Casi seis meses han pasado desde que entró en vigencia la resolución 2013 de 2020 del Ministerio de Salud, por la cual se busca reducir el consumo de sodio y se reglamentan los niveles de este mineral que pueden tener los alimentos y productos que se consumen en el país. Al respecto, diversos sectores de la economía no paran de lanzar alertas por los efectos negativos que están llegando con esta medida, la cual tiene en riesgo de desaparecer a toda una línea gastronómica.
Se trata de la comida asiática o popular comida china, la cual depende en gran medida de ingredientes como la salsa de soja (alta en sodio) y que aún no encuentra un sustituto adecuado para este producto, así como pasa con la mostaza dijon en las recetas francesas. Estos son algunos de los retos que hoy en día están enfrentando los restauranteros, los cuales se agravan por la elevada inflación que se vive en Colombia.
En diálogo con SEMANA, el presidente Ejecutivo Nacional de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres), Guillermo Gómez París, hizo un llamado a las autoridades competentes, especialmente al Ministerio de Salud, para que analice el impacto que realmente está teniendo la popular ‘ley del sodio’, advirtiendo que está en peligro de desaparecer una comida tan tradicional como la asiática.
“En un entorno de inflación donde no es fácil sobrevivir porque permanentemente están aumentando los precios, se suma la lesión que genera una resolución que resolvió por sí misma prohibir varios insumos de cocina por considerar que son lesivos para la salud. Esto sin haber tenido en cuenta el sector gastronómico, sin haber hecho un análisis técnico ni científico de cuál es la carga de sodio en la preparación de recetas que es muy diferente a la concentración que traen los formatos industriales que son los que compran los restaurantes para ser eficientes en su operación y desconociendo el derecho que tienen las sociedades al acceso a la cultura, al acceso al trabajo y a la libertad de empresa”, dijo este vocero gremial.
Gómez París agregó que “el daño ya se está sintiendo. Cada vez con más fuerza arrancamos desde el mes de agosto del año pasado cuando los proveedores empezaron a informarnos de la imposibilidad de seguir proveyendo producto. En noviembre que entró en vigencia la resolución ya quedaron los proveedores con todos los productos importados guardados en sus bodegas y ya hoy han empezado la destrucción de producto porque se van acercando su fecha de vencimiento y no queda otra alternativa”.
Dentro de los ingredientes o productos que se vieron afectados por esta medida, además de la salsa de soja y la mostaza dijon, el Presidente de Acodres agrega la salsa de ostras y el extracto de pescado, los cuales si bien reconoció que tienen altos niveles de sodio, aclaró que no se consumen directamente, sino que hacen parte de preparaciones donde se reduce su nivel de salinidad y no son nocivos para la salud.
“Resulta absurdo cuando hay una ley, una norma de jerarquía superior que es la ley del sodio, que no prohíbe, sino que informa al consumidor sobre las cantidades de sodio y azúcares en los alimentos. Entonces, incluso es una norma de inferior jerarquía, la ley del sodio, que está yendo en contra de los preceptos de la ley del sodio”, dijo Guillermo Gómez.
La semana pasada el Ministerio de Salud publicó un comunicado para reiterar que está impulsando una “estrategia nacional” para reducir el consumo de sodio en Colombia. En el documento informó que buscan reducir la cantidad de personas que se enferman y mueren por hipertensión arterial y padecimientos cardiovasculares, asociados a la ingesta excesiva de sal.
“El sodio es un nutriente necesario para mantener el volumen plasmático, el equilibrio ácido-básico, la transmisión de los impulsos nerviosos y el funcionamiento normal de las células. Su excesivo consumo tiene consecuencias desfavorables para la salud, en particular es un factor de riesgo directo de la hipertensión arterial”, sostuvo el Ministerio de Salud.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó un informe en el cual advirtió que el consumo de sodio entre la mayoría de países es demasiado alto. Mientras la OMS ha señalado que el consumo diario de sal recomendado es de 5 gramos, el promedio en el mundo se sitúa sobre los 10,8 gramos diarios.
En Colombia, sin embargo, no hay datos nutricionales actualizados sobre la cantidad de sodio que consumen las personas. De hecho, el Ministerio de Salud citó los resultados de una investigación publicada en 2013, en el que se mostraba que en territorio nacional los ciudadanos consumen alrededor de 9,7 gramos de sal diarios.
Desde la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica no se desconoce esta realidad, pero se hizo un llamado al Gobierno Nacional para que tome cartas en el asunto cuanto antes y evite la quiebra de cientos de restaurantes en el país, señalando que no se están tomando en cuenta conceptos técnicos claves y, por tanto, es necesario empezar cuanto antes una serie de conversaciones al respecto.