En una entrevista televisada, el presidente Gustavo Petro respaldó vigorosamente sus reformas: pensional, de salud y laboral, pero dijo que la tercera es la más crucial. Según él, su implementación “permitiría que millones de personas pudieran tener condiciones dignas de trabajo e incentivaría al empresariado a aumentar las ganancias por la vía de la productividad”. En su defensa de la reforma laboral, también puso en duda el trabajo de economistas serios que han manifestado sus preocupaciones por el proyecto de Ley.
En ese grupo están los expertos del Banco de la República, quienes advirtieron que en un escenario medio se podrían perder 554.0000 puestos de trabajo por la reforma laboral, pero en el peor de los escenarios ese número podría subir a 750.000 empleos, debido a los sobrecostos en que tendrían que incurrir las empresas en temas como horas extras y despidos sin justa causa.
“Yo estudié economía. Ese tipo de teorías eran de malos economistas. Gente como Keynes, que es un defensor del capitalismo y uno de los grandes economistas del mundo, decía lo mismo que Marx, quien, entre otras cosas, era un crítico del capitalismo: no existe mercado de trabajo. Lo que determina el incremento del empleo son unas cosas diferentes, como la capacidad productiva de la sociedad. Y lo que determina la demanda por trabajo son otras condiciones diferentes. Entonces no hay un cruce”, aseguró el mandatario en entrevista con José Manuel Acevedo, director de Noticias RCN.
El jefe de Estado de los colombianos subrayó que “el capitalismo entra en crisis de vez en vez” y que las alertas que han enviado los economistas del Grupo de Análisis del Mercado Laboral (Gamla) del Banco de la República, que fueron los que hicieron el análisis, manejan teorías marcadas por la ideología.
“Colombia ha tenido una reducción del salario real y una expansión de la jornada laboral durante las últimas tres décadas. Mire los cuadros de la OCDE: Tenemos la segunda jornada semanal más larga de todos los países de ese grupo y somos los últimos en productividad. ¿Funciona la teoría?”, reiteró.
Las otras reformas
En la entrevista con RCN, el primer mandatario habló sobre el futuro de las reformas en caso de no ser aprobadas. Si la de salud no se hace, dijo que igualmente las EPS se acabarán (es una idea que ha planteado varias veces, pero no ha explicado cómo se daría dicho fin).
De la misma manera, afirmó que, si no se hace la reforma pensional, los fondos privados se acabarán e insistió en su negativa a cambiar el tope a partir del cual sería obligatorio cotizar en Colpensiones.
Pese a que se ha hablado del millonario costo que dicha reforma tendría para el país, el jefe de Estado insistió en que la iniciativa busca proteger a los colombianos de la tercera edad que no cuentan con ningún ingreso, al tiempo que señaló que no aprobar los cambios propuestos significa estar del “lado de las utilidades de los banqueros”.
Agregó que los expertos que “sugieren disminuir el salario mínimo del modelo pensional que proponemos (de 4 a 3 y a menos salarios mínimos a partir de los cuales los trabajadores estarían obligados a cotizar en el régimen público) incurren en un contrasentido, pues eso aumentaría el déficit fiscal, en vez de reducirlo”.
Su argumento se basa en que entre menor sea el número de salarios con los que se cotiza en Colpensiones y en los fondos privados, habría más viejos desamparados y sin ningún ingreso en los últimos años de su vida.
Expertos como los de Fedesarrollo, Anif, la academia e incluso del Comité Autónomo de la Regla Fiscal, han pedido que la exigencia para cotizar en ambos regímenes se baje de tres a un salario mínimo, justamente para acotar el gasto público en el pago de mesadas.
Con respecto a la dificultad que tendría la aprobación de la reforma pensional, tras las complicaciones que están viviendo otras iniciativas, como la de la salud, el presidente Petro respondió que “el Congreso y la sociedad tienen dos opciones: les dan gusto a los banqueros, prefiriendo que aumenten su utilidad, o eligen aumentar la cantidad de viejos que pueden tener bono pensional”.