Sigue el debate por la decisión de la Corte Constitucional de no avalar la no deducibilidad de las regalías en el impuesto de renta que pagan las empresas mineras. Este domingo, 19 de noviembre, el presidente Petro se levantó haciendo preguntas al respecto en su cuenta de X. En su mensaje aseguró: ”Si la nación no va a recibir regalías, ¿para qué permite que se extraiga un recurso que es no renovable y que es propiedad del pueblo? ¿Para ganancia gratis de otros que no son el pueblo?”.
El mandatario insiste en que las regalías no pueden ser confundidas con impuestos, pues muchos de los críticos de la medida argumentaban que al no permitir su deducibilidad se incurría en una doble tributación, al tiempo que atribuyó esa idea “a la presión de la poderosa minería petrolera y carbonera y nuestra escasa visión nacional. Lo ha impuesto como norma y doctrina jurídica. Es simplemente un absurdo”.
Para probar su punto usa un video del profesor e investigador de Cambridge, José Gabriel Palma, quien no duda en asegurar que reprobaría a cualquier alumno que confunda regalías con impuestos. “Es un absurdo dentro de la teoría económica. Son dos cosas distintas. Es como si Latam –la aerolínea– dijera: yo pago por el combustible que le compro a Enap (Empresa Nacional de Petróleos de Chile), pero eso lo considero un impuesto. ¿Por qué? Porque Enap es una empresa pública y como me vende el combustible lo llamo impuesto. Entonces Latam me dice: mira, yo pago este porcentaje de mi utilidad y además pago impuesto porque tengo que pagarle el combustible a Enap. La gente se reiría. Si una empresa de la construcción me dijera: mira, yo de mi utilidad pago este impuesto corporativo, como cualquier empresa en Chile, pero imagínense que tengo que pagar por el cemento, ¿por qué no me lo regala el Estado? La gente se reiría”, insiste con sarcasmo.
Al referirse a los recursos naturales y para seguir con su argumentación, Palma señala que es como si una minera dijera que paga impuestos por sus utilidades y que, además, tiene que pagar por los 10 kilos de cobre que están en la tonelada de roca que extrae de la montaña. “Y claro, como eso pertenece a todos los chilenos, yo lo llamo impuesto. ¿Y por qué? Porque se me da la gana llamarlo impuesto y, perdóname, pero si aquí en Cambridge, en un examen de macroeconomía, yo pongo una pregunta sobre royalty (regalía) y un alumno lo mezcla con impuesto, te prometo que lo saco mal por ignorante. O sea, es un tema fundamental de teoría económica. ‘Royalty’ e impuestos son totalmente dos temas separados. Mezclarlo es no entender el tema o enredar la perdiz; pues bien, se sabe que en río revuelto, ganancia de pescadores”, asevera.
El profesor de la universidad europea, además de insistir en la necesidad de separar los dos conceptos, dice que vale la pena discutir la tributación de las empresas mineras, la cual a lo mejor tiene que ser distinta a la de otros sectores económicos. “Discutámosla, pero no confundamos algo que es intrínsecamente diferente”, puntualiza.
Con esta argumentación, en su mensaje de X el presidente Petro le propone al Congreso reformar la ley de regalías, subrayando que “ya no quedan sino unos pocos años de minería fósil y es de ahí que hay que financiar la transición energética”.
Reformar el sistema de regalías ha sido una de las tareas más duras que han intentado los diferentes gobiernos, pues es un tema sensible que genera muchas inconformidades. Una de las razones que daba el Gobierno para prohibir la deducibilidad de las regalías es que esos recursos no entran al presupuesto general de la Nación, sino que los maneja Planeación Nacional, y en la medida en que pudieran formar parte del recaudo de la Dian, esos recursos se podrían utilizar en gasto social. Por ahora, el plan no salió como lo tenían previsto.