Los precios del petróleo registraron al principio de esta semana una nueva tendencia al alza. La referencia Brent alcanzó el lunes casi los 82 dólares por barril, su mayor valor desde 2018, mientras que la WTI bordeó los 78 dólares.
Estos valores fueron impulsados por la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y algunos de sus aliados, como Rusia, en la que ratificaron que continúan sin cambios en la estrategia de un incremento gradual en la oferta de petróleo en 400.000 barriles diarios para noviembre.
Algunos, como Goldman Sachs, estiman en 90 dólares al cierre del año la cotización del crudo, y otros calculan que podría llegar a 100 dólares en el corto plazo por las tensiones geopolíticas entre Rusia y Europa por el suministro de gas y un invierno de fin de año que se prevé severo e intenso.
Con un precio superior a los 80 dólares por barril, se podría cerrar en promedio el precio en el año por encima de 70 dólares, circunstancia que para Colombia representa oportunidades y retos.
Dentro de las primeras, está la posibilidad de capitalizar mayores ingresos fiscales, pues el precio del petróleo en el presupuesto general de la Nación para este año se ubicó en 63 dólares.
Pero también grandes desafíos porque impulsaría el aumento en el precio de la gasolina que se atenúa gracias al esfuerzo del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles. Sin embargo, el fondo viene arrastrando un déficit, que se estima en unos 850.000 millones de pesos mensuales, que podría amenazar su sostenibilidad hacia el futuro.
Si este mecanismo no existiera, según cálculos del Ministerio de Minas y Energía, a lo largo del mes de septiembre los consumidores hubiesen tenido que pagar por el combustible un valor promedio de 3.000 pesos adicionales por galón de gasolina y unos 3.600 más por galón de diésel, debido a que el precio nacional no ha aumentado en la misma proporción que los precios internacionales.
¿Cuáles son los escenarios para la Cámara Colombiana de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol)? Estas son las proyecciones de Nelson Castañeda, presidente ejecutivo de esta cámara empresarial.
SEMANA: Con los precios del petróleo en un panorama de 80 dólares por barril, o más arriba –Goldman Sachs lo estima en 90 dólares al final del año-, ¿qué representa en materia de ingresos para el país y las cuentas fiscales?
Nelson Castañeda [N.C.]: Desde Campetrol estimamos que un dólar de incremento en el precio de referencia Brent estaría generando unos ingresos adicionales al Estado de entre 300.000 millones y 350.000 millones de pesos anuales. Por otra parte, un dólar de incremento en el precio de referencia Brent generaría un aumento de entre 250 y 270 millones de dólares en el valor de las exportaciones de petróleo y sus derivados.
En caso de que el Brent se mantenga en 80 dólares por barril hasta fin de año, obtendríamos un promedio anual cercano a los 70 dólares por barril. Si comparamos esta cifra con el promedio de 2020, de 43 dólares por barril, obtenemos una diferencia de 27 dólares por barril, la cual estaría asociada a un incremento, de 2020 a 2021, de 8,1 a 9,5 billones de pesos en la renta petrolera y de 6.000 a 7.000 millones de dólares en el valor de las exportaciones de petróleo y sus derivados.
SEMANA: ¿En el Marco Fiscal de Mediano Plazo y en las cuentas del Gobierno el precio del petróleo en qué valor se ubicó y a cuánto podrían ascender los ingresos adicionales en este marco?
N.C.: El Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) contempla, como supuesto para 2021, un precio promedio anual de referencia Brent de 63 dólares por barril. Ahora bien, de mantenerse los precios actuales hasta final de año, podríamos alcanzar un promedio anual de 70 dólares por barril. Este diferencial frente a la estimación del MFMP 2021 de 7 dólares por barril en los precios, le podría generar al país entre 2,1 y 2,5 billones de pesos anuales adicionales a los pronosticados en el Marco Fiscal para la renta petrolera.
SEMANA: ¿Qué expectativas de producción hay para este año y el entrante?
N.C.: Con respecto al escenario de producción, en los últimos tres meses se ha observado un incremento lo volúmenes que produce el país desde el mínimo de 690.000 barriles por día hasta los niveles actuales de alrededor de 748.000 barriles registrados en promedio en agosto, lo cual ha permitido aprovechar el escenario actual de precios del petróleo, que para la referencia Brent tocó los 80 dólares por barril. De mantenerse este escenario, somos positivos en que el país pueda finalizar el año con una producción cercana a los 800.000 barriles diarios.
SEMANA: ¿El aumento en los precios del crudo se podría traducir en incremento de las inversiones del sector?
N.C.: El sector cosechó durante 2020 eficiencias operacionales que permitieron disminuir los costos de producción en promedio hasta un rango de 30 a 35 dólares por barril, por lo cual, con el escenario de precios observado en lo corrido del año, superior a los 70 dólares por barril, se ha generado la caja suficiente para incrementar los planes de inversión en 2022.
Se espera que estas inversiones se concentren, por un lado, en aquellas opciones que recuperen la producción en corto plazo, como las operaciones de workover, la perforación de pozos infill y los programas de mantenimiento.
De igual forma, desde la Cámara esperamos que parte de las inversiones se destinen a proyectos de mediano y largo plazo, como la perforación de pozos exploratorios, la adquisición sísmica y el desarrollo de aquellas zonas con descubrimientos recientes.
SEMANA: Ese aumento de los precios del crudo, ¿implicarían un aumento en el precio de la gasolina? ¿Cómo sería ese proceso?
N.C.: En Colombia, el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, adscrito y administrado por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, tiene la función de atenuar en el mercado interno, el impacto de las fluctuaciones de los precios de los combustibles en los mercados internacionales. Por esta razón, los aumentos en las cotizaciones no se han reflejado directamente en los precios de la gasolina al interior del país.
Sin embargo, con la crisis económica y el desequilibrio fiscal actual, se hace cada vez más complicado mantener inalterados los precios del combustible, de esta manera, se podría esperar un incremento en el precio de la gasolina en el mediano plazo, el cual, a su vez se vería frenado parcialmente por los efectos de depreciación en la moneda colombiana.
Ahora bien, es importante resaltar que, durante 2020 se observaron precios de los combustibles históricamente bajos, y como parte del proceso de normalización económica, y de las mayores cotizaciones del crudo, los precios deberán retomar los niveles previos a la pandemia.
SEMANA: ¿Cuál es la situación actual del Fondo de Estabilización del Combustible?
N.C.: En medio de un escenario con una demanda creciente, el Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles cuyo objetivo es atenuar y dar equilibrio a los precios internos de los combustibles, ha ayudado a que la volatilidad del mercado internacional y la fuerte devaluación de la tasa de cambio no se traslade al precio de la gasolina y, por consiguiente, a los consumidores finales.
Como resultado de la falta de ahorro, el costo fiscal no podría continuar siendo sostenible en el mediano y largo plazo, y el fondo podría tener un déficit para 2021. En efecto, de acuerdo con Corficolombiana, este podría alcanzar los 7,6 billones de pesos este año y los 5,7 billones para 2022, equivalente a casi más de la mitad del recaudo total por cuenta de la actual reforma tributaria para 2023.