas de la normalidad.
Empoderamiento femenino
Las mujeres buscan que las empresas a las que le adquieren productos representen los mensajes y discursos que ellas avalan y comparten, los cuales van ligados al impacto femenino y el empoderamiento. Por tal motivo, se espera que exista un lazo de confianza entre compradora y marca, la cual también tenga una metodología personalizada con ellas.
El cuidado femenino es la industria más interesada en esta tendencia, debido a que tiene todo lo necesario para familiarizarse con las compradoras.
Prosperidad
Los compradores quieren tener una vida que cumpla con sus obligaciones diarias, pero sin sentirse agotados. Las personas llamadas prósperos hacen una pasa, analizan su entorno y no tienen miedo en dejar cosas atrás, las cuales afecten su energía y salud mental. Buscan tranquilidad y consuelo.
A partir de esta coyuntura, la tendencia va enfocada en la producción de bienes y servicios que proporcionen un mejor estado de ánimo y energía a los compradores. Lo que no se espera es que los productos abrumen más, sino que sean un agente que de paz y armonía.
La generación Z
Por último está la influencia en alza de la llamada generación Z, la cual está contando con motor económico y representa la cuarta parte de la población global. Los consumidores jóvenes están en su mejor momento, por lo que las empresas deben tener en cuenta lo que necesiten. Ahí está el mercado.
La comunicación transparente, honesta y cercana trazará el camino para acercarse a esta generación. Para lograr el éxito, las historias que narren las marcas deben ser enfocadas en lo que ocurre en la generación Z.