El gas ocupa al país. El debate alrededor de este combustible ha sido denominador común en la VII Cumbre de Petróleo, Gas y Energía que se realiza en Cartagena, donde el contralor general, Carlos Hernán Rodríguez, hizo un pronunciamiento sobre los aprietos que hay con el tema.
“No evidencio proyectos futuros para evitar la seguridad en el suministro de los combustibles”, advirtió.
El país, por este sector que explota recursos naturales, obtiene regalías, que tienen el potencial de transformar profundamente a las comunidades a través de la inversión, pero, de no orientar adecuadamente dichos dineros, podría terminar incentivándose la ‘pereza fiscal’ en las regiones, que terminan dependiendo de estos giros, sin hacer gestiones propias para su autosostenimiento.
Sin explotación petrolera no hay regalías
“A menudo vemos que estos dineros no se invierten de manera eficiente ni eficaz, lo que limita su capacidad para fomentar un desarrollo verdadero y sostenible. Sin explotación petrolera no hay regalías, pues la mayoría de estas se derivan de dicha actividad. Si bien, el país actualmente cuenta con autosuficiencia de petróleo y gas, esta se está agotando rápidamente y no parece existir el incentivo apropiado para continuar, pese a que se trata de un país que produce sus propios energéticos”, argumentó.
Hay que revertir la tendencia, pero…
Para el contralor, “tenemos pocos años para revertir la tendencia de agotamiento de reservas, especialmente de gas, que sigue cayendo en la medida en que no se incorporen nuevos hallazgos con base en los descubrimientos recientes como el de Uchuva dos, Orca, Gorgon, en el off shore de la Costa Caribe, por lo cual se requiere adoptar medidas regulatorias que incentiven a las empresas para seguir adelante con los procesos y por ende obtener regalías por concepto de gas y a la vez tener garantía de abastecimiento en gas, que es el combustible que, se supone, debe impulsar la transición energética”.
A ello se le agrega que los campos petroleros son variados. “Unos pagan 20 % de la producción, producto del régimen anterior a la Ley 756 de 2002 y se tienen campos que pagan regalías variables dependiendo de la producción, teóricamente entre el 5 % y el 25 % pero en la práctica van desde 5 % al 14,5% pues no hay campos con producción lo suficientemente alta para superar ese porcentaje, lo que nos indica que Colombia es un país de campos pequeños y medianos y que los grandes campos petroleros como Cusiana, Caño Limón o La Cira, no son lo normal”, argumentó el contralor.