Con el dólar caro, lo que sube el precio de los productos, tanto en los importados como en los que se fabrican a nivel local, y con el Banco de la República subiendo las tasas de interés para frenar la inflación, los hogares colombianos no paran de consumir.
Así se aprecia en el informe de la firma Raddar, especializada en consumo, según la cual, el gasto de los hogares en junio (dato anual) creció en 8,85 % frente a igual periodo del año anterior.
Solo en el sexto mes de 2022, los hogares colombianos gastaron 75 billones de pesos, cifra que representa un aumento de 4,68 % frente al mes inmediatamente anterior.
En el acumulado del semestre, la plata que han metido los ciudadanos de esta nación a la economía es de 437,7 billones de pesos. Si se mira el panorama con un lente de mayor alcance, en los últimos 12 meses el consumo de los hogares asciende a 878,8 billones de pesos, es decir, un crecimiento corriente anual en junio de 14,77 %, según las estadísticas presentadas por Raddar.
Más empleo pone plata en los bolsillos, pero gastan mucho con crédito
La explicación de estos incrementos en el gasto de los hogares, con todo y los miedos que hay en relación con la carestía y la prolongada inflación al alza es la recuperación del empleo. “La continua disminución de la tasa de desempleo en las trece ciudades principales del país, donde se sitúa en 11 % ha sido clave para mantener el consumo con dinamismo”, señala el informe.
De hecho, las ciudades más grandes (Bogotá, Medellín y Bucaramanga) son las que han tenido las mayores disminuciones de tasa de desempleo frente al año anterior, lo que empuja el resultado total del gasto de los hogares, teniendo en cuenta que esas capitales son también las que concentran la mayor parte de la población.
También cuenta el hecho de que los colombianos siguen recibiendo remesas en dólares, de familiares o amigos que tienen en el exterior, lo que incrementa la capacidad de consumo, teniendo en cuenta que la tasa de cambio ha registrado una tendencia alcista, lo que implica que a los habitantes de Colombia les rinde más la plata.
Pero además hay un ingrediente en el panorama del consumo que no es tan bueno y es el uso excesivo del crédito para comprar. En especial, el gasto con tarjetas de crédito, que se ha incrementado en las últimas semanas y, sin que el hecho aún constituya una amenaza como para pensar en un deterioro de la cartera en los bancos (es decir, los colombianos consumen con tarjetas de crédito, pero siguen pagando), no deja de ser preocupante, pues los intereses que van a pagar las familias en los meses venideros son más altos.
De acuerdo con el análisis de la firma Raddar, “la colocación crediticia en los hogares, por parte del sector financiero, en tarjetas de crédito, consumo e hipotecarios, creció en junio de 2022 fue de 33,5 %, frente al mismo mes del año pasado. El valor de las transacciones con tarjetas de crédito aumentó en 43,8 % frente al mismo mes del año pasado, algo que no se puede perder de vista”.
Ahora, con los resultados de la inflación en Estados Unidos, que subió a 9,1 %, la expectativa es que allá, la Reserva Federal tome la decisión de incrementar más las tasas de interés, camino que seguramente seguirá también Colombia, en donde el Banco de la República sigue monitoreando la situación para aplicar medidas en materia monetaria, que busquen frenar la escalada de la inflación, pero sin afectar el ritmo de crecimiento que ha tenido hasta ahora la economía.