En el último día de la legislatura del Congreso de la República, la plenaria del Senado le dio vía libre a la ampliación del cupo de endeudamiento, con lo cual ahora el Gobierno podrá tener la posibilidad de disponer de 17.607 millones de dólares adicionales.
El proyecto de ley, con mensaje de urgencia, solo tenía dos debates, en comisiones terceras conjuntas y en plenarias. Al cumplir con esos trámites legislativos, solo queda pendiente la firma presidencial.
El debate alrededor de esta iniciativa, que duró un buen tiempo empantanada en medio de la controversia porque la oposición al Gobierno sustentaba que se haría solo para que se pudiera gastar más plata, de cara a una nueva campaña política hacia las presidenciales, que poco se ha ido cuajando.
Por su parte, el Ministerio de Hacienda, a través del titular de la cartera, Ricardo Bonilla, argumentaba que ese dinero solo sería para pagar los compromisos crediticios adquiridos, teniendo en cuenta que el país había pactado una deuda a corto plazo, con el FMI, que se ha venido honrando, pero que no habría forma de honrar la obligación en la parte que falta (eran 8 cuotas de altos montos).
Hubo ponencia negativa
En el debate en plenaria hubo ponencia negativa por parte del senador Miguel Uribe, quien pidió el archivo del proyecto y sostuvo que “los colombianos no tenemos por qué pagar la irresponsabilidad del Gobierno”.
Para sustentar su posición, el parlamentario puso en el debate tres de las grandes variables de la economía: ingresos, gastos y deuda. Empezó por los ingresos, alrededor de lo cual dijo que eran 4,4 % menores a los que llevaba el país el año pasado, pero también, con 16 billones de pesos por debajo de la meta. Al decir de Uribe, “la causa es nada más que las cuentas alegres que hizo el Gobierno en 2024. Inventó ingresos inciertos para justificar gastos″. Se refería al hecho de haber incluido una variedad de fuentes de financiamiento que no eran seguras, como la proveniente de los litigios que iba a agilizar la Dian, pero que necesitaban una ley y esta es la hora en la que aún no se ha tramitado.
Tras un largo debate, la ponencia negativa del congresista del Centro Democrático no contó con los votos para salir airosa, y empezó así el estudio de la ponencia positiva, la del Gobierno.
La senadora Karina Espinosa fue la encargada de presentar las sustentaciones. Hay que resaltar que ya venían escuchándose voces, según las cuales, de no pasar este proyecto de ley, el país podría entrar en default (riesgo de impago de los créditos internacionales)”.
¿Por qué tanta plata?
La solicitud de ampliación del cupo, en 17.607 millones de dólares, tiene sus razones, según sustentó la ponente de la iniciativa. En la actualidad, el país solo tiene un cupo de 2.180 millones de dólares, mientras que se necesita disponer de 3.546 millones, lo que implica que solo para cerrar este año, cumpliendo los compromisos crediticios, se necesitarían 1.366 millones de dólares.
En 2024 hay que pagar 5.500 millones; en 2025, 8.068 millones de dólares, y 4038 millones para 2026.
El Ministerio de Hacienda, luego de la aprobación de la iniciativa, enfatizó en que “continuará con el plan de pagos de la Línea de Crédito Flexible (LCF) del Fondo Monetario Internacional (FMI), así como de todas las demás obligaciones del servicio de la deuda pública externa”. Esto, por la polémica que se armó en el debate, donde algunos parlamentarios sustentaban que “no se comprometieron con que el dinero fuera exclusivamente a pago de deuda”, según sostuvo la senadora Paola Holguín.
Finalmente, el proyecto de ley de la financiación extraordinaria fue avalado con una votación de 54 votos por el sí y 9 por el no.