De acuerdo con los resultados del mercado laboral en Colombia para 2022, entregados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (Dane), la tasa nacional de desempleo para enero-diciembre del año pasado fue del 11,2 %, destacándose la informalidad. ¿Qué sucedió? Juanita Gómez se lo cuenta.
Desempleo e informalidad en Colombia
Si bien es cierto que una de las problemáticas que ha tenido que combatir cada gobierno en Colombia ha sido la tasa de desempleo, que según sea el caso, crece o decrece, la llegada de la pandemia en 2020 transformó las dinámicas laborales y con ello un continuo movimiento de empleabilidad.
Según el informe entregado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la tasa desempleo en el país para enero-diciembre de 2022 fue del 11,2 %, mientras que en el año 2021 se ubicó en 13,8 %.
La tasa de desempleo para 13 ciudades principales y áreas metropolitanas “fue del 11,4 %. En ese año, a nivel nacional las mujeres registraron una tasa de desempleo del 14,3 % y los hombres del 9,0 %”, informó el Dane.
Es entonces que la cifra de personas con trabajos informales para octubre-diciembre de 2022 se registró en 57,8 % a nivel nacional. “Valledupar, Riohacha, Santa Marta y Sincelejo presentaron niveles de #informalidad superiores al 66 %”, puntualizó.
“Por último, para diciembre de 2022, según la serie original, la tasa nacional de desempleo fue del 10,3 %. Bajo la serie desestacionalizada, que permite comparaciones intermensuales, la tasa de desempleo fue del 11,3 %”, determinó el departamento administrativo colombiano.
¿Cuál es el problema laboral en Colombia?
Es importante aclarar que en el análisis hecho por el Dane, para entregar dichos resultados de desempleo e informalidad, los identificó con dos enfoques:
- Ocupados en el sector informal: personas que no tienen registro mercantil en la Cámara de Comercio, “ni registros contables, ni contabilidad simplificada que permita la separación de gastos”.
- Ocupados informales: empleados domésticos o asalariados que no tiene prestaciones sociales de acuerdo con el contrato que tiene con el empleador. “En esta categoría también se encuentran trabajadores familiares sin remuneración, trabajadores por cuenta propia y patrones o empleadores que hagan parte de las unidades económicas del sector informal”, explica la entidad.
“La nueva GEIH (Gran Encuesta Integrada de Hogares) marco 2018, fortaleció la medición de la informalidad laboral en Colombia, teniendo en cuenta criterios como cotización a salud o derechos prestacionales”, publicó en su cuenta oficial de Twitter.
Por esto, Juanita Gómez concluye que “este es uno de los problemas más grandes que estamos teniendo en Colombia, porque son todas aquellas personas que laboran sin las condiciones adecuadas. Sin dignidad, sin los derechos mínimos, ni las prestaciones, como, por ejemplo: la pensión y la salud”.
Es entonces que decidió hablar con Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, quien enfatiza sobre las condiciones que deberían tener los empleados:
“Las altas cifras de informalidad ponen el acento en la demanda de intervención a través de los servicios públicos de empleo nacionales y locales, para favorecer rutas de recuperación de los niveles de empleabilidad en espacios de trabajo de condiciones dignas y justas”, señaló.
Jaramillo aseguró que “la pandemia aceleró los procesos de automatización y robotización del empleo, acompañado por un fuerte vínculo con las modalidades de trabajo a distancia a través de las tecnologías de la información y las comunicaciones”.
El experto concluyó que se deben crear espacios y métodos para poder responder a las dinámicas laborales del futuro: “Por eso es necesario estructurar rutas de acceso a los sistemas de formación para el trabajo para responder al futuro del trabajo que llegó antes de lo pensado”.
“El reto también incluye a los jóvenes porque de cada 10 desempleados 45 son jóvenes... la mayoría mujeres”, precisa la periodista.