El paro de taxistas que se realizó este 22 de febrero en Bogotá y que fue respaldado en varias ciudades del país, dejó impactos significativos para los comerciantes, donde solo en la capital del país se estima que se generaron pérdidas del 25 % para los negocios del centro de la ciudad.

Wilson Vergara, gerente general del Gran San de San Victorino, manifestó que la compra de calzado y ropa decreció notoriamente durante la jornada de este miércoles, y se vio afectada por las manifestaciones que protagonizaron los miembros de la denominada “mancha amarilla” que se fueron a las vías de hecho en respuesta al no lograr un acuerdo frente a las solicitudes presentadas ante el Ministerio del Trabajo, respecto a la regulación de las apps de movilidad y otros temas que aquejan a este sector del transporte colectivo de pasajeros.

“El momento más álgido del paro fue justo entre 4:30 y 8:00 de mañana, cuando estamos en el tradicional madrugón. Mucha gente dejó de venir por temor a la movilidad y a la falta de taxis, pues la mayoría de nuestros compradores mayoristas usan este servicio para transportarse, lo que nos dejó una reducción en ventas del 25% solo en esa parte del día”, aseguró.

El comercio en el centro de Bogotá reportó menores ventas para este miércoles 22 de febrero, siendo calzado y ropa los que se vieron más perjudicados. | Foto: Revista Semana

Indicó el vocero de los comerciantes del centro de Bogotá que esta situación agudiza la crisis por la que vienen atravesando muchos negocios en esta zona de la capital, donde sus propietarios y/o administradores aún no han logrado recuperarse de las afectaciones que generó la pandemia por covid-19; por lo que advierte que de registrarse manifestaciones de este tipo próximamente y de manera recurrente, llevaría a que cesen sus actividades muchos comercios en la ciudad.

“Solo basta con darse una vuelta por el centro de Bogotá para notar la ausencia de compradores en los más de 57 establecimientos de comercio de la zona, lo que podría llevar al cierre de varios negocios y a la pérdida de empleos”, recalcó el comerciante, quien además señaló que el sector viene sufriendo una caída considerable por la situación económica actual, donde enero y febrero del presente año han sido los peores meses en ventas en 10 años.

El comercio en general señala que el arranque de año no ha sido el mejor, por lo que califican a enero y febrero de 2023 como los peores meses en ventas en la última década. | Foto: Revista Semana

Vergara destacó el acuerdo al que llegaron en la tarde de miércoles el Gobierno y el gremio de taxistas, por lo que extendió un llamado a ambas partes para que se mantenga el diálogo abierto y haya voluntad para lograr un acuerdo definitivo que represente beneficios mutuos.

Al tiempo que pide que se piense en la ciudadanía y en las actividades económicas que pueden verse afectadas cuando se presentan protestas de esta naturaleza y que terminan agudizando las finanzas de los pequeños y medianos comerciantes que están tratando de mantener a flote sus negocios, en medio de los incrementos que ha generado la inflación, las tasas de interés, la importación de insumos por cuenta de la disparada del dólar, entre otros elementos.

Aunque no existe un cálculo estimado sobre las pérdidas que el paro de taxistas ocasionó al sector comercio, declaraciones entregadas por Jaime Cabal, presidente de Fenalco, sugieren que la cifra puede estar cercana a los $60.000 millones de pesos a nivel nacional.

Los comerciantes que tienen sus locales por el sector de San Victorino aseguran que sus ventas han decaído y que protestas como las protagonizadas por los taxistas, agrava aún más su situación financiera. Fotos: Guillermo Torres / SEMANA. | Foto: si

“Esta situación es insostenible. A este ritmo la economía perderá aún más impulso, precisamente cuando más necesitamos estimular la producción y el empleo”, afirmó el dirigente gremial, quien aseguró que la protesta de este 22 de febrero “es una gran equivocación que afecta el funcionamiento del comercio y la economía”.

Así las cosas, el comercio no vislumbra un 2023 positivo para sus ventas, sino que, por el contrario, la percepción que se tiene frente al comportamiento que tendrá la economía no sugieren que será un año favorable para el sector, que desde finales de 2022 viene padeciendo dificultades, las cuales, se prevé, se acentúen mucho más en los meses venideros, lo que hará que el balance de año esté más en cifras rojas que verdes.